La Audiencia Provincial de Madrid reabre la 'Operaci¨®n Puerto'

La Audiencia de Madrid ha decidido reabrir las diligencias de la Operaci¨®n Puerto, la mayor trama mundial de dopaje en el ciclismo, descubierta en Espa?a en mayo de 2006 y que ha cuestionado a quienes hasta ese momento eran las principales figuras del ciclismo mundial: el alem¨¢n Jan Ullrich, el italiano Ivan Basso o el espa?ol ?scar Sevilla, entre otros muchos. El impacto de la Operaci¨®n Puerto en los dos ¨²ltimos Tours ha sido devastador, con casi 60 ciclistas implicados.

La Secci¨®n Quinta de la Audiencia madrile?a va a ordenar al juez Antonio Serrano, instructor de la Operaci¨®n Puerto, que reabra las pesquisas e investigue si constituye un delito contra la salud p¨²blica la forma en que el cabecilla de la trama —el m¨¦dico deportivo Eufemiano Fuentes— conserv¨® las 200 bolsas de sangre que iban a ser destinadas a ciclistas y atletas para aumentar artificialmente su rendimiento en la alta competici¨®n. Estas bolsas de sangre, extra¨ªdas para su reinfusi¨®n a los propios deportistas en habitaciones de hotel y cl¨ªnicas privadas, fueron halladas (congeladas, las llamadas "siberianas") por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en neveras escondidas en laboratorios de Fuentes y del tambi¨¦n inculpado en la Operaci¨®n Puerto Jos¨¦ Luis Merino Batres, ex jefe de secci¨®n de hematolog¨ªa de uno de los principales hospitales de Madrid, el de la Princesa.

La Audiencia de Madrid, formada por los magistrados Arturo Beltr¨¢n, presidente; Jes¨²s Guijarro y Mar¨ªa Paz Redondo, ha aceptado parcialmente los recursos presentados por siete acusaciones populares (entre las que se hallan la Agencia Mundial Antidroga y la Uni¨®n Ciclista Internacional, as¨ª como la Fiscal¨ªa de Madrid) contra el archivo que decret¨® el juez Serrano en marzo de 2007.

La Audiencia considera que no cabe culpar de un delito de dopaje ni a los ciclistas ni a quienes les suministraban sustancias dopantes (EPO, hormonas del crecimiento...) coincidiendo con los eventos de la ronda ciclista mundial. Y no cabe hacerlo porque el dopaje, cuando estall¨® la Operaci¨®n Puerto —revelada en exclusiva por El PA?S— no era delito en Espa?a. Tan es as¨ª, seg¨²n la Audiencia, que tal figura fue tipificada como delito por el Parlamento espa?ol tras aflorar el esc¨¢ndalo. Asimismo, destacan los jueces que s¨®lo hay indicios de responsabilidad criminal, si finalmente ¨¦sta se acreditara, en los facultativos implicados: el m¨¦dico canario Eufemiano Fuentes y el hemat¨®logo Merino Batres. Ellos son quienes, supuestamente, extra¨ªan la sangre a los ciclistas y la almacenaban en bolsas en neveras de sus laboratorios. Sangre que era enriquecida de gl¨®bulos rojos (que transportan el ox¨ªgeno) del propio deportista y que ¨¦ste se reinfund¨ªa la v¨ªspera de las grandes competiciones; el Giro de Italia, el Tour, la Vuelta a Espa?a. Precisamente, las dos ¨²ltimas rondas de la carrera francesa se han visto fuertemente golpeadas por la Operaci¨®n Puerto. En la edici¨®n de 2006 fueron expulsados todos los ciclistas que este peri¨®dico fue desgranando como implicados en el esc¨¢ndalo. El caso se reabre para que el juez Serrano ordene la elaboraci¨®n de un informe cl¨ªnico al Instituto de Toxicolog¨ªa que determine el riesgo real que supon¨ªa para los ciclistas la conservaci¨®n de su sangre en bolsas, al margen de la red sanitaria p¨²blica. La Ley del Medicamento, a la que alude el fiscal en su recurso, ha podido ser vulnerada por los implicados, entre los que tambi¨¦n se halla el ex director del Liberty Seguros y el Astana, Manolo Saiz.

Los ciclistas implicados (unos 60) est¨¢n en las diligencias como testigos. Ellos no habr¨ªan cometido el delito contra la salud p¨²blica que dio origen a la investigaci¨®n de la UCO, a las ¨®rdenes del coronel de la Guardia Civil Felix Hernando. Pero ello no obsta, seg¨²n el tribunal, para que las autoridades deportivas les apliquen las sanciones oportunas. Doparse puede acarrear una sanci¨®n de dos a?os de expulsi¨®n del ciclismo, de ah¨ª que los jueces sostengan que las medidas disciplinarias escapan al C¨®digo Penal y entran de lleno en el ¨¢mbito administrativo.