Navas rescata al Sevilla

Respir¨® el Sevilla, asistido por Navas y Kanout¨¦, para ganar a Osasuna y poner fin as¨ª a una negativa racha de cinco derrotas consecutivas. Esboz¨®, adem¨¢s, el equipo andaluz, una t¨ªmida recuperaci¨®n, solo t¨ªmida, pues muchos fueron los apuros para obtener el triunfo final. Pasito a pasito, el Sevilla debe mejorar, pero todav¨ªa le queda mucho para conseguir el objetivo de la clasificaci¨®n para la Liga de Campeones. Con Navas, sin duda, y el oficio de Kanout¨¦, todo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil.

Anda el sevillismo tan deprimido, tan necesitado de alegr¨ªa, que el solo anuncio de la alineaci¨®n titular de Jes¨²s Navas impregn¨® Nervi¨®n de una aureola festiva. El campe¨®n del mundo regresaba al equipo inicial despu¨¦s de tres meses y medio de lesi¨®n, y su vuelta se tradujo en una salida en tromba del Sevilla con tres ocasiones clar¨ªsimas de gol que tuvieron su g¨¦nesis en tres internadas del extremo internacional. Siempre ayudado por Kanout¨¦, Navas mostr¨® muy pronto su altura para regocijo del p¨²blico y de un entrenador, Gregorio Manzano, que continu¨® con su particular danza en cada alineaci¨®n, ahora dejando en el banquillo a Mart¨ªn C¨¢ceres y Luis Fabiano.

Mostraba el partido a un Sevilla con ganas, articulado en torno a una pareja, Navas-Kanout¨¦, que acab¨® decantando el partido en el minuto 35. Hab¨ªa remitido el acoso local gracias a las certeras intervenciones de Ricardo, pero la zaga de Osasuna, machacado por las bajas y con un perfil m¨¢s que discreto, se quebr¨® ante un portentoso salto de Kanout¨¦.

El delantero remat¨® a gol un preciso pase de Navas, ahora a bal¨®n parado. A diferencia de otros partidos, en los que el Sevilla asisti¨® a un enloquecimiento de los encuentros de los que sali¨® escaldado, el cuadro de Manzano prefiri¨® enfriar el juego. Ayudaba en esta faceta Osasuna, un equipo sin alma fuera del abrigo que le proporciona el Reyno de Navarra. Tan fiero en su estadio, llama la atenci¨®n la debilidad con la que se despacha lejos de Pamplona, donde Camacho no duda en alinear a dos laterales en banda izquierda, caso de Oier y Dami¨¤.

C¨®modo con el desarrollo del partido, el Sevilla no se vio ante la necesidad de matarlo porque Osasuna apenas inquietaba. Manzano tambi¨¦n lo vio claro y, consciente de la importancia del triunfo, sac¨® del campo al inoperante Negredo para fortalecer la medular con la presencia de Renato. Ni las medidas tomadas desde el banquillo ni la inoperancia de Osasuna pudieron evitar la ansiedad en el Sevilla. Palop sali¨® decidido ante una internada de Sola y el conjunto navarro, solo a base de empuje, puso en apuros a un rival sobre el que pesaba la racha de cinco derrotas seguidas en la Liga.

Sevilla 1 - Osasuna 0