Al milagro le sobr¨® un minuto

Cuando la fiesta ya herv¨ªa en Mendizorroza, cuando el milagro parec¨ªa conquistado para el Alav¨¦s, fue como si los transistores emitiese una m¨²sica f¨²nebre y el estadio perdiese el habla. El Alav¨¦s y Piterman estaban salvados con el partido a punto de concluir, hasta que lleg¨® la funesta noticia desde cientos de kil¨®metros de distancia. Lo que parec¨ªa un milagro a punto de consumarse se convirti¨® en una victoria in¨²til que, eso s¨ª, dej¨® al Deportivo sin su plaza en la Intertoto.

No terminaba de arrancar el Alav¨¦s, pero all¨ª segu¨ªa Mendizorroza para azuzar a su equipo a que apurase la ¨²ltima oportunidad. Aunque el Depor no ventilaba en el partido un asunto de tanta trascendencia como el Alav¨¦s, ten¨ªa un juego una plaza en la copa Intertoto, que, tal como pinta el panorama en A Coru?a, tampoco era para desde?arla sin m¨¢s. El Alav¨¦s parec¨ªa desbordado, pero Mendizorroza nunca desmay¨®. Y entre el p¨²blico y la tenacidad de un veterano como Edu Alonso lograron darle aire. Fue una de las incursiones de Edu Alonso por la derecha la que inici¨® el despertar del Alav¨¦s. El renacer an¨ªmico espabil¨® a gente tan necesaria para el Alav¨¦s como Bodipo y Nen¨¦, especialmente al primero. Lo mejor de Bodipo fue un bal¨®n que dej¨® hacia atr¨¢s, rematado por Mena, y que silb¨® como una bala junto a la porter¨ªa deportivista. En ese cuarto de hora, la ofensiva del Alav¨¦s fue total, y el equipo de Caparr¨®s vivi¨® angustiado, entre otras razones, por sus dificultades para defender el juego a¨¦reo.

En la caseta, los dos equipos encontraron noticias contradictorias: buenas para el Alav¨¦s, porque el Espanyol segu¨ªa sin marcar y a¨²n le dejaba la salvaci¨®n al alcance, y malas para el Depor, ya que la victoria del Villarreal le obligaba a ganar para no perder la plaza en la Intertoto. Pero el partido ya hab¨ªa cambiado definitivamente, y el viento sigui¨® soplando a favor del Alav¨¦s, que empuj¨® m¨¢s y sigui¨® metiendo en dificultades al Depor con los balones colgados al ¨¢rea y la efervescencia del energ¨¦tico Bodipo. El cuadro de Caparr¨®s se sostuvo principalmente en Molina, excelente en varias acciones. Las ¨²nicas r¨¦plicas del Depor llegaron al contraataque, pero Arizmendi estuvo toda la noche peleado con el remate.

Ya Mendirroza empezaba a desfallecer y la gente hasta desempolv¨® su contencioso con Piterman para abroncar el cambio de Jandro por Rub¨¦n Navarro. Justo en ese momento, deton¨® el gran derechazo de Nen¨¦, que Molina no pudo detener, y Bodipo, enchufado hasta en la circunstancia m¨¢s banal, hizo vivir a Mendizorroza la ilusi¨®n de un milagro que se esfumar¨ªa en el ¨²ltimo momento.