Madrid y Bar?a brindan por un punto
El equipo madridista anula m¨¢s que nunca a su rival y celebra un empate logrado con uno menos - El conjunto 'cul¨¦', que tuvo sonado a su adversario, festeja una igualada que le deja a un palmo del t¨ªtulo
De un partido que pocos rebobinar¨¢n todos salieron contentos. El Madrid, a rebufo azulgrana en los ¨²ltimos a?os, tir¨® serpentinas con un empate en su estadio. El Bar?a, que tuvo a su adversario sonado, tir¨® confetis con un punto que le deja a un dedo del t¨ªtulo de Liga. El duelo, arisco y con demasiadas cornadas, puso al Madrid m¨¢s cerca que nunca de su adversario, con lo que ello puede suponer de autoestima de cara a las batallas que se avecinan. A ellas llegar¨¢ el Bar?a con la Liga casi en la mochila, lo que no es poco. Para lograr ambos su objetivo, las v¨ªas no fueron muse¨ªsticas. Al equipo madridista le falt¨® grandeza en su conservadora puesta en escena; al azulgrana, ambici¨®n para matar el duelo cuando ten¨ªa el viento a favor.
REAL MADRID, 1 - BARCELONA, 1
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Albiol, Carvalho, Marcelo; Khedira, Pepe, Xabi Alonso (Adebayor, m. 66); Cristiano Ronaldo, Benzema (?zil, m. 56) y Di Mar¨ªa (Arbeloa, m. 66). No utilizados: Ad¨¢n; Garay, Kak¨¢ e Higua¨ªn.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Puyol (Keita, m. 57), Piqu¨¦, Adriano (Maxwell, m. 80); Xavi, Busquets, Iniesta; Pedro (Afellay, m. 66), Messi y Villa. No utilizados: Pinto; Milito, Font¨¢s y Thiago.
Goles: 0-1. M. 52. Messi, de penalti. 1-1. M. 82. Cristiano Ronaldo, de penalti.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Expuls¨® (m. 51) con tarjeta roja directa a Albiol, que se pierde la final de la Copa, y amonest¨® a Adriano, Piqu¨¦, Marcelo, Arbeloa, Alves, Vald¨¦s y Xavi.
80.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Interiorizada la superioridad azulgrana en los ¨²ltimos tiempos, Mourinho alter¨® el registro del equipo y quiso ganar el partido no imponiendo sus propias virtudes, sino anulando las del contrario. No le import¨® que se trate del Madrid. El t¨¦cnico portugu¨¦s dise?¨® una alineaci¨®n defensiva, con los 11 futbolistas por detr¨¢s de la pelota y Pepe como empleado en la barricada central y el arquitecto ?zil en el banquillo. Toda una declaraci¨®n de intenciones que hac¨ªa presagiar un duelo con mucho colmillo. El Madrid se propuso candar el partido, deforestar el geom¨¦trico f¨²tbol barcelonista, interrumpir sus l¨ªneas de pase. Para ello, nadie reg¨® la crecida hierba de Chamart¨ªn con el fin de que la pelota se frenara. Como segunda misi¨®n, salir a la contra, compleja aventura incluso para titanes como Cristiano, ya que el conjunto madridista plant¨® la trinchera muy lejos de V¨ªctor Vald¨¦s.
Por contra, el Bar?a, que no est¨¢ dispuesto a abdicar, no se inmut¨®. No corrigi¨® un mil¨ªmetro su ideario y puso el empe?o habitual en colonizar el juego a partir del bal¨®n. Pero el cierre de su adversario le oblig¨® a ser muy moroso con la pelota. Con este guion, el encuentro discurri¨® con un palique azulgrana con el bal¨®n y un Madrid bajo llave y en combusti¨®n.
Con el Bar?a encapsulado, el partido no tuvo soltura hasta la expulsi¨®n de Albiol, solo algunos brochazos. Emboscados los creadores azulgrana, Xavi e Iniesta, el equipo catal¨¢n no encontr¨® c¨®mo poner punto final a su monocultivo con el bal¨®n. A punto estuvo de conseguirlo Messi en dos ocasiones, pero se interpuso Casillas. Y tambi¨¦n Villa, atropellado por el capit¨¢n madridista. A Mu?iz Fern¨¢ndez, el ¨¢rbitro, no le pareci¨® lo que era: penalti.
El Madrid amenaz¨® sobre todo en los saques de esquina. A punto de concluir el primer acto, tras un c¨®rner, Ramos cabece¨® hacia Cristiano y el luso, tambi¨¦n con la frente, estuvo a un dedo del gol. Lo evit¨® Adriano bajo el larguero. Al descanso, el Madrid hab¨ªa logrado su primer objetivo, desactivar al cuerpo vertebral del Bar?a. En la selva, Iniesta, Xavi o Alves apenas tuvieron peso en el juego.
A la cita le faltaba picante, una jugada que desabrochara el juego, algo sustantivo. Ocurri¨® apenas de vuelta al acto final. Al Madrid le sali¨® cruz. Cristiano, magistral en su particular ejecuci¨®n de una falta, estrell¨® el bal¨®n en el poste derecho de Vald¨¦s, que ni vio llegar la pelota. Fue el descorche necesario para un duelo que demandaba algo m¨¢s de f¨²tbol protesta. De inmediato, Villa, empe?ado en recibir las asistencias al pie, hizo el segundo desmarque al espacio en todo el encuentro. En el primero le hab¨ªa derribado Casillas. En el segundo lo hizo Albiol cuando el asturiano iba directo a la porter¨ªa. Emboc¨® Messi y el central madridista fue expulsado, lo que le impedir¨¢ jugar el mi¨¦rcoles la final de Copa.
El tanto tuvo un efecto perverso para los azulgrana. En ventaja y en superioridad, el conjunto de Guardiola se desvirtu¨®. Le falt¨® el descaro, lo que tantas veces le ha caracterizado, para sellar el marcador. La lesi¨®n de Puyol, que reapareci¨® por sorpresa, result¨® indigesta para los cul¨¦s. Su entrenador alter¨® dos l¨ªneas para reparar una. Busquets se fue al eje defensivo central y Keita irrumpi¨® en el medio campo. El Bar?a perdi¨® el hilo, se hizo largo.
La respuesta del Madrid fue muy meritoria. A lo largo de su historia, siempre ha sido un equipo muy machote, m¨¢s si cabe cuando las situaciones requieren de ¨¦pica. Si el Bar?a se acalambr¨® con el dolor de Puyol, el Madrid se revitaliz¨® curiosamente a partir del juego que antes se hab¨ªa negado a s¨ª mismo. Y todo, desde ?zil, el trovador condenado al inicio. Con el alem¨¢n como sat¨¦lite, el Madrid tuvo fe. Y premio: Mu?iz vio por la cerradura un penalti de Alves a Marcelo. Pero el observatorio de este ¨¢rbitro es indescifrable, tan convencido para pitar el penalti pero no para expulsar a Alves, que ya ten¨ªa una tarjeta. Tan particular es este colegiado que, en sus constantes intenciones diplom¨¢ticas, consinti¨® de todo a Pepe, pasado de frenada en muchas jugadas. Y nada le dijo a Messi, que sufri¨® un cortocircuito en un innecesario y violento despeje hacia la grada.
Feo de inicio y bronco al final, el primer asalto del marat¨®n no dej¨® f¨²tbol, sino materia para la discusi¨®n arbitral. Muy pobre. El mi¨¦rcoles, segundo episodio.
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