Cambio de golpes en San Mam¨¦s
Athletic y Racing hacen m¨¢s goles que juego en un partido imprevisible
Dos chispazos de Llorente iluminaron un San Mam¨¦s gris y medio vac¨ªo. Nada que ver con esos pazrtidos cori¨¢ceos y encrespados que suelen protagonizar Athletic y Racing. En apenas un cuarto de hora, Llorente hab¨ªa apagado el fuego, primero con un remate de libro a la salida de un c¨®rner (le marcaba Colsa, es un decir) y despu¨¦s con una jugada sobre la l¨ªnea de fondo que habilit¨® el gol de Toquero. Andaba a¨²n el Racing busc¨¢ndose a s¨ª mismo, con esa frialdad de San Mam¨¦s con tantas localidades ac¨ªas y el Athletic so?ando con la Liga de Campeones, a¨²n apetecible. Distinto panorama, distinto est¨ªmulo, distinto problema. El problema del Athletic es gestionar la abundacia: dos goles en un cuarto de hora es un bot¨ªn desacostumbrado; el del Racing verse abrumado en el papel de mejor visistante tras Bar?a y Madrid.
ATHLETIC, 4; RACING, 3
Athletic: Iraizoz; Iraola, San Jos¨¦, Amorebieta, Castillo; Susaeta, Javi Mart¨ªnez, Iturraspe (Gurpegui, m. 56), Gabilondo; Toquero (Muniain, m. 79) y Llorente (David L¨®pez, m. 87). No utilizados: Armando; Koikili, Ustaritz y Diaz de Cerio.
Racing: Coltorti; Pinillos, Oriol, Henrique, Christian; Lacen, Colsa; Munitis (Arana, m. m. 70), Canales, Serrano (Diop, m. 65); Tchit¨¦ (Bolado, m. 77). No utilizados: Mario; Crespo, Morat¨®n y Toni.
Goles: 1-0. M. 12. Llorente, de cabeza. 2-0. M. 17. Toquero. 2-1. M. 40. Tchit¨¦ empuja a la red. 3-1. M. 77. Llorente, de penalti. 3-2. M. 80. Bolado, de chilena. 4-2. M. 88. Susaeta. 4-3. M. 90. Bolado.
?rbitro : Velasco Carballo. Expuls¨® a Oriol (m. 77) y amonest¨® a Christian, Colsa, Pinillos y Amorebieta
Unos 25.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Confusi¨®n absoluta. ?Qu¨¦ hacer con lo conseguido o lo sufrido? El Athletic es un equipo concebido m¨¢s para empujar que para gobernar, m¨¢s para reivindicar que para decretar. Por eso apela tanto a Llorente o a Toquro, por la via r¨¢pida, por el m¨²sculo y la entrega, como en una manifestaci¨®n masiva se abruma al contrario con los datos m¨¢s o menos contrastados. Da igual. Eso pens¨® el Racing que vi¨¦ndose en minor¨ªa futbol¨ªstica consigui¨® hilvanar tres pases que acabaron en la red de Iraizoz, empujado el bal¨®n por Tchit¨¦. Fue una jugada ins¨ªpida, pero efectiva y que sobre todo devolvi¨® al equipo c¨¢ntabro a un partido del que no se sab¨ªa si se hab¨ªa ido o si no hab¨ªa entrado jam¨¢s por la puerta de San Mam¨¦s.
Cuesta creer en un Athletic que no disfrute con el sufrimiento. Es un asunto m¨¢s psicol¨®gico que t¨¢ctico, que tiene m¨¢s que ver con su disposici¨®n an¨ªmica que fitbol¨ªstica. No sabe ser feliz sin sufrir, y el Racing aprovech¨® el esp¨ªritu sadomasoquista del rival para ir gan¨¢ndole terreno futbol¨ªstico y psicol¨®gico hasta llenarle de dudas. Ah¨ª apareci¨® Canales, con su soberbia, Munitis con su ¨ªmpetu, y Colsa m¨¢s adelantado que nunca. Ah¨ª renaci¨® un Racing rampl¨®n ante un Athletic tembl¨®n. Y el partido adquiri¨® el tono que no ten¨ªa por m¨¦ritos futbol¨ªsticos. Hay veces que lo psicol¨®gico prevalece sobre lo futbol¨ªstico, sobre todo cuando lo f¨ªsico impera sobre lo t¨¦cnico. Por eso Caparr¨®s meti¨® a Gurpegui y Portugal prefiri¨® a Bolado, fortach¨®n, por el desafortunado Tchit¨¦.
Hay veces que el desgobierno es el mejor argumento del inter¨¦s, cuando no hay un gui¨®n estable ni protagonistas consagrados. Bueno, uno s¨ª. Llorente que le sac¨® un penalti absurdo a Oriol, expulsi¨®n incluida, que le permiti¨® al delanterto rojiblanco cerrar su gran noche con la asignatura pendiente del Athletic, la pena m¨¢ximaque parece perturbar su conciencia.
Pero no. Ni as¨ª es feliz el Athletic. Ni devolviendo golpe por golpe ante el empuje del Racing m¨¢s voluntarioso que est¨¦tico, m¨¢s animoso que t¨¦cnico. El equipo de Portugal fue devolviendo golpe a golpe, pero siempre por detr¨¢s. Iv¨¢n Bolado era el chico por el que la cantera del Racing hab¨ªa apostado antes de que surgiera el fen¨®meno Canales. En San Mam¨¦s se doctor¨® con dos goles que no sirvieron para nada pero que dejaron la estela de un futbolista poderoso. Su problema es que entre sus dos goles, Susaeta se adelant¨® a la defensa del Racing y marc¨® el cuarto gol que le di¨® la victoria al Athletic y le pone a prueba de Champions, a base de sufrimiento. Es lo suyo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.