Italia busca volver a ser Italia
Tras la eliminaci¨®n y las cr¨ªticas, el campe¨®n abre el debate sobre su futuro
Italia disfruta con los juicios sumarios. Es lo que mejor saben hacer en el pa¨ªs transalpino. M¨¢s si el d¨ªa siguiente a una de las p¨¢ginas m¨¢s horrorosas del f¨²tbol nacional te despiertas con una huelga general. Y claro, hay tiempo para todo. Para hacer un listado de las culpas de Lippi. Para hacer chistes en las redes sociales -?en Facebook hoy circulaba una foto del reci¨¦n casado Antonio Cassano que pon¨ªa: "Hay alguien en las Islas Fiji (all¨ª ha viajado para el viaje de novios) que se estar¨¢ descojonando"- y para organizar sondeos en las webs. Hab¨ªa uno en el Corriere della Sera que preguntaba: "?Qui¨¦n debe construir la nueva Italia?". Los italianos lo tienen claro: Balotelli encabezaba la lista con el 13,7% de los votos, seguido por Cassano (11,1%) y Quagliarella (9%).
Los dos primeros han sido descartados por Marcello Lippi. "Cassano jug¨® dos Eurocopas y no recuerdo que gan¨¢ramos ninguna. Balotelli tiene que aprenderlo todo en esta vida", espet¨® Fabio Cannavaro ayer, antes de encabezar, por ¨²ltima vez, la expedici¨®n de vuelta a casa. La azzurra llega ma?ana por la ma?ana. "Cuando las cosas van mal, todos se acuerdan de los ausentes... tampoco es eso, pero s¨ª creo que Lippi dej¨® en casa figuras importantes como Cassano o el mismo Totti", coment¨® hoy el m¨ªtico Franco Baresi en un chat en EL PA?S.
En medio del juicio sumario, Gianni Mura, escritor y uno de los periodistas m¨¢s respetados del pa¨ªs, hablaba hoy en La Repubblica de una Italia "cloroformizada" a la que le ha faltado todo. "Creo que Lippi nunca ha sentido suya a esta selecci¨®n", analizaba Mura. En el Corriere le criticaban, en cambio, por haber querido sobrevivir en la mediocridad. "Se cre¨ªa que iba a poder maquillarla con su omnipotencia, personalidad y una pizca de esp¨ªritu mundial. Pues no, peor que la humillaci¨®n contra Corea hace 44 a?os", dec¨ªa en el diario milan¨¦s.
Lippi dej¨® la selecci¨®n tras la victoria en el Mundial de Alemania 2006. Se march¨® desafiante. Le molest¨® lo que se hab¨ªa comentado del Moggigate ?-su hijo, representante de futbolistas fue investigado- y consider¨® que hab¨ªa aguantado lo suficiente. Volvi¨® tras la debacle de la Italia de Donadoni en la Eurocopa de 2008. El problema es que para ¨¦l, mientras, el tiempo se hab¨ªa parado. Sigui¨® confiando en el grupo de siempre (o sea el bloque de la Juve), pero con cuatro a?os m¨¢s y encima despu¨¦s de haber protagonizado una de sus peores temporadas. Cre¨ªa que podr¨ªa hacerlos rendir a base de motivaci¨®n. Es precisamente lo que no ha conseguido. "Si este equipo entra al campo con terror en las piernas, en el coraz¨®n y en la cabeza en la cita m¨¢s importante la culpa es m¨ªa que no he sabido prepararlo", explic¨®.
Lo preocupante -m¨¢s all¨¢ de que, por primera vez, Italia se marcha de un Mundial sin haber ganado un partido- es que no ha sabido ver las se?ales, que las hubo, a tiempo. La azzurra no gana desde noviembre de 2009. Ha perdido poder ofensivo. Y ni siquiera sabe hacer lo que la distingu¨ªa: defender. Ha encajado cinco goles en tres partidos y con selecciones menores. Ahora empieza la era Prandelli. Y en Italia, pa¨ªs de los juicios colectivos, piden que no se le pidan milagros. "Hay material para contruir un equipo competitivo. Solo falta que Prandelli sepa transmitir confianza y seguridad. Lo que no ha tenido esta Italia de Lippi", dice Baresi.
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