Pragm¨¢tico Sporting
El equipo de Preciado vence a un Espanyol sin suerte ni remate
La vida le sonr¨ªe al Sporting, que jornada tras jornada saca petr¨®leo de unas virtudes inimaginables la pasada temporada. Ahora el Sporting es un equipo paciente, rocoso, capaz de administrar durante 87 minutos un gol como el de ayer de Bilic. Le ayud¨®, l¨®gicamente, la ceguera rematadora del Espanyol, que se fue al descanso haci¨¦ndose cruces por las oportunidades que hab¨ªa fallado. Despu¨¦s no pudo lamentarse de mucho m¨¢s.
De vez en cuando, en cada partido, el Sporting todav¨ªa ofrece esos arrebatos que le dieron fama el a?o pasado. Ayer empez¨® as¨ª, con un ataque por la izquierda de Canella, que gan¨® la l¨ªnea de fondo y forz¨® un c¨®rner. Lo sac¨® De las Cuevas por bajo hacia Diego Castro, en una esquina del ¨¢rea. El gallego agradeci¨® la falta de atenci¨®n blanquiazul con un remate que iba a puerta, pero que en el ¨²ltimo momento desvi¨® Bilic para desgracia de Kameni.
SPORTING 1 - ESPANYOL 0
Sporting: Juan Pablo, Lora, Gregory, Bot¨ªa, Canella, Matabuena (Diego Camacho, m.73), Rivera, Luis Mor¨¢n (Carmelo, m. 69), De las Cuevas (Kike Mateo, m. 81), Diego Castro y Bilic.
Espanyol: Kameni, Pillud, Pareja, Forl¨ªn, Chica, Mois¨¦s, Verd¨² (Nakamura, m. 54), Luis Garc¨ªa, Iv¨¢n Alonso (Sahar, m. 77), Marqu¨¦s (De la Pe?a, m. 39) y Callej¨®n.
Goles: 1-0 Bilic (m.3)
?rbitro: Undiano Mallenco. Mostr¨® tarjetas amarillas a Mois¨¦s (m. 24), Lora (m. 34), Forl¨ªn (m. 52), Rivera (m. 58), De la Pe?a (m. 74), Diego Castro (m. 90)
Incidencias: Alrededor de 18.000 espectadores.
Lo que parec¨ªa una fiesta gijonesa se transform¨®, de inmediato, en un mon¨®logo del Espanyol. Mejor armado en el centro del campo y rapid¨ªsimo gracias a sus cuatro hombres m¨¢s adelantados, el equipo de Pochettino se adue?¨® del partido y empez¨® a amenazar a Juan Pablo. PeroCallej¨®n fall¨® dos mano a mano, Luis Garc¨ªa remat¨® al larguero y un toque sutil de Iv¨¢n Alonso en el punto de penalti se perdi¨® muy cerca del poste. El Sporting ganaba en el marcador, pero recib¨ªa tal zurra de juego del Espanyol que la afici¨®n no tard¨® en hac¨¦rselo notar. Acostumbrado a un equipo de todo o nada, al sportinguismo le cuesta acostumbrarse a esta nueva versi¨®n, mucho m¨¢s r¨¢cana, especulativa, basada fundamentalmente en la solvencia defensiva. Quien lo iba a decir del equipo m¨¢s vapuleado de la pasada temporada.
Como casi nunca tuvo el bal¨®n, el Sporting se dedic¨® a correr tras ¨¦l y a alejarlo de su ¨¢rea sin contemplaciones. Rivera volvi¨® a ser vital en el achique, pero a su lado no estaba M¨ªchel, sino Matabuena, que vive para la recuperaci¨®n y sufre con la elaboraci¨®n. Alcanzado el intermedio como buenamente pudo, el Sporting se rearm¨® para el segundo tiempo. Ajust¨® un poco mejor la presi¨®n e impidi¨® que el Espanyol llegase con la misma claridad.
De la Pe?a, que sustituy¨® al lesionado Marqu¨¦s en el minuto 39, ofreci¨® mucho menos de lo que promete en sus primeros minutos. El Sporting, y sobre todo Rivera, ten¨ªa claro cual era la pieza que hab¨ªa que desconectar para que se gripase el motor blanquiazul. Lo consigui¨®, hasta el punto de que las ¨²ltimas oportunidades, ya con el Espanyol un poco desesperado, fueron para el Sporting. No volvi¨® a marcar, pero con el 1-0, qui¨¦n lo dir¨ªa, tuvo de sobra.
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