Un milagro y una maldici¨®n
Herreros rememora el triple que vali¨® la victoria madridista en la final de 2005 en la previa del partido de semifinales entre Caja Laboral y Real Madrid que mide la negaci¨®n del equipo vitoriano para superar los quintos partidos
26 de junio de 2005. Pabell¨®n Fernando Buesa Arena de Vitoria. Quinto y ¨²ltimo partido de la final de la ACB entre el Tau y el Real Madrid. El que gane es campe¨®n de Liga.
A falta de un minuto para el final del partido y con 66-61 a favor del equipo vitoriano, el Real Madrid pierde el bal¨®n y los ¨¢rbitros se?alan una falta antideportiva de Alberto Herreros sobre Macijauskas. El escolta madridista que acababa de entrar en el partido ped¨ªa explicaciones a los colegiados con el gesto desencajado del que intuye que se le escapa su ¨²ltimo tren. El lituano anot¨® los dos tiros libres bajo la banda sonora del 'campeones, campeones' que coreaba el pabell¨®n celebrando, por anticipado, el t¨ªtulo atendiendo a la pasi¨®n y, a la l¨®gica. Prigioni y Calder¨®n aguantaban la posesi¨®n descontando los segundos para alcanzar el t¨ªtulo. Sonko cometi¨® falta sobre Scola. El p¨ªvot argentino fall¨® el primer tiro libre y anot¨® el segundo para situar el marcador en 69-61 con 50 segundos por delante.
Ah¨ª arranca la historia de un milagro. Gelabale logr¨® un triple a falta de 39 segundos (69-64). El TAU fall¨® el siguiente ataque y Hamilton encest¨® en una penetraci¨®n que situaba la diferencia en tres puntos a falta de 19 segundos. Entonces, los nervios y el miedo asaltaron a los locales que perdieron el bal¨®n tras el saque de fondo. Quedaban 14 segundos cuando Prigioni cometi¨® su quinta falta sobre Sonko que solo anot¨® el segundo de sus tiros libres (69-67). Splitter presa del desconcierto lanz¨® directamente fuera el saque de fondo. En el banquillo local a Ivanovic el nerviosismo se le convert¨ªa p¨¢nico, en el visitante, a Maljikovic lo le llegaba la camisa al cuerpo. La pelota lleg¨® a Hamilton sin guiones ni estrategias y a falta de 8 segundos y 5 d¨¦cimas se la entreg¨® a Herreros que aguardaba en un rinc¨®n de la pista para representar el papel protagonista de la pel¨ªcula. "Apenas jugu¨¦ tres minutos. Sal¨ª del banquillo con la idea de tirar todos los balones que me llegar¨¢n aunque luego apenas hubo opciones". Fue su primer y ¨²nico lanzamiento del partido. No hizo falta m¨¢s. "Tuve suerte. Macijauskas se equivoc¨® dej¨¢ndome espacio. Una vez que me permiti¨® levantar la pelota y armar el tiro ya no me import¨® lo cerca o lejos que estuviera". Demasiada licencia para el m¨¢ximo anotador de la historia de la Liga con 9.759 puntos y mejor triplista de la ACB con 1.233 en 654 partidos.
El bal¨®n vol¨® durante seis d¨¦cimas de segundo y entr¨® en la canasta. (69-70). La leyenda convirti¨® aquellas d¨¦cimas en eternidad. Todo lo dem¨¢s est¨¢ recogido en el rostro de la animadora que aparece en la parte inferior derecha de la fotograf¨ªa de aquel lanzamiento. El triple vali¨® la vig¨¦simo novena liga para los madridistas y redimi¨® el palmar¨¦s de Alberto Herreros. El TAU tuvo 6 segundos para arreglar la tragedia. Calder¨®n en su ¨²ltimo partido en la liga espa?ola antes de emprender su marcha a la NBA, cruz¨® toda la pista con m¨¢s desesperaci¨®n que lucidez y ni siquiera lleg¨® a lanzar a canasta. El ¨¦xtasis y la tragedia confluyeron en un pabell¨®n con 9.323 espectadores silenciados por la incredulidad. "Es la derrota m¨¢s dolorosa de mi carrera. Hemos perdido un partido imposible" declar¨® entonces Ivanovic.
Herreros, actual director deportivo del Real Madrid, rememora aquel momento con el orgullo del artista que repasa su obra cumbre pero con la mesura del que teme profanar, por reiteraci¨®n, un recuerdo m¨ªtico. "Fue una final dur¨ªsima que estaba avocada a decidirse en el ¨²ltimo segundo del ¨²ltimo partido. Pero nunca pude imaginar un final as¨ª. Fue inmejorable. Me lo pusieron a huevo para retirarme", bromea.
Aquel quinto partido no fue ni el primero ni el ¨²nico que ha perdido el Baskonia. De hecho, el recorrido estad¨ªstico certifica una maldici¨®n. Los vitorianos nunca han vencido en el quinto partido de una serie ni en ACB ni en Euroliga. Hay hasta ocho precedentes. Las semifinales de 1991-92, 2000-01, 2003-04 y 2006-07 ante el Madrid en las dos primeras ocasiones y ante Estudiantes y Barcelona en las dos siguientes. Los cuartos de la 2002-03 ante Unicaja y la final del triple de Herreros en la 2004-05, son los antecedentes en competici¨®n nacional. En Euroliga, otros dos casos refrendan el maleficio. Los play off de cuartos de final de la pasada temporada ante el Barcelona y la final de la temporada 2000-01 ante el Virtus de Bolonia que por aquel entonces entrenaba Ettore Messina. En seis de los ocho precedentes el entrenador del equipo baskonista era Dusko Ivanovic.
El enfrentamiento de hoy, entre recuerdos y maldiciones, tendr¨¢ menor premio que en 2005. El que venza tan solo habr¨¢ conseguido alcanzar la final en la que espera el, a priori, inalcanzable Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.