"Tengo que ser mejor persona"
Tiger Woods deja el golf en segundo plano en la conferencia de prensa previa al Masters
Todo lo malo que se pensaba de Tiger Woods pero nadie se atrev¨ªa a decir en alto es verdad. Lo anunci¨® ayer el propio Woods, quien, calentito en el capullo protector del muy r¨ªgido Masters de Augusta, entre azaleas y magnolias, reconoci¨® que aparte de enga?ar y mentir a su mujer, sus hijos, su madre, sus patrocinadores y a todo el mundo en general, hab¨ªa sido un soberbio, se hab¨ªa portado siempre mal con sus fans, a quienes ni siquiera saludaba, se hab¨ªa portado mal con el golf dej¨¢ndose llevar por sus sentimientos negativos, cabre¨¢ndose, perdiendo el temple, jurando y tirando los palos con desprecio tras sus malos golpes. "Intentar¨¦ calmar mis brotes negativos. No me calentar¨¦ tanto, aunque quiz¨¢s as¨ª mi juego no sea tan exuberante", dijo. "Y pensar¨¦ m¨¢s en los aficionados, empezar¨¦ a apreciar su apoyo. No lo hice en los ¨²ltimos a?os y fue un error".
A tales conclusiones lleg¨® Woods, el mejor golfista de la historia, el deportista que m¨¢s dinero ha ganado, despu¨¦s de que un tratamiento psicol¨®gico le ense?ara a mirarse en el espejo con la mirada de los dem¨¢s. "Mi padre dec¨ªa que la mejor manera de ayudar a los dem¨¢s era ayudarse a uno mismo. Nunca hasta ahora lo hab¨ªa entendido", dijo el jugador que m¨¢s hab¨ªa destacado por su exacerbada competitividad, por su desprecio de la derrota. "Tengo que ser una mejor persona. Tengo que intentarlo y, si de paso gano alg¨²n torneo, pues mucho mejor, pero ahora se trata de ayudarme y de ayudar".
As¨ª habl¨® Woods en la primera conferencia de prensa ?ante 180 periodistas en la tradicional y sobria sala de prensa del Augusta National Golf Club , 36 minutos, 37 preguntas? que concede desde que el ¨²ltimo jueves de noviembre un accidente de coche en su jard¨ªn sacara a la luz su doble vida de campe¨®n-padre de familia modelo y adicto al sexo que enga?aba a su esposa con m¨¢s de 10 mujeres. Y por primera vez tras su reaparici¨®n p¨²blica en febrero, despu¨¦s de un tratamiento de 45 d¨ªas en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n, pareci¨® sincero, y hasta humilde dentro de la humildad a que alguien como ¨¦l pueda acceder, al menos cuando mostr¨® su sorpresa por lo bien que le hab¨ªan recibido sus colegas. "Espero poder saludarlos todos estos d¨ªas antes del jueves, pero muchos me han dado ya muchos abrazos y palmadas, y eso que s¨®lo es lunes", dijo Woods, con un cuerpo de aire bastante m¨¢s fofo que el supermusculoso que luci¨® hasta el a?o pasado, como si el peso de lo pasado, o la medicaci¨®n, le hubieran desinflado. "Me sorprende su apoyo".
Woods lleg¨® el domingo a Augusta, donde vio c¨®mo el torneo rechazaba su petici¨®n de alojarse en una de las casas del club. En el campo busc¨® r¨¢pidamente el apoyo de sus amigos m¨¢s veteranos, Mark O'Meara y Fred Couples, dos ganadores de Masters que ya juegan en el circuito senior, exclusivo de los mayores de 50 a?os. Con Couples se present¨® ayer en el tee del 1 a las ocho de la ma?ana para jugar 18 hoyos. Comenz¨® titubeante, casi torpe, lanzando la bola a la calle del 9. "Estaba nervioso", dijo Woods, que afronta su 17? Masters. "Cuando el primer golpe no sab¨ªa ni donde estaba. Nunca me hab¨ªa encontrado en una situaci¨®n similar, pero los aficionados me han hecho sentirme bien".
Seis horas despu¨¦s, a las 14.00 de Augusta, le esperaba la prensa para una bater¨ªa de preguntas en la que, tambi¨¦n por primera vez en su carrera, las menos importantes eran las referentes a su pericia golf¨ªstica, al estado del campo, de su putt o de su swing. Empez¨® nervioso, mir¨¢ndose al cuello, agotando la botellita de limonada roja, y despu¨¦s de pasar los varios tragos, acab¨® hasta relajado. Admiti¨® su relaci¨®n con Anthony Galea, un m¨¦dico canadiense a quien la Polic¨ªa Montada y el FBI investigan por presunto tr¨¢fico de sustancias dopantes ?hormona de crecimiento, Actovegin?, pero s¨®lo hasta donde era admisible. "Me trat¨® con plasma rico en plaquetas para acelerar la recuperaci¨®n de mis ligamentos y de mi lesionado tend¨®n de Aquiles, pero nunca me dio hormona de crecimiento ni nada ilegal", dijo Woods quien reconoci¨® que el FBI hab¨ªa contactado con ¨¦l. "Y tambi¨¦n he tomado analg¨¦sicos fuertes para el dolor y sedantes para dormir cuando la enfermedad y muerte de mi padre".
Para Woods, el reconocimiento de su mala vida, ha sido en su vida tan importante como la muerte de su padre o el nacimiento de sus hijos, un punto de inflexi¨®n. "Nunca antes pens¨¦ que necesitara terapia, no hab¨ªa llegado tan bajo en mi ca¨ªda", dijo Woods. "Espero ansioso mi primer golpe. Espero divertirme. Antes cuando ganaba no me divert¨ªa. Viv¨ªa una vida de mentiras y eso no es nada divertido".
![Tiger Woods, durante la rueda de prensa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XE62ML3ZM3J4WK7ZV5PA3NSDA4.jpg?auth=1ebbe559648a5f7360ae82873296ccc27cd92725824257f631961eaade5ed09c&width=414)
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