Felipe Melo, rojas y rosas
La expulsi¨®n del centrocampista brasile?o, tras pisar a Robben en el suelo, pone de relieve el lado m¨¢s duro del jugador del Juventus
Todo Brasil mira ahora a Felipe Melo (Volta Redona; 1983). Corr¨ªa el minuto 73 del partido de cuartos de final entre Holanda y Brasil y la Oranje hab¨ªa conseguido remontar el gol inicial de Robinho. Robben, como siempre, tra¨ªa de cabeza a la defensa rival, regateando hasta a su sombra. Hasta que a Felipe Melo -que hab¨ªa dado el pase del gol brasile?o- se le acab¨® la poca paciencia que siempre ha tenido. No le bast¨® con soltarle dos patadas al extremo del Bayern, que le pis¨® el muslo una vez cay¨® al suelo, cuando la pelota ya no estaba en juego. El colegiado le mostr¨® la tarjeta roja y con ella se esfumaban tambi¨¦n muchas de las opciones de la canarinha de continuar en el campeonato. As¨ª fue.
No es la primera vez que Felipe Melo se emplea con violencia sobre el campo. En este mismo Mundial, en el ¨²ltimo partido de la fase de grupos en el que se enfrentaba a Portugal, Dunga se vio obligado a sustituirle antes de que terminara la primera parte. Melo, pasado de revoluciones y con una amarilla, parec¨ªa decidido a ganarse la expulsi¨®n. Este a?o ha visto dos cartulinas rojas en el Juventus. Sin embargo, la de hoy, a buen seguro, ser¨¢ la m¨¢s importante de su carrera.
Felipe Melo debut¨® como profesional a los 18 a?os, en el Flamengo brasile?o. Tras pasar por otros dos clubes de su pa¨ªs natal, el Cruzeiro y el Gremio, comenz¨® a llamar la atenci¨®n de los equipos europeos. En el a?o 2005, fich¨® por el Mallorca. No cont¨® con muchos minutos en el equipo balear y despu¨¦s de seis meses, tras haber disputado solo ocho encuentros, recal¨® en el Racing de Santander. Tras dos temporadas en el conjunto c¨¢ntabro, volvi¨® a cambiar de aires, y fue el Almer¨ªa el que se hizo con sus servicios. Fue en el conjunto andaluz donde su carrera despeg¨® definitivamente. Disput¨® 34 partidos de Liga, en los que marc¨® siete goles porque por entonces todav¨ªa se desempe?aba como un medio ofensivo, de enganche con la delantera.
Los grandes europeos llamaron a su puerta. Fue el Fiorentina, previo pago de 13,5 millones de euros, quien se hizo con el codiciado jugador. Fiel a su tradici¨®n de trotamundos, tampoco estuvo mucho tiempo en su nuevo destino. El verano pasado, el Juventus logr¨® contratarle. Su valoraci¨®n segu¨ªa creciendo y el conjunto de Tur¨ªn tuvo que desembolsar 18,5 millones de euros, adem¨¢s del traspaso de Cristiano Zanetti y de Marco Marchionni.
Debut¨® con Brasil en febrero de 2009. Para la Copa Confederaciones de ese verano ya se hab¨ªa hecho con un puesto y disput¨® los cinco partidos del torneo, del cual Brasil sali¨® campe¨®n. Dunga, que tras la derrota contra Holanda no seguir¨¢ al cargo del equipo, siempre ha mostrado una confianza plena en Melo y le ha hecho ser titular en todos los partidos del Mundial de Sud¨¢frica.
Pese a su fama de jugador duro, Melo se describe como un rom¨¢ntico a la antigua usanza. "La gente puede pensar que tengo una cara desagradable, pero me gusta mandarle flores y cartas a mi mujer, y tambi¨¦n recibirlas. De hecho, me enfado si no ocurre", ha explicado. Sin embargo, resulta m¨¢s natural o¨ªrle hablar de sus tareas defensivas. "Si tengo que hacer una falta, la har¨¦. Si tengo que ver una tarjeta amarilla, tambi¨¦n. Es mejor que conceder un gol". Ante Holanda, ha ido demasiado lejos, traicionando su propio lema y mermando las posibilidades de su equipo con la expulsi¨®n. Cuando vuelva a Brasil parece dif¨ªcil que vaya a recibir las flores que tanto asegura apreciar.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.