Alemania finiquita su clasificaci¨®n

Con m¨¢s intensidad que f¨²tbol, con un juego racheado, de fuerza, de empuje, pero sin demasiada clarividencia, los muchachos de Klinsmann hicieron los deberes sobre la bocina, con gol de Neuville, y dejaron prematuramente fuera del Mundial a Polonia.

Alemania, fiel a su estilo, arranc¨® sin especular, con la misma presi¨®n e intensidad que le permiti¨® adelantarse con contundencia en la jornada inaugural frente a la Costa Rica de Wanchope. Y pese a un aislado aviso de Zurawski, nunca perdi¨® la iniciativa ni el mando del choque.

Por su parte, una Polonia m¨¢s ordenada y con excesiva ansiedad en los primeros compases, plante¨® un encuentro de ida y vuelta ante sus limitaciones en el centro del campo, aunque con las precauciones pertinentes para mantener bajo control a sus hermanos 'alemanizados' Podolski y Klose. Un juego demasiado directo que favoreci¨® a la dubitativa zaga alemana.

Y no era para menos, puesto que la pareja de delanteros del conjunto de Klinsmann acapar¨® las llegadas locales. Pero en esta ocasi¨®n Klose - el clon de Mista en la Nationalmannschaft- no estuvo acertado, pese a estar en todas las acciones de peligro. Aunque la mejor en la primera mitad fue desperdiciada por Podolski ya en el descuento.

Del conformismo a la eliminaci¨®n

En la segunda mitad a Alemania le bast¨® con llevar hasta las ¨²ltimas consecuencias su tradicional apuesta. Con sacrificio, entrega, fuerza y atrevimiento acab¨® encerrando a una Polonia, que impotente se aferr¨® al empate y acab¨® pidiendo la hora a pesar de no doblar nunca las rodillas. Especial menci¨®n merece su defensa, que sufri¨® de lo lindo y se hart¨® de achicar agua. Antes y despu¨¦s de la expulsi¨®n por doble amarilla de Sobolewski.

El conformismo del combinado de Pawel Janas, que tras el paso por los vestuarios busc¨® inexplicablemente el empate, quiz¨¢s pensando que un punto manten¨ªa entreabierta la puerta de acceso a la siguiente fase, acab¨® por condenar a Polonia. Una actitud que iba m¨¢s all¨¢ de las comprensibles precauciones defensivas y que tuvo a Boruc, y sus constantes p¨¦rdidas de tiempo, como triste protagonista.

Acert¨® Klinsmann con los cambios. Su apuesta por Odonkor y Neuville en pleno asedio germano permiti¨® dejar sentenciado el pase a la segunda fase con el angustioso gol del segundo en el descuento. Porque ni Klose, que envi¨® un bal¨®n al larguero -con el que tambi¨¦n se encontr¨® Ballack- ni Podolski tuvieron su noche. Alemania pas¨® de cuatro goles a uno, pero volvi¨® a despejar las dudas iniciales y a sumar otra merecida victoria.