Kanout¨¦ por accidente

Durante el calentamiento previo al partido Kanout¨¦ decidi¨® que aquella no iba a ser su noche. Aquejado de unas molestias f¨ªsicas cedi¨® su puesto en el once a Maresca y se recluy¨® en el banquillo. Pero el deporte siempre guarda un resquicio para el h¨¦roe inesperado y ayer lo fue el atacante mal¨ª, que acab¨® el partido sobre el c¨¦sped tras dar los dos goles que valieron una remontada al Sevilla. Luego, en el descuento, redonde¨® Capel.

Con todo, fue demasiado castigo para el Depor, que emergi¨® tras un comienzo extra?o porque fuera por estrategia, respeto o necesidad, cambi¨® su libreto, despreci¨® el mediocampo y decidi¨® buscar el juego en largo. Los minutos demostraron que no exist¨ªa motivo para semejante apuesta porque el Sevilla tampoco se aplicaba en la presi¨®n. Fue un periodo inocuo en el que tipos como Verd¨² o Sergio pasaron desapercibidos y Lafita o Guardado se esforzaron en pescar pelotazos. No lo aprovech¨® el Sevilla, incapaz de tirar entre los tres palos, desdibujado.

El partido, que amenazaba con convertirse en un ladrillo, vir¨® de rumbo mediada la primera parte. Baj¨® la pelota al piso el Deportivo, retom¨® sus se?as de identidad, y el Sevilla empez¨® a perseguir sombras. Apareci¨® Sergio, que con los a?os ha ganado en rigor t¨¢ctico, y Verd¨² empez¨® a conectar con Lafita, Guardado y Bodipo. El partido torn¨® en una sola direcci¨®n porque el Sevilla tampoco tuvo entonces acierto para sacar la pelota desde atr¨¢s. Fall¨®n en la entrega, reiterativo en cesiones comprometidas a su portero, el equipo de Manolo Jim¨¦nez mostr¨® durante la primera parte la cara de un colectivo atacado por los nervios. Y visto lo visto el Deportivo, que vive como en un sue?o yanda pleno de confianza, se anim¨®, vio que el partido estaba a su alcance y meti¨® una marcha m¨¢s, comenz¨® a combinar, a buscar paredes, triangulaciones y apoyos en corto. De uno de ellos naci¨® al filo de la media hora de partido el primer aviso de Bodipo, un remate en el primer palo tras una acci¨®n elaborada por Filipe y Guardado. La segunda opci¨®n que le lleg¨® al delantero fue gol. Es lo que tiene estar en racha. Tantas veces denostado por Riazor, Bodipo escucha ahora como la grada corea su nombre. Y anda crecido, como el equipo. Por eso donde antes buscaba el pase ahora saca un chut y hasta un portero solvente como Palop pone los medios para que siga de dulce.

No hubo respuesta del Sevilla sobre el campohasta despu¨¦s del descanso. Para entonces el ¨¢rbitro les hab¨ªa dejado en inferioridad num¨¦rica tras una rigurosa expulsi¨®n a Maresca. El inevitable Bodipo andaba por all¨ª. Pero tTras el tanto, Jim¨¦nez, que se vio perdido, mand¨® a Kanout¨¦ a calentar. El t¨¦cnico lo hab¨ªa guardado por si hab¨ªa alguna urgencia. Y estaba realmente apurado.

Kanout¨¦ fabric¨® el empate de la nada. Cay¨® hacia la derecha, burl¨® a Filipe y encontr¨® a Luis Fabiano entre los centrales. El brasile?o defini¨® como los buenos y en la ¨²nica llegada del rival al ¨¢rea encontr¨® castigo el Depor. Lotina, que tiene una cierta querencia a demorarse en los cambios, apenas tard¨® diez minutos en reaccionar. Retir¨® a Verd¨², que hab¨ªa regresado a la incomodidad, y situ¨® tras Bodipo a Omar Bravo, un nueve y medio, que ni tiene pase para ser mediapunta, ni cuerpo para fajarse con los centrales. Arriesg¨® el Deportivo y creci¨® el Sevilla, apurado atr¨¢s, pero incisivo en las contras. Ocup¨® mejor los espacios con diez hombres y encontr¨® el triunfo en una acci¨®n similar a la del primer gol. De nuevo Kanout¨¦ desde la banda. Marc¨® Renato y el Sevilla se ech¨® atr¨¢s para guardar el bot¨ªn alcanzado. Se lo pudieron quitar Sergio y Lopo, pero Palop redimi¨® su error en el gol de Bodipo con dos incre¨ªbles paradas y Capel sentenci¨® con el Deportivo exhausto.