Triunfo sin brillo del Real Madrid

El Real Madrid gan¨®, 87-82, al Blancos de Rueda Valladolid pero no pudo reivindicar su mejor juego en un partido en el que los castellanos no demostraron el cuarto puesto con el que llegaron a Madrid. El equipo de Ettore Messina sali¨® todav¨ªa bajo los efluvios de la derrota europea. Dio la sensaci¨®n de querer contrarrestar cuanto antes los efectos devastadores de su falta de tino en B¨¦lgica, pero los primeros minutos no supusieron ning¨²n alivio en este sentido.

Apoyado en una buena defensa, gracias a la poca proyecci¨®n ofensiva del Blancos de Rueda Valladolid en los primeros compases, el Real Madrid naufrag¨® en ataque, poco ayudado por el ant¨¢rtico ambiente de la Caja M¨¢gica. El equipo de Pucela no justific¨® el cuarto puesto de la clasificaci¨®n y gracias a eso el Madrid no not¨® una excesiva presi¨®n en el marcador.

Dos triples consecutivos de Garbajosa y Tucker dieron alas a los locales que consiguieron sus primeras ventajas significativas (21-12, min. 9), al mismo tiempo que se quitaban cierto peso de encima, al comprobar que, efectivamente, el triple es posible y que el aro no era un cuerpo s¨®lido e impenetrable desde m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de 6,75 metros. En los primeros minutos del segundo cuarto, coincidiendo con una salida en zona de los vallisoletanos, el Real Madrid consigui¨® su m¨¢xima ventaja, 31-17 (min. 12.45), con Tucker firmando sus mejores minutos en su asociaci¨®n con Tomic.

Sergio Rodr¨ªguez sigue demostrando que su vuelta a Europa est¨¢ siendo m¨¢s complicada de lo previsto. Mejor¨® en tiro, en rapidez de bote, pero sigue sin dirigir al equipo, una faceta en la que cuando se fue tampoco era el mejor. Sin hacer un gran partido y sin que el Blancos de Rueda mostrara nada en especial, salvo las buenas maneras de Slaughter, Robinson y Barnes, el Real Madrid se march¨® a vestuarios con una ventaja de nueve puntos, 43-34, y la sensaci¨®n de que no hab¨ªa lavado sus pecados belgas.

Esta sensaci¨®n se hizo m¨¢s patente cuando a los dos minutos del tercer periodo, el equipo de Messina not¨® el aliento en el cogote de su rival, 45-43. Las ideas en ataque no flu¨ªan y la sensaci¨®n de falta de chispa cada vez fue m¨¢s evidente. Con el empate a 47 (min. 23.45), todos quedaron convencidos de que lo realmente importante era el triunfo y que las reivindicaciones, de juego, de tiro, de actitud y de cualquier otra ¨ªndole deber¨ªan quedar para mejor ocasi¨®n.

Un parcial de 13-3 en cuatro minutos enderez¨® el rumbo del partido de nuevo, y otra vez desde la defensa, que posibilit¨® mejores opciones de ataque y m¨¢s tranquilidad para ejecutarlas. Ocho puntos de margen, 64-56, fueron los que consigui¨® el Real Madrid para afrontar el ¨²ltimo cuarto. Los castellanos volvieron a colocarse en zona y esta vez funcion¨® pese al acierto inicial en el tiro de Carlos Su¨¢rez. El Madrid se puso nervioso en ataque, se ceg¨® en la circulaci¨®n del bal¨®n y dio vida, 71-69 a falta de 4 minutos, a un Blancos de Rueda que demostr¨® poco adem¨¢s de aplomo y fortaleza mental.

Un nuevo tir¨®n de los locales de la mano de los habituales Su¨¢rez, Reyes y Llull fue suficiente para conseguir la victoria. Las reivindicaciones de juego y tiro quedar¨¢n para mejor ocasi¨®n.