El viejo N¨¹rburgring o el Infierno Verde

"Imag¨ªnate ir por un valle, a 280 kil¨®metros por hora, entre ¨¢rboles, con la parte baja del coche rozando el suelo, con la suspensi¨®n crujiendo y comenzando una cuesta con much¨ªsima fuerza de gravedad". Jackie Stewart, tricampe¨®n de la f¨®rmula 1, describ¨ªa as¨ª el antiguo circuito de N¨¹rburgring, tambi¨¦n conocido como Nordschleife o The Ring (el Anillo), que dej¨® de utilizarse para la F-1 en 1976. Un mito del automovilismo de casi 23 kil¨®metros de distancia cuyo nombre hereda el actual circuito en el que este domingo se disputar¨¢ el GP de Alemania.

El Nordschleife resiste al paso del tiempo. Incrustado entre los ¨¢rboles de la monta?a de Eifel es, para los expertos, el circuito m¨¢s exigente y complejo, tanto para los coches como para los pilotos, de cuantos existen. Hasta el punto de que Stewart lo rebautiz¨® como El Infierno Verde. As¨ª lo explicaba en el reportaje de inicios de los 70 Campeones eternos: los pilotos de f¨®rmula 1: "Cuanto m¨¢s r¨¢pido vas en el Ring, menos sabes, y quiz¨¢ eso sea lo mejor. En todas las vueltas que hice all¨ª comet¨ª alg¨²n error. Nunca logr¨¦ conseguir la sensaci¨®n de hacer una vuelta perfecta. C¨®mo ser¨¢ que creo que si lo hiciera andando acabar¨ªa horrorizado, nunca volver¨ªa a correr all¨ª". El ex camp¨¦on mundial James Hunt coincid¨ªa con el escoc¨¦s: "Creo que he dado unas 150 vueltas a este circuito. Nunca acabo de conocerlo". "N¨¹rburgring es a¨²n m¨¢s peligroso que Spa", explica Stewart, "correr all¨ª daba una enorme satisfacci¨®n, pero quien diga que le encantaba, o es un mentiroso, o no iba lo bastante r¨¢pido".

Con desniveles de hasta 300 metros, la pista, construida de 1925 a 1927, exige concentraci¨®n desde la salida. Sin m¨¢s referencias que los ¨¢rboles, a lo largo de 23 kil¨®metros se suceden v¨¦rtices como los dos Karrusell, dos giros de 180? peraltados junto a rectas en las que se superan los 300 kil¨®metros por hora. Los nombres de algunos de sus giros avisan a los pilotos: Galgenkopf (la cabeza del ahorcado); Fuchsr?hre (el tubo del zorro), Flugplatz (el aer¨®dromo, porque all¨ª los monoplazas, durante unos segundos, se despegaban del suelo) o Eiskurve (la curva del hielo). "Es m¨¢s una mezcla entre tramo de rally y circuito. Es muy dif¨ªcil de memorizar. Sube, baja, da saltos, tiene curvas r¨¢pidas, pero tambi¨¦n est¨¢n los Karrussell. Y, adem¨¢s, tiene una climatolog¨ªa especial: te puede llover en un tramo y en otro no", explica Carlos Sainz, que lleva dos a?os seguidos compitiendo en las 24 horas de N¨¹rburgring.

El accidente de Niky Lauda en el GP de Alemania de 1976, en el que estuvo 55 segundos envuelto en llamas y casi pierde la vida, unido a la falta de medidas de seguridad, provocaron su cierre para la F-1. "Desde entonces el circuito ha sido ampliado, se a?adieron escapatorias y se ampliaron curvas", analiza Hans-Joachim Stuck, ex piloto de F-1 y tres veces ganador de las 24 horas.

Medidas, pese a todo, insuficientes para el retorno del Gran Circo, que se ha habituado a competir en el nuevo N¨¹rburgring: el GP-Strecke. S¨®lo Nick Heidfeld volvi¨® a pilotar all¨ª un f¨®rmula 1. Fue en 2007, como homenaje a los trabajadores de BMW. "Ha sido incre¨ªble", explic¨® al salir del b¨®lido. "Pens¨¦ que ser¨ªa fant¨¢stico rodar all¨ª, pero ha sido a¨²n mejor de lo que esperaba. Esta pista es la mejor del mundo, nunca olvidar¨¦ este d¨ªa mientras viva".

Su pasi¨®n por el circuito no es una rareza. Todo lo contrario. Nordschleife acoge cada a?o en torno a 100 carreras y otros 200 eventos que atraen a unos dos millones de visitantes al circuito. "De media, unas 300.000 personas pagan por correr", explica Andr¨¦ Schmidt, portavoz del circuito. Y es que los amantes del motor van con sus coches y motos de calle para recorrerlo. "Y por dar una sola vuelta hay que pagar 23 euros", recuerda Schmidt. "Si alguien viene con su coche de calle sentir¨¢n que explotan", explicaba Jenson Button al grabar un reportaje para Honda. "Es como una monta?a rusa, o saltar de un puente. No hay nada como esto. Est¨¢ Spa, Suzuka... circuitos fant¨¢sticos. Pero esto es diferente". En 2005, Fernando Alonso prob¨® el trazado, abierto al tr¨¢fico. Acabada la vuelta, no sin varios contravolantazos para esquivar a otros veh¨ªculos, su conclusi¨®n fue clara: "Aquello fue una locura".