Un rondo para llegar a octavos
Dos goles de Pedro y otro de Messi confirman el pase del Bar?a en Atenas como campe¨®n de grupo
El Bar?a certific¨® el pase a octavos de final de la Champions como campe¨®n del grupo D con una contundente victoria en Atenas, la primera de su historia. La derrota del Copenhague en Kaz¨¢n abr¨ªa de par en par las puertas de la clasificaci¨®n para el equipo de Guardiola, que no dej¨® escapar la oferta. Necesitaba ganar y lo hizo recuperando una sensaci¨®n un tanto olvidada: no ganaba a domicilio en la Copa de Europa desde el 9 de noviembre del a?o pasado, ante el Dinamo de Kiev (1-2). Los azulgrana fueron ayer mucho m¨¢s conjunto que el Panathinaikos despu¨¦s de dos visitas sin marcar. Lo que no lograron Rivaldo, Kluivert, Ronaldinho ni Deco lo consigui¨® Pedro, que abri¨® y cerr¨® el marcador y, claro, Messi, que con el de anoche encadena once partidos consecutivos celebrando al menos un gol.
PANATHINAIKOS 0 - BARCELONA 3
Panathinaikos: Tzorvas; Vyntra, Boumsong, Kant¨¦, Spyropoulos; Katsouranis (Plessis, m.67), Gilberto Silva; Marinos (Dimoutsos, m.46), Luis Garc¨ªa (Petropoulos, m.63), Christodopoulos; y Ciss¨¦.
FC Barcelona: Vald¨¦s, Dani Alves, Piqu¨¦ (Abidal, m.71), Puyol, Adriano (Maxwell, m.76), Mascherano, Xavi (Keita, m.71), Iniesta, Pedro, Villa y Messi.
Goles: 0-1, m.27: Pedro. 0-2, m.62: Messi. 0-3, m.69: Pedro.
?rbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Mostro cartulina amarilla a Piqu¨¦ (m.31) y a Dimoutsos (m.66).
Incidencias: Asistieron al encuentro unos 68.000 espectadores en partido de la quinta jornada, de la primera fase de la Liga de Campeones, grupo D, disputado en el estadio OACA Spyros Louis. El partido dio comienzo con unos minutos de retraso, debido a que la red de la porter¨ªa de Vald¨¦s estaba agujereada y tuvo que ser reparada. En el minuto 79, el ¨¢rbitro par¨® el juego debido a que un espont¨¢neo salt¨® al c¨¦sped y fue interceptado por las fuerzas de seguridad cuando se dirig¨ªa a Leo Messi haci¨¦ndole un gesto despectivo. Dos minutos m¨¢s tarde, volvi¨® a parar el partido, despu¨¦s del lanzamiento de cohetes, petardos y bengalas desde uno de los fondos.
Dada la diferencia de potencial, el Bar?a se probaba a si mismo desde la exigencia mental, marcada por el cl¨¢sico del lunes. El reto era demasiado importante como para distraerse del objetivo y el equipo demostr¨® tenerlo claro desde un buen principio. Sali¨® al campo muy metido en faena, con Adriano en el lateral izquierdo ?disfrutando as¨ª de sus primeros minutos en la Champions? y Mascherano ejerciendo de jefecito en el pivote.
Desde el inicio del partido, que comenz¨® con retraso porque el lateral de la red de una de las porter¨ªas ? la que defend¨ªaVald¨¦s en la primera parte?, apareci¨® rota y fue necesario echarle un remedio, el Barcelona cogi¨® la pelota e impuso la ley del pase: 746 en total y 18 remates. Ordenadito en un 4-4-2 muy cl¨¢sico, el equipo de Ferreira, que se estrenaba en el banquillo de los verdes atenienses, jug¨® sus pobres cartas con la esperanza de ganar una mano en el contragolpe que nunca se mereci¨®. Con sobrada impunidad, el Barcelona impuso la ley del toque a base de rondos eternos, de m¨¢s de tres minutos en muchas ocasiones, con la paciencia de quien sab¨ªa que antes o despu¨¦s, encontrar¨ªa el hueco que le llevar¨ªa al gol.
Con una defensa muy adelantada, el Barcelona inclin¨® el campo y empez¨® a tocar con la misma paciencia que le aguardaba en su frontal del ¨¢rea el Panathinaikos. Los griegos confiaron las opciones de gol a la posibilidad de que Ciss¨¦ cazara un pelotazo cruzado a la espalda de los centrales. Y as¨ª ocurri¨®, en el minuto 20, cuando Christodopoulos lanz¨® una piedra, los centrales rompieron la defensa en l¨ªnea y el franc¨¦s les ofreci¨® el dorsal a Puyol y Piqu¨¦. Al reto del franc¨¦s compareci¨® Vald¨¦s, enorme como tantas veces, providencial en una intervenci¨®n que decide un partido. Fue la ¨²nica vez que el Panathinaikos puso en apuros al cancerbero catal¨¢n.
Estaba escrito que era cuesti¨®n de tiempo que el dominio territorial del Barcelona se tradujera en gol. Lo impidi¨® en un principio Tzorvas, a remate de Adriano, con una espectacular mano cambiada, suerte que domina a la perfecci¨®n, porque volvi¨® a recurrir a ella m¨¢s tarde, primero a tiro de Villa y, ya en el segundo tiempo, cuando Adriano lo prob¨® por segunda vez. Pero la gloria, en Atenas, estaba reservada a Pedrito, que ayer, en el mismo escenario donde Hicham el Guerruj se convirti¨® en referente ol¨ªmpico al ganar la medalla de oro en los 1500 metros y en los 5000, se gan¨® un sitio en la historia al convertirse en el primer jugador del Bar?a en marcar en un gol en Atenas. Pedro solvent¨® un tuya m¨ªa con Alves con un disparo cruzado, al que Tzorvas no pudo dar respuesta. Iban 26 minutos de partido y salvo el resultado en el marcador, nada cambio a partir de ese momento porque el partido fue de principio a fin un elogio al rondo.
Toc¨® y toc¨® el Barcelona, en combinaciones eternas. Si de vez en cuando, la zaga del Panathinaikos escup¨ªa el bal¨®n, en un soplido el Barcelona recuperaba el control y, cada dos por tres, exig¨ªa al portero griego. En una de esas, minuto 62 de partido, recuper¨® la pelota Alves y 26 segundos y ocho pases despu¨¦s, Messi empuj¨® la pelota a la red tras la asistencia de Adriano. Una jugada parecida, esta vez con asistencia de Iniesta, habilit¨® a Pedro, que visualiz¨® la manifiesta superioridad del Bar?a con el 0-3, colof¨®n a un rondo enorme que mete al Barcelona en octavos como campe¨®n de grupo.
Los goles azulgrana fueron tan exquisitos como desagradable result¨® el comportamiento de una parte del p¨²blico, que tir¨® bengalas y petardos mientras un hincha saltaba al campo para dedicarle una peineta a Messi. Los azulgrana, con Iniesta al mando, ni se inmutaron tras una actuaci¨®n silenciosa, marca de la casa.
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