Los alemanes, seguros en la pista de la tragedia
Loch y Moeller dejan s¨®lo el bronce del luge al italiano Z?ggeler, el m¨¢s laureado
Alemania domina los medalleros finales de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno gracias a su versatilidad en todas las modalidades, pero especialmente en las mec¨¢nicas. En el bosbleigh, sobre todo, y en el luge. Lo volvi¨® a demostrar con el oro y la plata de sus dos mejores hombres en los trineos, Felix Loch y David Moeller. Dejaron sin su tercer oro al italiano tirol¨¦s Armin Z?ggeler, el m¨¢s laureado en activo, y vengaron de paso a su compatriota y legendario antecesor en la cumbre, Georg Hackl, que ah¨ª sigue. Fueron los m¨¢s seguros en el suavizado canal de la tragedia, donde encontr¨® la muerte el viernes el georgiano Noda Kumaritashvili.
Hackl fue triple campe¨®n ol¨ªmpico en Albertville 92, Lillehammer 94 y Nagano 98. Hab¨ªa empezado con una plata en Calgary 88 y se despidi¨® de los podios con una plata en Salt Lake City 2002. All¨ª ya no pudo con Z?ggeler, que le segu¨ªa la pista y se le ven¨ªa acercando con su bronce de 1994 y la plata de 1998. Z?ggeler venci¨® tambi¨¦n cerca de su casa de Bolzano, en Tur¨ªn 2006. Hackl ya s¨®lo acab¨® s¨¦ptimo y se retir¨® a¨²n con el mejor palmar¨¦s. Entrenador ahora, aunque a Loch lo dirige su padre, se ha tomado una peque?a revancha por medio de sus sucesores.
Los puestos en los deportes mec¨¢nicos apenas suelen variar en las cuatro mangas de las competiciones, porque la t¨¦cnica es casi una repetici¨®n matem¨¢tica. Eso volvi¨® a suceder esta vez. Loch y Moeller fueron los m¨¢s r¨¢pidos desde la primera, una vez recortado el trazado, pero ya lo hab¨ªan sido antes en los entrenamientos y tambi¨¦n los m¨¢s seguros. No volcaron como Z?ggeler, algo ya significativo de que no se encontraba a gusto en la pista m¨¢s r¨¢pida y mort¨ªfera.
Loch sac¨® m¨¢s de un segundo al italiano, un mundo en el luge, y Moeller m¨¢s de medio. Z?ggeler incluso sufri¨® para mantener el bronce ante el ruso Albert Demtschenko, que empez¨® quinto, se coloc¨® cuarto tras fallar el austriaco Pfister en el segundo descenso, y se puso a s¨®lo 22 mil¨¦simas de Z?ggeler en el tercero. Un suspiro que pod¨ªa dejar al italiano sin su quinta medalla. Al menos, con su experiencia mantuvo el bronce por apenas 30 mil¨¦simas para sumar su quinta medalla, segunda de bronce, junto a sus dos oros y una plata. Cinco podios como Hackl, pero de menos altura.
Al acortarse la distancia de la pista de 1.374 metros a los 1.198 de las mujeres, las velocidades no rondaron los 155 kil¨®metros en su parte final. Se quedaron en los no menos impresionantes 145. Con ese tremendo impulso vol¨® Kumaritashvili antes de que los organizadores construyeran una pared para tapar los pilares existentes despu¨¦s de la ¨²ltima curva, la 16. Uno de ellos fue su freno mortal. Todos los d¨ªas de competici¨®n hubo al pie, ya por fuera del circuito, una foto suya, flores, insignias y una leyenda en su recuerdo.
Seg¨²n The Wall Street Journal tres d¨ªas antes hab¨ªa llamado a su padre a su casa de Bakuriani, en las monta?as de Georgia, y le hab¨ªa dicho que estaba aterrorizado. Seg¨²n The Globe and Mail, minutos antes de la bajada tr¨¢gica volvi¨® a hacerlo para decirle que iba a sentirse orgulloso de ¨¦l. Su compa?ero Levan Gureshidze se retir¨®. Los georgianos fueron las ¨²nicas bajas del luge individual de Vancouver.
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