El trofeo de Cannavaro

El 9 de julio de 2006 hubo unos segundos en el que el mundo entero le mir¨® a ¨¦l. En torno a las once de la noche de aquel s¨¢bado en Berl¨ªn, Fabio Cannavaro (N¨¢poles; 1973) recibi¨® la Copa del Mundo. Su equipo acababa de vencer a Francia en una final que pasar¨¢ a la historia como la del cabezazo de Zidane. Casi nadie apostaba al principio del Mundial por aquella Italia de Lippi. Pero, como casi siempre, all¨ª estuvieron y ganaron. Y en medio de toda aquella explosi¨®n de j¨²bilo estaba un napolitano bajito, de cejas pobladas y sonrisa marca de la casa que, a los 33 a?os, vivir¨ªa su particular a?o en la cumbre. Nadie se acordaba entonces de los meses previos en los que el esc¨¢ndalo hab¨ªa salpicado a su club, el Juventus, ni de los pitidos de algunos tifossi italianos, que no le quer¨ªan como jugador de la selecci¨®n y que le abuchearon durante los entrenamientos previos al Mundial de Alemania. Aquella noche de verano, Cannavaro se acost¨® como el capit¨¢n de la selecci¨®n campeona del Mundo y, por si se le olvidaba, meti¨® el trofeo en su cama junto a uno de sus hijos.

Diez d¨ªas despu¨¦s, el capit¨¢n de la azzurra fich¨® por el Madrid y se uni¨® a un vestuario repleto de estrellas. Comenzaba una nueva etapa en la carrera de este defensa en¨¦rgico que inici¨® su andadura en el N¨¢poles en 1992 y pas¨® por el Parma, donde logr¨® dos Copas y una Supercopa, sus ¨²nicos t¨ªtulos nacionales antes de llegar al Madrid, al Inter y a la Juve.

En su primera temporada en Espa?a, gan¨® la Liga y en el mes de noviembre recibi¨® el Bal¨®n de Oro como recompensa a su trabajo en el que fue su tercer Mundial. Fue el tercer defensa de la historia que recibi¨® el galard¨®n -previamente lo hab¨ªan obtenido Franz Beckenbauer en 1972 y 1974, y Mathias Sammer en 1996- y la decisi¨®n de la revista France Football no estuvo exenta de pol¨¦mica. Mucha gente no entendi¨® cu¨¢les eran los m¨¦ritos de este defensa con experiencia y oficio en la primera l¨ªnea para ser distinguido como el mejor del mundo, pese a que la retaguardia de Italia solo concedi¨® dos goles en el Mundial. Entend¨ªan, los futboleros, que solo se premiaba su campeonato mundial y no la temporada regular. "Es de chiste", dijo el camerun¨¦s Eto'o. "El premio deja a todo el mundo confuso", opin¨® el ex seleccionador Jos¨¦ Antonio Camacho. Y hasta elque fue t¨¦cnico de Italia, Cesare Maldini, critic¨® el premio: "Se lo han dado a Cannavaro por ser el capit¨¢n del campe¨®n". Contento con los 173 votos que le valieron el primer puesto por delante de Buffon (124) y Henry (121), Cannavaro sali¨® con su mejor sonrisa a recoger el galard¨®n y despreci¨® las cr¨ªticas con un "Me importa poco la pol¨¦mica", que ocup¨® los titulares del d¨ªa. Al a?o siguiente, Cannavaro consigui¨® los dos ¨²ltimos t¨ªtulos que figuran hasta ahora en su palmar¨¦s: otra Liga espa?ola y una Supercopa.

Su ciclo en el Madrid, al que hab¨ªa llegado como fichaje estrella del presidente Ram¨®n Calder¨®n, concluy¨® con la vuelta de Florentino y el italiano anunci¨® su fichaje por el Juventus el verano pasado. Desde hace unos d¨ªas, ya es jugador del Al-Ahli de los Emiratos ?rabes, lo que le convierte en el ¨²nico jugador de la azzurra que no milita en un equipo del Calcio. Cannavaro, cerca de los 37 a?os, ha anunciado que tras este Mundial dejar¨¢ la selecci¨®n. De momento, con 134 partidos a sus espaldas, cuatro Mundiales y dos Eurocopas, el cinco de Italia dirigir¨¢ hoy de nuevo la defensa de los transalpinos. Una vez m¨¢s, saltar¨¢ con el brazalete de capit¨¢n creyendo que Italia tiene capacidad para sorprender al mundo. Lo crey¨® en 2006 y le sali¨® bien.