Fracaso del atletismo
Dinamarca elimina con buen juego a la poderosa selecci¨®n camerunesa
La ignorancia de ciertos entrenadores, la explosi¨®n muscular de los jugadores, y el a?adido tecnol¨®gico de un bal¨®n el¨¢stico que rebota al m¨ªnimo intento de control, han salpicado el Mundial de partidos vertiginosos. La cadencia de los pases, el ritmo del juego, la nitidez de los controles, se han distorsionado tanto que los partidos se parecen muy poco a los de otras d¨¦cadas. A los viejos aficionados les cuesta reconocer el deporte que se practica en encuentros como el de ayer, cuando Camer¨²n y Dinamarca saltaron al campo. Estas disputas pueden ser divertidas para los no iniciados, pero para los mayores resultan un poco extra?as. Suelen empezar, como ayer, con dos contendientes plet¨®ricos de energ¨ªa y poder que se lanzan a buscar el ¨¢rea contraria a la primera, con grandes desplazamientos, carreras multitudinarias, choques inevitables, rodadas, balones divididos, saltos y remates que suelen irse al primer anfiteatro. As¨ª comenzaron jugando Dinamarca y Camer¨²n. Como el concurso fue de ¨ªndole atl¨¦tica, la l¨®gica hizo que se adelantara el m¨¢s fuerte. Camer¨²n hizo el primer gol.
Camer¨²n 1 - Dinamarca 2
Camer¨²n: Souleymanou; Geremi, Nkoulou, Bassong (Idrissou, m.72), Assou-Ekotto; Mbia, A. Song, Enoh (Makoun, m.46); Emana, Eto'o, Webo (Aboukar, m.79).
Dinamarca: Sorensen; Jacobsen, Kjaer, Agger, S. Poulsen; Rommedahl, C. Poulsen, Jorgensen (Jensen, m.46), Gronkjaer (Kahlenberg, m.67); Tomasson (Jacob Poulsen, m.87), Bendtner.
Goles: 1-0, m.10: Eto''o; 1-1, m.33: Bendtner; 1-2, m.61: Rommedahl
?rbitro: Jorge Larrionda (URU), amonest¨® a los cameruneses Bassong y Mbia y a los daneses Sorensen y Kjaer
Incidencias: Encuentro del grupo E de la primera fase del Mundial de Sud¨¢frica disputado en el Loftus Versfeld de Pretoria ante unos 48.000 espectadores.
Poulsen y sus compa?eros se equivocaron de libreto. En lugar de conservar la pelota y ensanchar el campo, resolvieron medirse a unos tipos que les doblaban en peso, potencia, resistencia y capacidad muscular. Dinamarca fue al choque y el partido salt¨® de ¨¢rea a ¨¢rea para entretenimiento de la concurrencia. Por el camino, los daneses comenzaron a sentirse asfixiados. En plena hiperventilaci¨®n, el portero, Sorensen, se olvid¨® de las leyes fundamentales de su oficio y cometi¨® la necedad de entregarle la pelota a Poulsen, rodeado por tres rivales en el balc¨®n de su propia ¨¢rea. Poulsen se quit¨® la pelota del medio abri¨¦ndola a la banda y se la dio a Eman¨¢, que centr¨® a Eto'o.
Que Geremi se encargara de marcar los tiempos de Camer¨²n explica ese aire de estampida que ten¨ªan las maniobras del equipo africano. Frente a la aceleraci¨®n constante de su oponente, y puesto que no le quedaba aire, Dinamarca resolvi¨® poner la pausa. No tiene jugadores brillantes, pero conocen su trabajo y resolvieron hacerlo bien. Poulsen toc¨®, Rommedhal se abri¨® a la derecha, Gronkjaer a la izquierda, Jorgensen apoy¨® entre l¨ªneas con la colaboraci¨®n de Tomasson, y los centrales ofrecieron salidas limpias. A Camer¨²n no le qued¨® m¨¢s remedio que seguir corriendo en busca de un robo y un contragolpe. Corri¨® mucho. Incluso para los par¨¢metros africanos. Poulsen concret¨® sus buenas intenciones con un pase con freno de 50 metros a Rommedhal. El extremo control¨® cerca de la l¨ªnea de fondo, centr¨® y Bendtner la meti¨® con el exterior, venciendo a Bassong y a Hamidou.
El gol de Bendtner fue el principio de la agon¨ªa de los cameruneses. Sin orden ni pelota, los compa?eros de Eto'o sufrieron un desgaste insoportable. Otro pase de Poulsen a Rommedhal fue resuelto por el extremo con un recorte y un remate de zurda al segundo palo. Camer¨²n se qued¨® sin aliento y fuera del Mundial.
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