El Sporting se salva por los pelos

A su manera, sufriendo y haciendo sufrir, el Sporting alcanz¨® la orilla que le manten¨ªa en Primera Divisi¨®n despu¨¦s de verse m¨¢s vivo que muerto. Lo consigui¨® gracias a la actitud contemplativa de un rival, el Recreativo, que pas¨® por El Molin¨®n sin ganas de molestar , salvo en el caso de Ersen Martin, Sisi y Riesgo, los ¨²nicos que parec¨ªan dispuestos para la batalla. No fue suficiente porque el Sporting, agarrotado, se encomend¨® a Barral y Luis Mor¨¢n, los ¨²nicos que vieron la luz entre tantas sombras.

El partido se present¨® como una fiesta, pero roz¨® el drama. Tuvo la culpa Ersen Martin, que sac¨® un golazo de donde no hab¨ªa nada, mientras los jugadores del Sporting no daban una a derechas. Incluso los pocos con una m¨ªnima calidad en sus botas, como Kike Mateo y Diego Castro, parec¨ªan jugar con las botas torcidas.

El gol del Madrid en el Reyno de Navarra elev¨® la temperatura en El Molin¨®n, pero a partir de ah¨ª s¨®lo llegaban malas noticias de la radio y del c¨¦sped. En el descanso parec¨ªa imposible que el Sporting remontase, pero se dio el milagro. El Recre acrecent¨® su pasotismo y el Sporting se le tir¨® a la yugular.

En dos minutos, Diego Castro y Kike Mateo pusieron a prueba a Riesgo, que se empe?¨® en retrasar la explosi¨®n de felicidad en El Molin¨®n. Pero acab¨® llegando. Primero, Barral se fue de Quique ?lvarez en una esquina del ¨¢rea y coloc¨® el bal¨®n en el palo contrario, inalcanzable incuso para Riesgo. Poco despu¨¦s, cuando lleg¨® el 1-1, Preciado ya ten¨ªa preparado en la banda un doble cambio para reactivar el ataque. Result¨® providencial. Luis Mor¨¢n dio la vuelta al marcador favorecido los rebotes y salv¨® de la quema al Sporting.