El Villarreal sabe vivir sin Riquelme
Un flojo Espanyol sirve de b¨¢lsamo al equipo castellonense, que consigue una c¨®moda goleada
Sin Riquelme, el Villarreal tambi¨¦n sabe vencer. Hoy qued¨® demostrado, por mucho que los precedentes dijeran lo contrario. Sin el centrocampista argentino, el conjunto castellonense no hab¨ªa logrado la victoria en ocho encuentros. La dependencia del juego del Villarreal, que gira en torno a Riquelme, las dudas aparecidas por los ¨²ltimos resultados, quedaron disipadas por el resultado vitam¨ªnico conseguido ante un pobre rival. El Espanyol, al igual que sucediera en la primera vuelta, result¨® el b¨¢lsamo perfecto para el Villarreal.
Y eso que el comienzo del encuentro no dio pie a la sospecha de lo que finalmente suceder¨ªa. Pellegrini dio una nueva vuelta de tuerca buscando un sistema que se adaptara a los jugadores de su plantilla. El entrenador chileno quiso hacer del Villarreal un equipo invulnerable, a partir de un centro del campo fuerte, con tres pivotes, Josico, Senna y Tacchinardi, con m¨¢s luces para contener que para crear. Para esta ¨²ltima cuesti¨®n quedaba Roger, partiendo, al igual que lo hace habitualmente Riquelme, desde la posici¨®n de interior izquierda.
Sin embargo, Roger dista mucho de parecerse al internacional argentino, por la poca frecuencia en la que se ofrece para dar una soluci¨®n a sus compa?eros y por el escaso protagonismo que asume. Eso s¨ª, todas las jugadas de estrategia parten de su pie izquierdo. De ¨¦l surgi¨®, mediado el primer tiempo, el lanzamiento de falta desde el v¨¦rtice derecho de la porter¨ªa defendida por Iraizoz, fatalmente ejecutado, pero que fue a parar a Jos¨¦ Mari, que asisti¨® a Tachinardi para que ¨¦ste marcara de cerca. A partir de ah¨ª creci¨® el Villarreal, con el italiano en plan capo y con Jos¨¦ Mari de estilete.
El gol del abri¨® otro panorama en un partido que se presum¨ªa rudo y obtuso. El Villarreal se encontraba enredado t¨¢cticamente , sin nadie que pusiera un m¨ªnimo de lucidez para suavizar la aspereza en la que se estaba convirtiendo el choque. Ayud¨® en mucho el rival, el Espanyol, con m¨¢s dudas que el conjunto castellonense. El equipo de Lotina anda metido en demasiados fregados competitivos —Copa, UEFA y Liga—, con mano de obra escasa y de baja cualificaci¨®n. Si adem¨¢s no cuenta ni con De la Pe?a, el ¨²nico jugador espanyolista que ve pase donde no lo hay, ni Tamudo, el receptor que aprovecha como nadie la visi¨®n de lo pelat, el equipo catal¨¢n reduce de manera ostensible sus prestaciones. Si al cansancio y a las ausencias suma una defensa de chiste, la suma sale negativa.
El gol suele tener un efecto dinamizador para el equipo que lo consigue y pernicioso para el que lo encaja. El Villarreal estaba jugando un f¨²tbol infame ante un contrario r¨¢cano y escaso de luces. El acierto de Tacchinardi, poco dado a tales menesteres y que volv¨ªa despu¨¦s de su lesi¨®n, multiplic¨® las prestaciones del grupo de Pellegrini, que logr¨® solventar el partido antes de finalizar el primer acto. Marc¨® Senna y tambi¨¦n lo hizo, por fin, Forl¨¢n, nervioso por su escaso acierto rematador en la presente temporada. El marcador quedaba cerrado y lo que comenz¨® en un drama dantesco termin¨® en un espect¨¢culo en el que el Espanyol ejerci¨® de c¨®mico protagonista.
![Font (centro) celebra con Roger (izda.) y Guayre uno de los goles al Espanyol.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/D3WHE6KAOWY3VZE4I5OAUO4DGU.jpg?auth=df203c61ee9729f23c989319639c03b2ef482a8f317d4afb765bdb100cbeedda&width=414)
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