Ronaldinho ficha por el Flamengo

Ronaldinho vuelve a Brasil. El Flamengo, club de Rio de Janeiro, anunci¨® ayer (la madrugada de hoy en Espa?a) en su p¨¢gina web el fichaje del media punta procedente del equipo italiano AC Milan. Finaliza as¨ª la experiencia europea del jugador brasile?o, despu¨¦s de 10 a?os en los que ha alcanzado el ¨¦xito mundial. Ganador del Bal¨®n de Oro en 2005 y dos veces del FIFA World Player (2004 y 2005), cuando vest¨ªa la camiseta del Barcelona, Ronaldinho consigui¨® con el club cul¨¦ dos Ligas (2005 y 2006) y una Liga de Campeones. Cuando lleg¨® a Espa?a en 2003, despu¨¦s de dos temporadas en el Paris Saint-Germain, ya hab¨ªa conocido la dicha de ganar con Brasil un Mundial de F¨²tbol, en 2002 en Jap¨®n y Corea del Sur.

El Gaucho, que cumplir¨¢ 31 a?os el pr¨®ximo 21 de marzo, ha dejado claro que su regreso a casa no representa un retiro dorado. "La afici¨®n puede esperar mucho cari?o por mi parte. Ya he percibido ese sentimiento desde mi llegada a Rio de Janeiro. La gente, los aficionados me lo han dado. Ya me puedo imaginar el estadio lleno. Pueden esperar lo mejor de m¨ª porque he vuelto a Brasil a jugar con el Flamengo para darlo", ha asegurado.

Tambi¨¦n ha declarado que su firme intenci¨®n es trabajar para volver a la selecci¨®n, despu¨¦s de la exclusi¨®n que sufri¨® en el Mundial 2010 de Sud¨¢frica. Algunos clubes brasile?os, como el Gremio o el Palmeiras, y el Blackburn ingl¨¦s se hab¨ªan interesado por el futbolista en las ¨²ltimas semanas.

Su permanencia en el Calcio se ha cerrado despu¨¦s de dos a?os y medio entre luces y sombras. Querido por el presidente del Milan, Silvio Berlusconi, que le fich¨® del Barcelona justo antes de que empezara la era Guardiola, el brasile?o vivi¨® dos temporadas en la que no faltaron momentos de su antigua magia y en las que sum¨® 65 partidos en Liga y marc¨® 20 goles.

Esta temporada, con la llegada al Milan del entrenador Massimiliano Allegri como nuevo entrenador, Ronaldinho perdi¨® definitivamente la titularidad y ha pasado los ¨²ltimos tres meses languideciendo en el banquillo.