El Mallorca suma diez de diez en casa

Con una victoria por la m¨ªnima ante el Villarreal, el Mallorca despert¨® ayer de la p¨¢jara que supuso su eliminaci¨®n de la Copa del Rey ante el Getafe y se prolong¨® con una dolorosa derrota ante el colista Xerez en la jornada anterior. El equipo de Manzano sum¨® su d¨¦cima victoria consecutiva en Son Moix, donde todav¨ªa ning¨²n equipo ha sido capaz de pescar un solo punto. Juan Carlos Garrido, sustituto provisional del destituido Valverde, se estren¨® en el banquillo del Villarreal con derrota, inscribi¨¦ndose as¨ª en la tradici¨®n de entrenadores con debuts deslucidos que acumula el equipo castellonense desde su llegada a Primera. S¨®lo Paquito, hace ya once temporadas, comenz¨® ganando su primer partido al frente del submarino amarillo.

El inicio agitado del Mallorca se diluy¨® hacia la media hora de partido. Al filo del descanso, con el marcador a¨²n a cero, el Villarreal borde¨® el gol con una doble ocasi¨®n de Pires, otra de God¨ªn y un disparo desviado de Llorente. El delantero vasco no dio muestras de mejor punter¨ªa en la segunda parte, cuando no resolvi¨® un mano a mano frente a Aouate. Seg¨²n iban cayendo los minutos, el Mallorca procur¨® aligerar el ritmo del partido y adelant¨® sus l¨ªneas. Las prisas de los locales por ganar trajeron algunas imprecisiones y generaron espacios que el Villarreal trat¨® de aprovechar: Garrido situ¨® en la mediapunta a un especialista en este tipo de situaciones, el Ca?o Ibagaza, pero por entonces los castellonenses ya hab¨ªan desperdiciado sus mejores opciones.

A¨²n sin demasiada claridad, el Mallorca puso cerco al ¨¢rea rival y, con la apuesta de los dos equipos por fin clara sobre la mesa, el partido se acab¨® decidiendo en una jugada a bal¨®n parado. El juego a¨¦reo sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la defensa amarilla y, a la vez, es un punto fuerte del equipo de Manzano. Los ensayos de la semana dieron su fruto. Con Julio ?lvarez planeando la trayectoria de un libre indirecto, el t¨¦cnico jienense hizo subir a los dos centrales para cazar el remate. Lo alcanz¨®, con un salto prodigioso, el portugu¨¦s Nunes. Su cabezazo, colocado al palo largo, dej¨® corta la estirada de Diego L¨®pez. Con eso tuvo bastante el Mallorca para desarmar a un Villarreal que apunta pero no dispara, y que no parece creer suficientemente en s¨ª mismo. En casa, en cambio, los baleares son todo confianza.

Aranda resuelve