El Bar?a se queda corto en Atenas

Corto de juego, corto de punter¨ªa en los tiros libres y corto de agresividad en el rebote. Excepto en los triples, el Regal Barcelona se qued¨® corto en casi todo. Para ganar en Atenas era necesario jugar muy bien y el Bar?a, sin jugar mal, no logr¨® el sobresaliente imprescindible para imponerse en un escenario y en una ocasi¨®n tan excepcionales. El Panathinaikos tuvo que bregar hasta el ¨²ltimo segundo pero maximiz¨® sus virtudes: otra vez una asfixiante defensa sobre Navarro, otra vez un enorme dominio del juego y del escenario de Diamantidis y una superioridad muy importante en el rebote.

Sufri¨® adem¨¢s el Regal Bar?a una laguna muy importante, la de los tiros libres. Tir¨® menos y tir¨® peor. El equipo griego anot¨® siete m¨¢s, much¨ªsima diferencia en un partido tan ajustado como los dos anteriores, en los que al final se jug¨® al gato y al rat¨®n, aunque siempre en el tramo decisivo estuvo el Panathinaikos por delante. Esos instantes finales tuvo que ir a remolque el Barcelona. A pesar de que en varias ocasiones roz¨® la proeza y se situ¨® a un punto, no fallaron los griegos a la hora de rematar.

El juego dio al menos para que el Barcelona pudiera comprobar que, si es capaz de pulir algunos detalles, de afinar algo m¨¢s, de igualar en el rebote y no fallar tantos tiros libres, es muy capaz de ganar en Atenas.

Xavi Pascual le dio r¨¦plica a Zeljko Obradovic y el Barcelona durante algunos momentos desconcert¨® al ataque del Panathinaikos con una defensa en zona. El marcaje sobre Diamantidis dio sus frutos en el primer tramo del partido pero a medida que se acercaban los momentos decisivos, el Bar?a pag¨® las faltas de Sada y Ricky Rubio. Tambi¨¦n hubo tiempo para las refriegas y volvi¨® a llevar las de perder el Barcelona. Navarro volvi¨® a ser castigado con una falta t¨¦cnica, como en el segundo partido, pero esta vez porque supuestamente simul¨® una falta en ataque de Nicholas. Exaresa m¨¢s o menos Navarro, la falta existi¨®. Pero Navarro se llev¨® la t¨¦cnica y el Bar?a volvi¨® a llevar las de perder en el difuso terreno de las escaramuzas arbitrales.

El desarrollo del partido tuvo momentos en los que el Barcelona lleg¨® a desactivar la defensa del Panathinaikos a base de triples. Ricky Rubio dio una espl¨¦ndida respuesta a la t¨¢ctica de Obradovic, consistente en que sus hombres le dejaran libre y dieran prioridad al marcaje sobre Navarro. En los dos primeros partidos Ricky fracas¨® en el lanzamiento. Pero esta vez anot¨® cuatro de los cinco triples que lanz¨® y fue el m¨¢ximo anotador del Barcelona con 16 puntos. No fue el ¨²nico que acert¨® desde lejos. El Barcelona sum¨® 11 triples aunque en ese ejercicio tambi¨¦n fue de m¨¢s a menos.

El Panathinaikos se aprovech¨® de sus buenos movimientos ofensivos para llegar muy a menudo hasta debajo mismo del aro azulgrana. All¨ª, Batiste y Fotsis lograron varias canastas f¨¢ciles. En ese aspecto, se ech¨® en falta una mayor intimidaci¨®n y posicionamiento de los p¨ªvots del Barcelona. Perovic apenas jug¨® y solo V¨¢zquez estuvo algo entonado. Ni Lorbek, ni Ndong, ni Morris -mejor en los tiros lejanos que en sus evoluciones en el interior de la pintura-, lograron contrarrestar el buen juego interior del Panathianikos. V¨¢zquez, al igual que sada y Ricky, se carg¨® con cuatro faltas. Tambi¨¦n ese aspecto tuvo su peso en el desenlace del partido.

El Barcelona lleg¨® a situarse por delante en el ¨²ltimo cuarto despu¨¦s de un contraataque de Ingles (61-63). Pero, a partir de ese momento, Diamantidis volvi¨® a tomar el mando de las operaciones y el Panathinaikos se situ¨® con cinco puntos de ventaja, 70-65, gracias a un triple de Sato. El Barcelona trat¨® de encomendarse a Navarro pero no logr¨® superar el sobremarcaje al que fue sometido. Ni pudo apenas tirar, ni tampoco asistir a sus compa?eros en un fallo de los engranajes de todo el equipo. Los griegos controlaron el final porque Diamantidis y Nicholas no fallaron en sus ¨²ltimos ataque. En cambio, V¨¢zquez fall¨® una canasta crucial. Y el Bar?a est¨¢ entre la espada y la pared. Ahora, solo le sirve la victoria en el cuarto partido, ma?ana, de nuevo en Atenas.