El Athletic juega con fuego en M¨¢laga
Llorente empata, de penalti, un partido escaso de f¨²tbol y de ocasiones que malg¨¢st¨® la primera mitad
La ingenuidad se paga cara en el f¨²tbol. El t¨¦cnico del M¨¢laga, Juan Ram¨®n Mu?iz, ha apostado por darle la oportunidad a j¨®venes valores de la cantera, caso del central Iv¨¢n Gonz¨¢lez. El zaguero, en pleno acoso de un Athletic que aspiraba al empate tras un gol de Weligton, agarr¨® a Fernando Llorente en las narices de P¨¦rez Burrull. No hubo perd¨®n para uno de los defensas que aspiran a ser revelaci¨®n de la Liga. La sombra de Llorente, in¨¦dito hasta que transform¨® el consiguiente penalti, fue demasiado alargada para Iv¨¢n.
Se plasm¨® un resultado a todas luces justo, trabajado por los dos equipos con diferentes estilos, igual de v¨¢lidos ambos. No puede quejarse el M¨¢laga, pues si bien se adelant¨® en el marcador y casi siempre llev¨® la iniciativa, pag¨® muy caro el repliegue intensivo que practic¨® en el terreno de juego despu¨¦s de adelantarse en el marcador. En ese periodo de achique no pens¨® en rematar la faena, sino en dejar pasar el tiempo en busca de un triunfo anhelado. Empat¨® Llorente y todav¨ªa el irregular Mun¨²a salv¨® en el ¨²ltimo suspiro ante Muniain que se qued¨® sorpredentemente solo en un costado del ¨¢rea para recibir un centro peligroso.
M?LAGA, 1; ATHLETIC, 1
M¨¢laga: Mun¨²a; Jes¨²s G¨¢mez, Iv¨¢n Gonz¨¢lez, Weligton, Mtiliga; Apo?o, Juanito (Edinho, m. 80); Fernando (Valdo, m. 46), Benachour (Toribio, m. 69), Duda; y Forestieri. No utilizados: Arnau; Stepanov, Luque y Baha.
Athletic: Iraizoz; Iraola (D. L¨®pez, m. 46), San Jos¨¦, Amorebieta, Koikili; Orbaiz (Muniain, m. 69), J.Mart¨ªnez, Gurpegi; Susaeta (De Marcos, m. 62), Llorente y Toquero. No utilizados: Armando; Ustaritz, Gabilondo y Yeste.
Goles: 1-0. M. 47: Weligton. 1-1. M. 78. Fernando Llorente, de penalti.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amarillas a San Jos¨¦, Duda, Juanito, Iv¨¢n Gonz¨¢lez, De Marcos y Toquero.
Unos 15.000 espectadores.
Un arranque din¨¢mico del M¨¢laga, traducido en un disparo al palo de Mtiliga, expuso la necesidad del equipo andaluz de conseguir una victoria capaz de sacarlo de la zona de descenso. La paciencia que el presidente Fernando Sanz est¨¢ teniendo con Mu?iz ha provocado que el M¨¢laga sea un equipo m¨¢s seguro de sus posibilidades, que tiene incluso un estilo marcado por el buen gusto en el trato de bal¨®n pero que choca irremisiblemente con una falta de pegada que asusta. Por eso lleva siete partidos seguidos sin perder, pero con seis empates incluidos.
No debe extra?ar, por lo tanto, que fuera el M¨¢laga el que llevara la iniciativa ante un Athletic que tiene muy claro a lo que juega. Capaz como pocos t¨¦cnicos de sacar rendimiento a lo que se le pone entre sus manos, Caparr¨®s ha hecho del Athletic un equipo competitivo, donde la transici¨®n del juego en el centro del campo no se a?ora. Basta con el desplazamiento en largo en busca de Llorente y Toquero para crear problemas al rival. Si las cosas se hacen bien, las formas pasan a un segundo plano, basta con el fondo. Por eso Toquero tir¨® tambi¨¦n a la madera para empatar a todo en un primer tiempo marcado por la igualdad, con dominio de las defensas y a la espera de alg¨²n protagonista que desnivelara el choque. A priori no lo hab¨ªa, todos los delanteros muy inferiores a los defensas y demasiado ajenos al juego. Los dos fernandos , demasiado desapercibidos para su jerrqu¨ªa.
Una falta muy bien lanzada por Duda permiti¨® a Weligton adelantarse a la defensa y portero vascos, que probaron su propia medicina. En el M¨¢laga marcan los defensas ante la inoperancia de los de arriba. El tanto, lejos de tranquilizar a los locales, solt¨® al Athletic. Su dominio en el juego fue a ra¨ªz de ese instante incontestable, gozando de dos oportunidades muy bien resueltas por Mun¨²a. Quiz¨¢s la forma en la que lleg¨® el empate no fue la esperada, con ese agarr¨®n de Iv¨¢n Gonz¨¢lez a Llorente cuando el delantero no ten¨ªa opciones de remate. Fue una falta exagerada, quiz¨¢s m¨¢s propia de una mezcla expolivas: inexperiencia, ansiedad y miedo. Y de all¨ª sali¨® un penalti de donde probablemente hab¨ªa un remate a mitad de camino entre el poste y el bander¨ªn de c¨®rner. La lecci¨®n que recibi¨® el canterano no la olvidar¨¢ con facilidad.
Con eso gan¨® el Athletic que, como el M¨¢laga tras su gol, volvi¨® a perder intensidad tras el ampate y permitir el acoso expecialmente de Duda por la izquierrda, un especialista en lanzar balones directos a la cabeza de los delanteros. Ah¨ª tuvo problemas para taponar el Athletic tras la retirada en el descanso de Iraola que condujo al comod¨ªn Gupregui al lateral derecho de la defensa. Hubio m¨¢s apurtos prevbistos que reales. Inluso la ?ultima oportunidad fue del joven Muniain al que un rapid¨ªsimo Mun¨²a le tap¨® la posibilidad de tiro impidi¨¦ndole darse la vuelta. Era otro partido, muy distinto del que naci¨®, aunque acab¨® con el empate original.
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