Del encanto al desencanto
El Sevilla se pasea por San Mam¨¦s frente a un Athletic depresivo
Llegado el cuarto gol del Sevilla, una parte del p¨²blico, cuando La Catedral languidec¨ªa silenciosa, comenz¨® a preguntar a la otra d¨®nde estaba la afici¨®n de San Mam¨¦s. Era la versi¨®n irreductible del desencanto frente al ir y venir de un Sevilla que trotaba al ritmo de Renato en busca, casi siempre, de Negredo, un tipo aguerrido, vers¨¢til, majestuoso, que se bast¨® por s¨ª solo para marcar un gol, echar al irascible Amorebieta del campo y descontrolar a toda la defensa rojiblanca. En cierto modo, los sem¨¢foros de Negredo y Llorente explicaban por s¨ª solos el partido. El del futbolista madrile?o estaba siempre en verde, como un tel¨¦fono m¨®vil siempre abierto, con cobertura en todo el campo; el de Llorente, repet¨ªa un mensaje permanente: apagado o fuera de cobertura. Era lo l¨®gico. El Athletic, en los ¨²ltimos a?os (y Caparr¨®s no lo ha remediado sino agudizado) cada vez asume en mayor medida su inferioridad apelando al f¨²tbol b¨¢sico, eso que farisaicamente se llama f¨²tbol directo, cuando en realidad se trata de reducir la imaginaci¨®n a la m¨ªnima expresi¨®n.
Athletic 0 - Sevilla 4
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Susaeta (Muniain, m. 46), Javi Mart¨ªnez, Gurpegui (Yeste, m. 46), David L¨®pez (B¨®veda, m. 58); Toquero y Llorente. No utilizados: Armando, Etxeita, Etxeberria y Castillo.
Sevilla:Palop; Sergio S¨¢nchez, Squillaci, Dragutinovic, Fernando Navarro; Navas (Jos¨¦ Carlos, m. 80), Renato, Lolo, Capel (Acosta, m. 71); Kanout¨¦ (Luis Fabiano, m. 64) y Negredo. No utilizados: Varas, Escud¨¦, Romaric y Konko.
Goles: 0-1. M .5. Renato. 0-2. M. 20. Negredo. 0-3. M. 45. Kanout¨¦. 0-4. M.74 Navas.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Expuls¨® por dos amarillas a Amorebieta (m. 54). Amonest¨® a Javi Mart¨ªnez, B¨®veda, Dragutinovic y Renato.
Unos 38.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Trece veces peg¨® el pelotazo el Athletic (sin cortar los saques del portero) en la primera mitad, para obtener una doble ocasi¨®n de gol que Palop repeli¨® doblemente a disparos de Toquero y Llorente: todo vino detr¨¢s de una combinaci¨®n al pie de Iraola y Susaeta. A cambio, el Sevilla, dirigido por Renato, en el mismo per¨ªodo le endos¨® tres goles, sin un solo gorrazo y contando, eso s¨ª, con la colaboraci¨®n inestimable de Iraizoz, que se despist¨® en el libre directo de Renato que abri¨® el marcador y fall¨® en el blocaje en el tercero, que empuj¨® Kanout¨¦. Entre medio, Negredo hab¨ªa aprovechado un pase interior de Capel para firmar su recital.
Nada agradec¨ªa m¨¢s el Sevilla que ese f¨²tbol frontal (que no es lo mismo que directo) del Athletic, disponiendo de centrales como Squillaci o Dragutinovic, ayudados por Lolo, un medio centro que tambi¨¦n ha jugado de central. Su ¨²nico riesgo era el dolor de cabeza. E igualmente agradec¨ªa la presencia en el centro del campo de Javi Mart¨ªnez y Gurpegui, dos tipos pegajosos con el contrario, pero despegados del bal¨®n. Bien es verdad que el primer gol, a los cuatro minutos, le allan¨® el camino y el segundo, a los 20, se lo dej¨® como una autopista sin peaje. Por si hab¨ªa alguna duda, Amorebieta, fuera de quicio, de sitio y de actitud, lo finiquit¨® en el 54 con una expulsi¨®n absurda.
Su expulsi¨®n no s¨®lo apuntill¨® el partido (que ya estaba muerto) sino el acto de contrici¨®n de Caparr¨®s, que con 0-3, tras el descanso, meti¨® en el campo a Yeste y Muniain para conservar el bal¨®n que tanto hab¨ªa repudiado antes. Los manuales suelen decir lo contrario: primero se cuenta con el bal¨®n y, si hay ventaja, se busca la destrucci¨®n. Caparr¨®s invirti¨® el orden, cuando no hab¨ªa posibilidad ninguna de salvar al enfermo y Amorebieta dijo que en el minuto 54 La Catedral cerraba.
As¨ª que el Sevilla, pleno de pegada, hizo el cuarto, como pudo haber hecho el quinto o el sexto, jugando al ritmo de Renato, que dirig¨ªa las operaciones casi como un tercer central, en busca de Negredo, autor de la mejor jugada del partido: media vuelta majestuosa y vole¨®n impresionante que choc¨® contra el travesa?o de la porter¨ªa de Iraizoz. Hay jugadas que no necesitan ser gol para ser bellas aunque no figuren en las estad¨ªsticas y tiendan al olvido.
Seguramente, Llorente sinti¨® envidia de Negredo (que le amenaza en la selecci¨®n) no tanto por su juego sino por c¨®mo le juega su equipo. El Sevilla confirm¨® en San Mam¨¦s que en ese presunto debate a dos entre Bar?a y Madrid tiene derecho a un sitio y un micr¨®fono en la mesa. El Athletic agudiz¨® el desencanto que inici¨® en Tenerife con los suplentes y que esta noche confirm¨® con los titulares.
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