McLaren se expone a otra descalificaci¨®n

Los rumores sobre la implicaci¨®n de los jefes en el asunto de las mentiras de McLaren a los comisarios se est¨¢n multiplicando en la prensa brit¨¢nica. Son pocos los que se creen que Dave Ryan, director deportivo de la escuder¨ªa inglesa que llevaba 30 a?os all¨ª, actu¨® por cuenta propia en las dos comparecencias que mantuvo junto a Hamilton en Australia y Malaisia. Hoy, el diario The Times explica que hab¨ªa preguntado al equipo si Ron Dennis hab¨ªa estado hablando con Ryan en los d¨ªas que transcurrieron entre la primera vista ante los comisarios y la segunda, y no obtuvo respuesta. Cada vez son m¨¢s las personas que opinan que el despido fulminante de Ryan se produjo s¨®lo unos minutos antes de que llegara a la sede de la escuder¨ªa la notificaci¨®n oficial de que McLaren ser¨ªa requerida ante el Consejo Mundial de la FIA. La causa fundamental ser¨ªa evitar que tuviera que declarar y confesara que hab¨ªa recibido ¨®rdenes para mentir.

La actuaci¨®n de la escuder¨ªa McLaren desde el Gran Premio de Australia de F-1, que se disput¨® el pasado d¨ªa 29 de marzo ha sido deplorable. En la parte final de la carrera, Hamilton adelant¨® a Trulli cuando ¨¦ste se sali¨® de la calzada con el coche de seguridad en pista. Faltaban dos vueltas para la conclusi¨®n. Pero el desconocimiento de las normas llev¨® al piloto brit¨¢nico a consultar con su equipo si deb¨ªa dejarse pasar de nuevo y recibi¨® una respuesta afirmativa. Sin embargo, cuando Hamilton y su director deportivo, Ryan, acudieron ante los comisarios declararon que todo lo contrario, lo que llev¨® a Trulli a perder su tercera posici¨®n.

Una vez escuchadas las grabaciones de radio entre los equipos y los pilotos implicados, qued¨® evidente que Ryan y Hamilton hab¨ªan mentido deliberadamente. Pero, lejos de retractarse, cuando fueron requeridos de nuevo por los comisarios en Malaisia, insistieron en su primera versi¨®n, antes de escuchar las ¨®rdenes que el equipo hab¨ªa dado a Hamilton y quedar como dos embusteros. McLaren y Hamilton fueron descalificados de la primera carrera. Y ayer la FIA decidi¨® llevarles ante el Consejo Mundial el pr¨®ximo d¨ªa 29, por haber quebrantado las reglas en cinco puntos: mentir ante los comisarios, obligar a Hamilton a mentir, hacerlo a sabiendas de que se perjudicaba a otro piloto (Trulli), mantenerse en sus falsedades en el segundo requerimiento y volver a obligar a Hamilton a no decir la verdad.

Las consecuencias de una nueva comparecencia ante la m¨¢xima autoridad de la FIA, el Consejo Mundial, pueden ser terror¨ªficas. Es la segunda vez en dos a?os que McLaren pasa por este trance. En la primera, en 2007, la acusaci¨®n de espionaje a Ferrari le cost¨® al equipo 73 millones de euros y la p¨¦rdida de todos los puntos para el Mundial de Constructores. Esta vez, la cuesti¨®n podr¨ªa saldarse con una gran multa, con la descalificaci¨®n del equipo por varias carreras, o incluso con la p¨¦rdida de todos los puntos de la temporada por segunda vez. Lo que no parece es que Hamilton vaya a recibir m¨¢s sanciones. A la FIA le gust¨® la retractaci¨®n p¨²blica que realiz¨® en Malaisia. Y tanto Hamilton como su padre Anthony mantienen un di¨¢logo muy abierto con Max Mosley, presidente de la FIA, y parecen dispuestos a declarar en el Consejo para decir la verdad aunque pudiera perjudicar a McLaren.

Precisamente, una de las cuestiones que el equipo se neg¨® tambi¨¦n a responder a Times es si Ron Dennis se opon¨ªa radicalmente a la comparecencia de Hamilton ante los medios de comunicaci¨®n. Tampoco hubo respuesta. La creencia de que detr¨¢s de todo este asunto hay la mano de Dennis va adquiriendo credibilidad, sobre todo porque cuesta creer que haya dejado todo su poder en manos de Martin Whitmarsh y no vaya a volver ante la crisis de credibilidad y deportiva que atraviesa el equipo. Whitmarsh hizo ayer otro reconocimiento de culpabilidad, al confesar que se fue a descansar unos d¨ªas despu¨¦s de lo de Australia, pensando que todo hab¨ªa concluido. Y que no viaj¨® a Malaisia a tiempo para la segunda declaraci¨®n. "Probablemente, hubiera debido tener una intervenci¨®n m¨¢s directa", indic¨®. "Pero no pod¨ªa imaginar que las cosas fueran tan r¨¢pido. Es algo que lamento y que me llev¨® a errores porque Ryan mantuvo hasta el viernes que no hab¨ªa mentido".

La propia implicaci¨®n de Whitmarsh tampoco est¨¢ a salvo. El equipo no tiene defensa ante sus mentiras, pero la gravedad del asunto se multiplicar¨ªa si se demostrara que Ryan no actu¨® por cuenta propia, ordenando a Hamilton a mentir ante los comisarios, sino que tambi¨¦n ¨¦l cumpl¨ªa ¨®rdenes o estaba de acuerdo con otros miembros del staff de la escuder¨ªa. La pregunta que ahora circula en la F-1 es si Ryan deber¨¢ declarar o no, o si querr¨¢ hacerlo voluntariamente. Est¨¢ en juego su credibilidad. Pero si declara, tal vez ponga en juego la de Dennis, Whitmarsh y todo el equipo McLaren. Y estando despedido, no parece que la FIA tenga poder para obligarle a hacerlo.