Espa?a responde al desaf¨ªo de la UEFA

La UEFA oblig¨® a Espa?a a jugar en un descampado y La Roja sali¨® del entuerto con la dignidad que se le supone al campe¨®n del mundo. Puede que fuera cierto que el riesgo de lesiones era m¨ªnimo, tal y como certific¨® el delegado del organismo europeo, Reiner Koch, pero se olvid¨® de calibrar las posibilidades de que la cita en el patatal cobrara la dimensi¨®n de partido de f¨²tbol. El campo, tierra y arena, blando y bacheado, no dio para m¨¢s: Espa?a salt¨® al campo porque la obligaron, logr¨® un triunfo y no se lesion¨® nadie. Ya es mucho. Jugar era un imposible. Los lituanos contribuyeron en los dos primeros tantos espa?oles y Mata sell¨® la cuenta.

Del Bosque prometi¨® cambios y retoc¨® adem¨¢s el dibujo y algunos conceptos. Respecto al equipo que se zaf¨® de la Rep¨²blica Checa en Granada el viernes pasado y movi¨® ficha en todas las l¨ªneas. Albiol, form¨® pareja con Piqu¨¦, y Arbeloa se qued¨® el lateral izquierdo porque Iraola ocup¨® el derecho. En el centro del campo, fij¨® a Xabi Alonso de pivote, con una l¨ªnea de tres por delante formada por Cazorla, Xavi y Javi Mart¨ªnez. En punta, majestuoso, Llorente jug¨® de referente, mucho de espaldas a los centrales y cuando pudo encar¨¢ndolos, y Villa cay¨® a la banda izquierda. Por vez primera desde 1999 Espa?a aline¨® a tres jugadores del Athletic.

El partido, en cualquier caso, estaba marcado de inicio. Por eso Espa?a evit¨® riesgos en defensa y jug¨® de manera m¨¢s directa de lo habitual, buscando con desplazamientos largos a Llorente, que jug¨® con la camiseta que us¨® en el Mundial, distinta de la del resto de compa?eros. Por querencia, trat¨® de tocar La Roja, pero resultaba bastante dif¨ªcil apoyar bien el pie as¨ª que era complicado darle precisi¨®n a las combinaciones, hilvanar tres pases seguidos sin que un mal bote se cruzara en el intento. Al ritmo de Xavi, Villa fue el gran agitador del primer acto; Mata, el del segundo.

Si el f¨²tbol es un juego de errores, tal y como estaba el patio era evidente que m¨¢s que nunca, se trataba de sacar provecho de cualquier error del rival para abrir el marcador y jugar a favor de corriente. As¨ª ocurri¨®. Se equivoc¨® el lateral lituano, le rob¨® la cartera Villa y se la dio a Xavi, que desde la media luna del ¨¢rea tir¨® a puerta y se le cruz¨® la suerte: la pelota rebot¨® en Skerla, hizo un extra?o y se col¨® en porter¨ªa de Zydrunas. Un gui¨®n perfecto para Espa?a. En este tipo de partidos conviene marcar pronto y desanimar al adversario cuanto antes. Llorente se trabaj¨® el segundo gol, pero al filo del descanso err¨® en la definici¨®n.

El resultado fue mucho mejor que el partido, pero eso no era achacable a los espa?oles, de cuyo empe?o y voluntad no hab¨ªa dudas. Para el campe¨®n del mundo, jugar en Lituania deber¨ªa ser un tr¨¢mite, pero se convirti¨® en una haza?a. En ese panorama, emergi¨® como nadie Xabi Alonso, espectacular en el pivote, por criterio al leer el partido y por su capacidad de brega y se multiplic¨® Piqu¨¦ para frenar las andanadas lituanas. Todas menos una: Santkevicius, el lateral del Valencia, caz¨® un zapatazo desde cuarenta metros que super¨® la estirada de Casillas, que no toc¨® la pelota en todo el partido. En la jugada, Piqu¨¦ y Arbeloa encadenaron dos malos despejes.

De mala manera, la selecci¨®n se complic¨® la vida, pero sobrevivi¨® a un tramo final del partido agobiante, y cuando faltaban fuerzas paras seguir corriendo en un terreno m¨¢s propio del cross de Lasarte que de un partido de futbol. La inclusi¨®n de Mata result¨® finalmente decisiva. El valencianista meti¨® un centro al ¨¢rea y cuando Llorente se dispon¨ªa a fusilar, Kijanskas dispar¨® contra su portero. Un alivio para Espa?a, que vio resuelto el engorro. Para que no quedaran dudas, de nuevo Mata fue protagonista y cerr¨® el encuentro tras un estupendo pase filtrado de Silva. En contra del dictado de la UEFA, Espa?a se vio obligada a aparcar el f¨²tbol y ser m¨¢s resultadista que nunca. Algo antinatural en esta selecci¨®n, pero no le dejaron otra salida.