El Bar?a encalla en Almer¨ªa

El Barcelona empat¨® en Almer¨ªa , uno de esos campos donde no se ganan las ligas, pero a menudo se pierden. El partido fue extra?o desde su g¨¦nesis porque al ¨¢rbitro no le gust¨® la idea de los locales, dispuestos a jugar con un mensaje de apoyo a Chile en su camiseta y termin¨® deslucido, por las expulsiones de Guardiola y de Ibrahimovic; la del t¨¦cnico por protestar y la del sueco por un rifirrafe con Cisma, que el juez de banda consider¨® agresi¨®n. Raro fue tambi¨¦n el estilo r¨¢cano del Almer¨ªa, trat¨¢ndose de un equipo entrenado por Lillo como extra?¨® la espesura en el juego del Barcelona, que se encall¨® ante un Almer¨ªa que con poco, apenas con las ideas muy claras, le amarg¨® la visita al Barcelona. Con amigos como Lilllo, Guardiola no necesita enemigos.

Sin Piqu¨¦, sancionado, Guardiola puso a Milito como pareja de Puyol y le dio descanso a Busquets. Tour¨¦ jug¨® en el medio centro y por ah¨ª empez¨® a descoserse el equipo, lento y previsible el de Costa de Marfil. Guardiola mantuvo de entrada el dibujo de la pasada semana, ante el M¨¢laga, con Pedro, Messi e Iniesta por detr¨¢s de Ibrahimovic. Se intu¨ªa que Lillo, para combatir a su amigo y disc¨ªpulo, se estrujar¨ªa la sesera y lo hizo. Lleva el guipuzcoano muchos a?os tratando de convertir en carne el verbo, dispuesto a ser m¨¢rtir con honra pero como maneja un equipo peor, busca sus ventajas como buenamente puede. Eso hizo. De entrada, traicion¨® su vocaci¨®n de salir jugando, todo fueron balones en largo y cerr¨® la cueva con tres defensas y una l¨ªnea de cuatro apenas a dos metros. Por delante, Soriano, que trabaj¨® m¨¢s que jug¨®, Crusat y Piatti.

El Barcelona entr¨® espeso en el partido y el Almer¨ªa se aprovech¨®. Sali¨® dispuesto a apu?alar al Bar?a con la velocidad de sus puntas o en una jugada de estrategia. A la primera, le toc¨® la loter¨ªa: Puyol regal¨® un saque de esquina, el argentino Bernadello lo sac¨® de perlas y Cisma le gan¨® la posici¨®n a Tour¨¦ y Puyol para clavarla de cabeza desde el primer palo. Por segunda vez en la temporada, el Barcelona ten¨ªa que remontar un partido y lo hizo contra un equipo que consciente del tesoro que ten¨ªa entre manos, se dispuso a guardarlo en una trinchera. Defendi¨® muy junto y atr¨¢s, y fracas¨® en la idea de buscar contras r¨¢pidas, al menos en el primer tiempo, en parte por el excelente partido de Milito, que reba?¨® la pelota casi por sistema.

Tras el gol, racane¨® el Almer¨ªa, que le dej¨® tanto campo al Barcelona que le regal¨® la pelota y muchos minutos de partido. Le falt¨® algo de chispa al Barcelona, que empuj¨® con m¨¢s ri?ones que acierto y puso en jaque a Diego Alves. El portero s¨®lo se venci¨® ante la en¨¦sima genialidad de Messi, que en el minuto 42 lanz¨® una falta en vaselina, magistral, por la escuadra. La jugada molest¨® a la hinchada local, evidentemente, no por la incre¨ªble resoluci¨®n de Messi al transformar el disparo en gol, sino por entender que no hab¨ªa existido falta de Bernardello a Ibrahimovic, sino al rev¨¦s.

Llegados a ese punto, con el partido otra vez en tablas, el Barcelona sali¨® dispuesto a atacar con un 4-4-2 y a la primera, se suicid¨®. De entrada con un autogol de Puyol, que tratando de cerrar el pase, termin¨® por agujerear a Vald¨¦s y, poco despu¨¦s, por la expulsi¨®n de Ibrahimovic. El Barcelona, otra vez por detr¨¢s del marcador y con un futbolista menos, se rebel¨® a dejarse dos puntos y quien sabe si un trozo de Liga. En esas, rompi¨® Pedro y Messi fusil¨® a Diego Alves para conseguir el empate, aprovech¨¢ndose de un mal despeje de Guilherme. Convertido el duelo en un correcalles, Busquets apareci¨® en escena, Alves cogi¨® la autopista y por el contrario, el Almer¨ªa se envalenton¨®, as¨ª que cada contra de los locales se convirti¨® en un infarto para Vald¨¦s. Era duelo a cara o cruz y para el Barcelona, sali¨® cruz, porque una mano espectacular de Alves priv¨® a Messi de su tercer gol y al Barcelona de la hombrada de remontar un partido extra?o de jugar y de explicar.

El Bar?a pincha a pesar de Messi