La gran escalada del Monta?eros
El equipo con menos historial de 2? B naci¨® como asociaci¨®n de boy scouts y fue pe?a madridista
Lleg¨® de tapadillo la temporada pasada tras la desaparici¨®n del Ciudad de Santiago para jugar contra rivales del recorrido de Alav¨¦s, Eibar o Ponferradina. Entonces, y todav¨ªa ahora, muchos se preguntan qu¨¦ es el Monta?eros, equipo coru?¨¦s de f¨²tbol que en los ¨²ltimos a?os ha hecho honor a su nombre con una escalada prodigiosa. En 2004, jugaba en Tercera Regional, pero cada a?o gan¨® una categor¨ªa hasta llegar a la Tercera Divisi¨®n, donde al segundo intento consigui¨® dar el salto a Segunda Divisi¨®n B. Este domingo visita al Real Madrid Castilla en Valdedebas, una cita especial para una entidad que durante a?os fue pe?a madridista. "Incluso Luis de Carlos acudi¨® a nuestra sede y nos regal¨® una reproducci¨®n del Santiago Bernab¨¦u. Y el equipo viste de blanco por ese v¨ªnculo", recuerda Alberto Calvo Orosa, vicepresidente del club.
La escalada del Monta?eros conoce de momentos de planicie, incluso de cuesta abajo, pero encierra tambi¨¦n pasajes sorprendentes. Fundado en 1968 con el nombre de Asociaci¨®n Juvenil Monta?eros del Sagrado Coraz¨®n y un v¨ªnculo tangencial con un colegio jesuita, entre sus primeras actividades no figuraba el f¨²tbol. "Organizaba acampadas y excursiones. Por cada una que hac¨ªas te daban un n¨²mero de kil¨®metros y los pod¨ªas canjear por cordoncitos para poner en el uniforme de boy-scout", recuerda Calvo Orosa. Pero con el tiempo los chicos andarines pensaron que tampoco estaba mal correr tras la pelota y demandaron la formaci¨®n de un equipo de f¨²tbol en categor¨ªa infantil. Fue en 1976. Comenz¨® entonces una vocaci¨®n por el f¨²tbol base que se acrecent¨® en cuanto llegaron los buenos resultados en las competiciones coru?esas, vivero de h¨¦roes locales vinculados a equipos de barrio que ten¨ªan un respetable seguimiento y en el que se forjaron leyendas como Luis Su¨¢rez, Amancio o Juan Acu?a. El Monta?eros se hizo un hueco a base de f¨²tbol, pero no de apoyo social, esclavo de su particular g¨¦nesis. Todav¨ªa hoy echa de menos ese soporte. No representa a ning¨²n barrio de la ciudad y durante muchos a?os ni siquiera tuvo un local social en el que hacer pi?a: la sede oficial del club estaba en el domicilio de su presidente, Fausto V¨¢zquez Seoane, que en 1994 se vio ante una disyuntiva que cambi¨® su vida.
"Los directivos que estaban se fueron y el club iba a ser entregado a la Federaci¨®n para que se disolviera. Entonces unos cuantos padres de jugadores nos decidimos a cogerlo", recuerda Fausto, como le conocen en el mundo del f¨²tbol. No encontraron ni siquiera un solar, pero s¨ª una estimable cantera de j¨®venes futbolistas. Decidieron trabajarla, crearon una escuela de f¨²tbol y el club remont¨® hasta hacerse un nombre en las categor¨ªas juveniles y cadetes del norte de Espa?a al nivel de referencias como el Puente Castro leon¨¦s o el Atl¨¦tico Perin¨¦s c¨¢ntabro. "Nunca pensamos en dar el salto, no nos llamaba la atenci¨®n tener un equipo senior", reconocen. Pero lo hicieron. "Los chavales que acababan en juveniles nos lo empezaron a pedir para poder continuar jugando juntos". Y por ah¨ª lleg¨® el v¨ªnculo que hizo posible la gran escalada. Epifanio Campo, uno de los empresarios de m¨¢s ¨¦xito de Galicia, crey¨® en el proyecto y comenz¨® a realizar una labor de mecenazgo. Propietario de un grupo empresarial del sector de la cer¨¢mica y la miner¨ªa, Campo, que ni habita los palcos ni busca los focos, es adem¨¢s uno de los accionistas de referencia del Banco Gallego, que da ahora apellido a un club que agrupa a cerca de 500 futbolistas porque mantiene no s¨®lo un equipo en Segunda B sino 21 m¨¢s desde juveniles a prebenjamines. Y lejos del oropel puntual de la visita a Valdedebas o de haber ganado en Mendizorroza o El Toral¨ªn, sus dirigentes tienen claro hacia donde tienen que dirigirse: "Somos un equipo de f¨²tbol base. Esa es nuestra prioridad".

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