Navas suelta su bomba
Un gol del extremo sevillano, el mejor del partido, rinde la fortaleza coreana
Espa?a sali¨® de maniobras frente a Corea del Sur . Hizo participar a sus porteros suplentes, prob¨® a sus extremos, recuper¨® a Cesc y experiment¨® la clase de partido que puede encontrarse en el Mundial, donde se espera que los rivales se cierren, caven trincheras y cedan la iniciativa. Eso sucedi¨® con los coreanos, que aguantaron durante una hora sin recibir un tiro entre los tres palos. Aguantaron hasta que apareci¨® Navas tir¨¢ndola diagonal. Tras recibir el bal¨®n en la frontal del ¨¢rea, arm¨® el tiro con soltura y emboc¨® el disparo desde 25 metros. Directo a la escuadra. El extremo sevillano, el mejor jugador espa?ol de la tarde, celebr¨® el bombazo con su padrino Sergio Ramos, que lo alz¨® en brazos como si fuera su hijo.
La primera hora de Espa?a no permiti¨® extraer demasiadas conclusiones. En cualquier caso, el planteamiento de los coreanos parece confirmar lo que ya se maliciaban los jugadores de la selecci¨®n: que los partidos del Mundial tendr¨¢n un gui¨®n muy parecido. Es como si el ¨¦xito del Inter en la Liga de Campeones hubiese extendido una sombra de influencia inevitable sobre el f¨²tbol de selecciones. Cunde el modelo de Mourinho. Parece el m¨¢s sencillo de aplicar. Es el camino corto. Es el que exige menos trabajo con bal¨®n y ha quedado patentado como el contraveneno universal frente al estilo del Bar?a y el de Espa?a. En general, es la t¨¢ctica que eligi¨® Corea, que se cerr¨® atr¨¢s con dos l¨ªneas bien pobladas de gente atenta a marcar, a cubrir espacios, a proteger a su portero, y a buscar el error con ataques r¨¢pidos y sorprendentes.
El partido fue un tost¨®n en el que empez¨® destac¨¢ndose Javi Mart¨ªnez . El medio centro se coloc¨® por delante de los centrales con el deber de cubrir el amplio espacio que se abri¨® entre los centrales y los interiores, que fueron Iniesta y Cesc . Al seleccionador, Vicente del Bosque, le pareci¨® oportuno dar minutos de juego a sus dos armadores en proceso de recuperaci¨®n. Iniesta, que contra Arabia jug¨® de extremo izquierdo, se retras¨® al carril del diez y dosific¨® sus intervenciones con mucho cuidado. Cesc, que reapareci¨® despu¨¦s de dos meses tras romperse el peron¨¦, se ubic¨® en el carril del ocho y obr¨® con tanto oficio y precauci¨®n. A los dos jugadores se les not¨® tan pendientes del partido como de cuidar su salud con la mente puesta en Sud¨¢frica. Los cubri¨® el equipo y lo compens¨® el despliegue de Javi Mart¨ªnez, casi siempre bien colocado, batallador, puntual en cada bal¨®n dividido, permanentemente dispuesto a echar una mano.
Los coreanos se replegaron a esperar y en cada salida pusieron a prueba la concentraci¨®n de la defensa espa?ola. Cedieron medio campo y dejaron que Espa?a tuviera el bal¨®n. Cuando robaron, buscaron r¨¢pidamente a sus dos puntas con balones largos a la espalda de Marchena y Albiol . Por ah¨ª entraron como balas Lee Chung y Park Chu, que rompieron dos veces el fuera de juego entrando directamente o tirando paredes con el interior Kim Jae. Los coreanos exploraron la v¨ªa de la segunda jugada, del rechace, del saque de porter¨ªa como arma t¨¢ctica, entre otros recursos de segundo orden. Los centrales espa?oles no siempre desbarataron estas acciones con entereza. Cuando terminaba el primer tiempo Lee Chung se qued¨® solo ante Reina , control¨® el pelotazo, y cuando se dispon¨ªa a fusilar el portero se le anticip¨® sali¨¦ndole a lo Barrufet. El rechace le cay¨® a Park Chu, cuyo remate fue a dar al guante izquierdo de Reina. El segundo portero de la selecci¨®n se agrand¨® antes de irse al vestuario con la sensaci¨®n del deber cumplido. Hab¨ªa impedido el 1-0 en la ocasi¨®n m¨¢s clara del partido hasta entonces. Si Casillas tiene suerte, Reina no volver¨¢ a actuar en lo que queda de Copa del Mundo.
Despu¨¦s del descanso Del Bosque dio entrada a Xavi, Alonso, Pedro y Villa. Con estos elementos el partido gan¨® ritmo. El juego, que hab¨ªa sido un tanto reiterativo, librado a los uno contra uno en las bandas, con Navas monopolizando las penetraciones y los centros, se volvi¨® m¨¢s asociativo. As¨ª, tocando r¨¢pido, lleg¨® mejor Espa?a. As¨ª se desorganiz¨® m¨¢s Corea. Y as¨ª lleg¨® el gol. Lo m¨¢s hermoso de una tarde gris.
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