La magia est¨¢ por venir

Hay circunstancias en la vida en las que importa m¨¢s el continente que el contenido. Hoy era uno de esos d¨ªas. El Madrid estrenaba casa: la Caja M¨¢gica. Tras seis temporadas haciendo el pase¨ªllo en Vistalegre, la secci¨®n de baloncesto, realizaba la d¨¦cima mudanza en sus casi 80 a?os de historia. Todo ol¨ªa a nuevo, todo brillaba, pero todo ten¨ªa un punto de extra?eza. Se notaba el esmero de todos los responsables del club en atender a una afici¨®n desubicada que se acercaba con reticencias al recinto.

Se despidieron de la 'Plaza M¨¢gica', sin saberlo, en el cuarto partido de las semifinales del curso pasado ante el Caja Laboral. Fue un viernes 4 de junio y apenas una pancarta en uno de los fondos apelaba a la nostalgia: "Vistalegre cuna de un sentimiento", rezaba. Hoy todo ten¨ªa la frialdad y las incertidumbres de las primeras veces. ?Est¨¢ muy lejos? ?Se tarda mucho en llegar? Eran las preguntas del d¨ªa, que igual val¨ªan para encontrar el nuevo pabell¨®n que para reclamar la magia al segundo proyecto de Ettore Messina.

Durante el calentamiento del equipo, el t¨¦cnico italiano y Prigioni, con el brazo en cabestrillo, escenificaron su entente cordial tras el rifirafe en la primera jornada con una charla de gestos serios y gesticulaciones pedag¨®gicas.

Ya en la pista, la primera canasta en la Caja M¨¢gica fue un triple de Carlos Su¨¢rez. Met¨¢fora de los nuevos tiempos. El alero ex estudiantil prolong¨® las buenas sensaciones de su estreno en el derbi que abri¨® la temporada. Fue el m¨¢ximo anotador del primer tiempo con 11 puntos, bien secundado por Reyes y Llull, y se gan¨® los primeros coros de la afici¨®n: "Carlos Su¨¢rez, madridista es", cantaban. El primer tiempo concluy¨® con 47-39, buenas maneras de los locales y pocas certezas.El Manresa mantuvo la cara durante apenas 20 minutos, haciendo la goma, gracias al acierto de Dani L¨®pez y a los triples de Gladyr. A¨²n as¨ª, siempre prim¨® la sensaci¨®n de que el partido quedar¨ªa decidido en cuanto el Madrid se pusiera manos a la obra.

Al descanso, los espectadores buscaban la cafeter¨ªa, los periodistas la conexi¨®n wi-fi y Messina los ajustes para apuntarse la segunda victoria de un equipo en construcci¨®n. De momento, la arquitectura de Messina pasa por dar confianza a Sergio Rodr¨ªguez, por entregar los galones a Reyes y Llull y por entregarse al gran momento de Su¨¢rez, por encima de las expectativas. M¨¢s all¨¢ de eso, pareci¨® esbozarse un claro prop¨®sito de rodaje con el renqueante Tomic y el enigm¨¢tico Velickovic y, un inter¨¦s por la integraci¨®n de Vidal. Fisher y Tucker actuaban de meritorios aportando puntos dentro y fuera de una zona manresana defendida tras el descanso con poco acierto y menos esp¨ªritu. Un parcial de 21-9 en el tercer cuarto decidi¨® un partido sin sustancia ni magia que quedar¨¢ para la historia como la primera actuaci¨®n del Madrid en su nuevo escenario. Con el marcador roto, Messina otorg¨® minutos de fogueo y lucimiento al joven Mirotic.