Estados de necesidad

Cada cual mira por su salud, revisa su historial y se hace los an¨¢lisis oportunos, aunque al final todos llegan al mismo diagn¨®stico: el mejor antibi¨®tico es ganar. La Real de Lasarte y el Osasuna de Camacho han ido por distintos caminos para llegar al mismo objetivo cuando Turienzo ?lvarez, un vizca¨ªno, indique que ruede el bal¨®n a partir de las cinco de esta tarde.

En la consulta de la Real se habla del pasado reciente y antiguo. Duele el Bernabeu (4-1), no tanto por el volumen de la derrota como por la par¨¢lisis defensiva que favoreci¨® varios de los goles rivales. El problema de la Real no es que fuera inferior, sino que pareciera un flan, un equipo aculado en su ¨¢rea, con todo el riesgo que supone ante una infanter¨ªa tan acreditada como la madridista. No fue, aun as¨ª el peor de los males, porque la derrota era previsible, no esperada, que son cosas distintas, pero sembr¨® las dudas en el equipo guipuzcoano.

Asunto olvidado, dicen en Zubieta, donde prefieren en recordar el pasado antiguo, aquel 3-1 en el Reyno de Navarra al que Mart¨ªn Lasarte ha calificado como "el peor partido de la temporada". Y eso que la Real comenz¨® adelant¨¢ndose en el marcador, con un gol de Tamudo, el sue?o de cualquier equipo visitante, pero antes del descanso los rojillos hab¨ªan volteado el marcador, finalmente ratificado en la segunda mitad.

Lasarte, por eso, prefiere el terreno an¨ªmico m¨¢s que el coraje: "El ¨¢nimo de revancha tiene que ser con nosotros mismos" y recuerda que Osasuna "es un rival diferente" a todos los que les han visitado hasta ahora, "muy f¨ªsico y con mucho poder a¨¦reo". Lasarte quiere que la Real se pique consigo misma y se quite de cuidados pret¨¦ritos. Su situaci¨®n en la tabla resulta c¨®moda, pero se justifica cada semana. Cualquier traspi¨¦s te acerca al precipicio o, cuando menos, te llena de dudas.

Parecidas dudas tiene Osasuna, tan f¨¦rreo en su campo como inofensivo a domicilio, donde a¨²n no ha ganado. Dami¨¤, que podr¨ªa volver a la convocatoria y quiz¨¢s al once inicial, apela al car¨¢cter psicol¨®gico del f¨²tbol que, en su opini¨®n, "tiene un alto porcentaje mental". El jugador catal¨¢n plantea lo que todos piensan: c¨®mo hacer para que la estructura s¨®lida de Osasuna en su campo le acompa?e cuando monta en autob¨²s o en el avi¨®n. Incluso va m¨¢s all¨¢ y reconoce la importancia de lo que a efectos deportivos es un derbi, pero adem¨¢s va m¨¢s lejos y piensa en el final de la campa?a: "Yo tengo experiencia, tanto en no conseguir el ascenso como en descender por culpa del gol average", dice. Es decir, que intuye que la Real, que ahora le aventaja en seis puntos, puede ser un rival directo en el final de la temporada, que seguramente prev¨¦ apresurado para ambos equipos.

Queda mucha guerra despu¨¦s de esta batalla. Lo que est¨¢ claro es que se enfrentan estados de necesidad similares, pero con argumentos muy contradictorios. Osasuna es un visitante muy educado —casi nunca incomoda al propietario del terreno—, mientras que la Real ha hecho de Anoeta su fort¨ªn para subsistir sin apreturas. O sea que Osasuna necesita una revoluci¨®n y la Real el continuismo. Estados de necesidad.