Tondo aprovecha la paz entre Valverde y Contador

Los GPS tienen memoria, mucha memoria. Lo recuerdan todo. Pueden repetir d¨ªa tras d¨ªa, a?o tras a?o, sin dudar, el mismo camino, las mismas indicaciones, llueva, nieve o haga sol, lo que, en el fondo, no les sirve de nada: pueden estar equivoc¨¢ndose toda la vida y les da igual. O incluso registran un placer maligno con sus errores. A un GPS en Francia se le indica, por ejemplo, que vaya tal que un 13 de marzo de 2010 a Tourrettes, donde terminaba la pen¨²ltima etapa de la Par¨ªs-Niza, y, obediente, conduce al conductor hasta Tourrettes, en efecto, pero no la Tourrettes de la etapa de 2010, que se apellida Sur Loup por el r¨ªo sobre el que se levantan sus elevadas piedras medievales, sino a Tourrettes a secas, sin apellido, que, casualidadque se encuentra, no muy lejos pero en direcci¨®n contraria, junto a Fayence, donde, casualidad, termin¨® la pen¨²ltima etapa de la Par¨ªs-Niza de 2009, donde Alberto Contador lleg¨® muerto y derrotado. "Pero yo aprend¨ª mucho de la experiencia del a?o pasado", dice Contador, que lleg¨® al Tourrettes de 2010, donde le esperaba un ramo de violetas y otro maillot amarillo, sonriente y entero y a quien la memoria, como humano, le sirvi¨® para no repetir acciones equivocadas: "Y, adem¨¢s, los del Caisse estaban m¨¢s interesados que yo en ganar la carrera. Este a?o yo no ten¨ªa por qu¨¦ arriesgarme lo m¨¢s m¨ªnimo. Y tampoco ten¨ªa por qu¨¦ asumir ninguna responsabilidad".

Para eso estaban los del Caisse. Valverde, que esprint¨® para ser segundo en la etapa (6s m¨¢s de bonificaci¨®n: se encuentra a 14s de Contador en la general) y Luis Le¨®n, el ganador de 2009, manejaron la etapa con suficiencia, como acostumbran, prepararon espl¨¦ndidamente el terreno para el golpe decisivo, pero, llegado el momento, el puerto de Vence, a 30 kil¨®metros de la meta, no se movieron. Se subi¨® a tren, se descendi¨® en grupo estirado, se lleg¨® a la meta en amor y compa?¨ªa. "S¨ª que esperaba ataques", dice Contador, "pero quedaba mucho terreno de la cima a la meta y quiz¨¢ por eso no se han movido, y el repecho final no era suficientemente duro para hacer diferencias". "Intent¨¦ ganar la etapa", dice Valverde, "pero Tondo iba muy fuerte".

Tondo es Xavi Tondo Volpini, apellidos italianos para un catal¨¢n de Tarragona, un escalador delgado y largo que la v¨ªspera se quejaba de que un error le hab¨ªa hecho perder un par de minutos y sus esperanzas de una buena clasificaci¨®n general. "Por eso me convenc¨ª de que pod¨ªa ir a por la etapa", dice Tondo, de 31 a?os, toda una vida de ciclista en equipos de segundo nivel, de los que no participan en m¨¢s prueba grande que en la Vuelta a Portugal o a Espa?a; "por eso me met¨ª en la fuga inicial, por eso lo di todo sin pensar en los ¨²ltimos kil¨®metros". Tondo, que ha fichado por el Cerv¨¦lo para ayudar a Sastre en el Giro, fue el ¨²ltimo superviviente de la fuga masiva, tambi¨¦n fue el mejor lleg¨® victorioso por 5s.

Hace un a?o, en la Vuelta a Castilla y Le¨®n, en una situaci¨®n similar camino de la cima de la laguna de los Peces, en Sanabria, Contador, tirando del carro del Astana para Leipheimer, frustr¨® un ataque de Tondo. Ayer se alegr¨® de que no se hubiera repetido la circunstancia. "Tondo es un buen amigo", dijo quien hoy, seguramente, en su etapa favorita, la del col d'?ze, certificar¨¢ su segunda Par¨ªs-Niza.