Espa?a empata con Francia

Una remontada sensacional permiti¨® a Espa?a salir de la primera fase del Europeo de Austria con la vitola de imbatido. La selecci¨®n de Valero Rivera realiz¨® una primera parte memorable a nivel defensivo, pero las tremendas dificultades que encontr¨® en el ataque acabaron pas¨¢ndole factura. La efectividad defensiva cay¨® y los franceses se fueron con cinco goles de ventaja (12-17). Quedaban 20 minutos de partido y la oscuridad parec¨ªa adue?arse de la selecci¨®n espa?ola. Sin embargo, cuando logr¨® asentarse de nuevo en el campo, Francia acus¨® el momento de dudas por el que pasando y abri¨® la puerta para que Espa?a le igualara e incluso dispusiera de un bal¨®n para asegurarse la victoria. El empate permite al grupo de Valero llegar a la segunda fase con muchas opciones de alcanzar las semifinales. Pasa con tres puntos, uno m¨¢s que Francia... si el tercer equipo clasificado es finalmente Hungr¨ªa.

Hay una premisa ineludible en balonmano: si el ataque no funciona, la defensa lo acaba acusando. Eso fue lo que le ocurri¨® ayer a Espa?a. El ataque se encall¨® una y otra vez frente a la s¨®lida defensa de Francia y, al final, el bloque defensivo espa?ol se resquebraj¨®. El partido se movi¨® en los par¨¢metros previstos. Francia no est¨¢ en su mejor momento de juego y Espa?a intent¨® desestabilizar su ataque con una defensa muy agresiva y la aportaci¨®n de Tom¨¢s como hombre adelantado. La calidad de la defensa espa?ola se hizo patente en dos hechos muy concretos: Karabatic no marc¨® m¨¢s que un gol en todo el primer tiempo, y Espa?a no sufri¨® ninguna exclusi¨®n en 30 minutos. Ni siquiera la potente primera l¨ªnea francesa consigui¨® romper la unidad del cerrojo planteado por Valero Rivera. Los apoyos entre los defensores espa?oles eran constantes, era como un bloque que se mov¨ªa al unisono, cerrando espacios, saliendo a los nueve metros, sin ninguna concesi¨®n.

El problema fue el ataque. A Espa?a le cost¨® encontrar canales para colarse en una defensa francesa que partiendo del 6-0 se iba convirtiendo en un agresivo 3-2-1, cubriendo la l¨ªnea de circulaci¨®n. Con dos hombres de 2 metros y m¨¢s de 100 kilos en el centro -Sorhaindo y Dinart- ah¨ª no hab¨ªa quien entrara. Sin embargo, los centrales espa?oles parec¨ªan obsesionados en buscar soluciones por el centro. Era imposible. Y detr¨¢s estaba un omnipresente Omeyer para cerrar los huecos. El ataque se encallaba, hab¨ªa p¨¦rdidas de bal¨®n, faltas de ataque, errores en los pases y muchas bofetadas. Los brazos de Romero y de Alberto Entrerr¨ªos comenzaron a encojerse y su porcentaje de aciertos disminuy¨®.

Como consecuencia, la adrenalina del equipo fue cayendo y la defensa lo acab¨® acusando. Francia se fue de cinco goles en el marcador en los inicios del segundo tiempo y esa diferencia parec¨ªa definitiva. Le cost¨® a Espa?a recuperar la entereza. Pero cuando lo logr¨®, Francia acus¨® su mal momento y comenz¨® a cometer errores que potenciaron el contragolpe, devolvieron la confianza a los lanzadores y permitieron igualar el marcador. Con 24-23 en el ¨²ltimo minuto, Espa?a recuper¨® el bal¨®n y tuvo la posibilidad de decidir el partido. Pero un error de pase permiti¨® a Francia, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial, salvar la cara con un empate.