Barcelona - Real Madrid, un cl¨¢sico con historia

Barcelona y Real Madrid se han enfrentado en Liga en el Camp Nou 78 veces. Como locales, los azulgrana han logrado 43 victorias, por 18 de los blancos, y 17 empates. Pero en los ¨²ltimos seis a?os, la igualdad ha sido la nota imperante en el "cl¨¢sico" cuando se juega en la ciudad condal, con dos victorias para cada equipo y dos empates.

El g¨¦nesis de estos partidos tiene fecha: el 13 de mayo de 1906 se enfrentaban por primera vez. El Barcelona, casi sin socios y a punto de desaparecer, invitaba al Real Madrid para paliar su crisis deportiva y econ¨®mica. De hecho, los azulgrana tuvieron que reforzarse con jugadores de otros equipos de la ciudad para alcanzar los once que disputar¨ªan el encuentro. El resultado fue de 5-2, y los autores de los que ser¨ªan los primeros goles de un partido que con el paso de los a?os trascender¨ªa lo futbol¨ªstico fueron Pons para los barcelonistas y Mel¨¦ndez para el equipo capitalino.

Con la creaci¨®n de la Liga, se volvieron a enfrentar, ya de manera oficial. Fue un 17 de febrero de 1929 en la segunda jornada. El antiguo campo de Les Corts fue testigo de la victoria del Real Madrid por 1-2, con dos tantos de Morera para los blancos y de Parera para los azulgrana. Ganando en intensidad con el paso de los a?os, los Barcelona - Real Madrid comenzaron a registrar datos que escribir¨ªan la historia de su rivalidad. La m¨¢xima goleada a favor del Bar?a fue un 7-2 en la temporada 50/51, con C¨¦sar y Basora en el equipo. El turno del Real Madrid llegaba en enero del a?o 63. Un 1-5 con Di Stefano, Puskas y Gento en el campo.

Y es que la historia de los "cl¨¢sicos" en el Camp Nou est¨¢ regada de momentos que quedar¨¢n para el imaginario colectivo. Ese mismo c¨¦sped ha podido ver como Stoichkov le propinaba un pisot¨®n a Urizar Azpitarte en la final de la Supercopa de 1990 y ha recogido la cabeza de un cochinillo lanzado desde la grada contra Luis Figo en una de sus pol¨¦micas vueltas al campo barcelonista o un mechero que impactaba contra la cabeza desnuda de Roberto Carlos. Tambi¨¦n fue la superficie sobre la que Alkorta clav¨® los tacos la misma noche que Romario le romp¨ªa la cintura en uno de sus tres goles del 5-0 de la temporada 93/94, y fue el apoyo sobre el que Ra¨²l, despu¨¦s de empatar con su segundo gol, silenciaba la grada del Camp Nou.

A pesar de que los n¨²meros no siempre son ben¨¦volos, el Real Madrid ha vivido momentos de gloria en el Camp Nou, como la vuelta de honor que dio despu¨¦s de alzarse con la Supercopa de la temporada 88/89, un recorrido salpicado por silbidos y lanzamiento de objetos. M¨¢s desapercibido pas¨® para el p¨²blico el pasillo de honor que se vio obligado a hacer el Barcelona a su eterno rival en su propia casa. El Real Madrid llegaba con la Liga virtualmente conquistada, pero la situaci¨®n del equipo azulgrana ordenaba que los focos apuntasen a otro lado. Era 1988, el a?o del famoso "Mot¨ªn del Hesperia". El p¨²blico asistente se dedic¨® m¨¢s a la cr¨ªtica contra sus jugadores, con Alexanco, V¨ªctor y Zubizarreta como cabezas de turco, y su entrenador, Lu¨ªs Aragon¨¦s, que a prestar atenci¨®n a aquella humillaci¨®n deportiva a la que se somet¨ªa su equipo. Otro protagonista aquel d¨ªa era Schuster, que se vest¨ªa de color azulgrana con el contrato de su fichaje por el Real Madrid bajo el brazo.

Este domingo es el turno del Real Madrid de Pellegrini, que se convierte en el s¨¦ptimo t¨¦cnico que se estrena en feudo azulgrana dirigiendo a los blancos en los ¨²ltimos siete a?os. S¨®lo dos de ellos han logrado salir vencedores del envite en su primer d¨ªa: Carlos Queiroz (1-2) y Bernd Schuster (0-1). El chileno ya ha logrado arrancar los tres puntos del Camp Nou como entrenador del Villarreal, pero de los siete t¨¦cnicos nacidos al otro lado del charco que le precedieron, s¨®lo uno, Luis Carniglia en la temporada 57/58, ha sido capaz de vencer en su debut en el coliseo azulgrana.

Lo apasionante del "cl¨¢sico" es que no sirven los datos ni la historia, s¨®lo los 90 minutos que quedan por jugar, porque pueden escribir una nueva p¨¢gina de esta apasionante rivalidad.