Manolo Mart¨ªnez se despide del atletismo

Con Manolo Mart¨ªnez, que el viernes anunci¨® su retirada, no solo se marcha un atleta, ni un lanzador de peso, ni un campe¨®n mundial (Birmingham 2004) y europeo (Viena 2002) de la especialidad bajo techo. Tambi¨¦n se marcha una bandera. "Con Manolo se va", explica Carlos Bur¨®n, su t¨¦cnico desde hace 23 a?os, "una persona buena y honesta que lleg¨® a ser campe¨®n, pero tambi¨¦n un reclamo muy grande. Hace a?os, los de los lanzamientos ¨¦ramos los malos, los humildes, la familia pobre del atletismo espa?ol, los que hac¨ªamos que perdi¨¦ramos puntos. Hab¨ªa miedo. Faltaba informaci¨®n. Se ve¨ªa como si fuera cosa de otros pa¨ªses... y lleg¨® Manolo y demostr¨® esa frase que ahora es tan c¨¦lebre. El Yes we can. Fue la se?al de que pod¨ªamos y consigui¨® cosas impensables. Como escribi¨® una vez Rubalcaba: 'Que un espa?ol fuera campe¨®n del mundo de lanzamiento de peso era sorprendente, tanto o m¨¢s complicado que los ¨¦xitos de Manolo Santana, ?ngel Nieto..."

Mart¨ªnez se marcha a los 36 a?os, con el corpach¨®n (1,85m y 145 kilos) dolorido por tantos a?os de profesi¨®n y el sabor amargo del sue?o incumplido, de esa medalla al aire libre que nunca lleg¨® y que crey¨® tener a su alcance en los Mundiales de Edmonton 2001 y en Olimpia, durante los Juegos de Atenas 2004, en la casa del atletismo. En el inicio, sin embargo, no hubo nada de eso. Hubo, recuerda Bur¨®n, un chico peque?o que andaba en bicicleta con los amiguetes mientras el t¨¦cnico entrenaba. "Y entonces", recuerda el gur¨² de los lanzamientos; "me hizo un derrapaje con la bici y casi me pill¨®. '?Te gusta lo que ves?', le pregunt¨¦. '?Quieres probar?' 'Vale', me dijo. Y ese vale fue igual todos los d¨ªas durante 23 a?os".

En ese larg¨ªsimo tiempo Manol¨®n, tambi¨¦n llamado Supermanolo, puso en el mapa su deporte, impuls¨® con su t¨¦cnico la creaci¨®n de un Centro de Alto Rendimiento en Le¨®n, prob¨® a esculpir el metal, a trabajar la poes¨ªa y a poner su cuerpo y su esp¨ªritu al servicio del cine. Durante esos a?os, carcomida la impresionante armadura por el s¨ªndrome de Beh?et, que le impidi¨® ingerir dulces y le tuvo adelgazando un kilo cada dos semanas (adi¨®s a las sinergias y las fuerzas tan necesarias en su disciplina), sigui¨® completando sus tradicionales rituales con los dorsales y elucubrando c¨®mo ser¨ªa reencarnarse en la piel de los caballeros medievales.

Consigui¨® mucho. El lanzador ha sido internacional 84 veces y posee las plusmarcas espa?olas de peso en pista cubierta (21,26 metros) y al aire libre (21,47). Ha participado en cuatro Juegos Ol¨ªmpicos (de Atlanta 1996 a Pek¨ªn 2008), en ocho mundiales al aire libre y en otros tantos bajo techo, en cinco Europeos al aire libre y en nueve en pista cubierta. Su mejor resultado ol¨ªmpico fue la cuarta plaza en los Juegos de Atenas (2004), la misma que consigui¨® en los Mundiales de Edmonton (2001). Su mejor resultado en los Europeos al aire libre fue el quinto puesto en M¨²nich 2002.

Fueron 23 a?os buscando la frontera de los 22 metros. Fueron 23 a?os de entrenamientos, de reg¨ªmenes de 5.500 calor¨ªas diarias y de amor por el peso, del que buscaba tesoros para su videoteca, como la vieja cinta de la final del Mundial de Tokio 1991 que le regal¨® un aficionado. Tras el estallido de la Operaci¨®n Galgo contra el dopaje, Mart¨ªnez, el capit¨¢n de la selecci¨®n, fue el segundo en una larga lista de atletas firmantes de un manifiesto por la limpieza de su deporte. Esta tarde prefer¨ªa no hablar con los periodistas, a los que emplazaba educadamente a su despedida oficial, el martes en Le¨®n. Hasta el final de su carrera, dicen quienes le conocen bien, fue Manolo. "Ya lo dije", explica Bur¨®n; "un chico honesto, aunque incluso, como le achaqu¨¦ a veces, demasiado cort¨¦s en la competici¨®n. Saludaba a todos, era todo sonrisas, solucionaba los problemas de los periodistas... Y yo le dec¨ªa: ?C¨¦ntrate! ?A lo tuyo! ?Tienes exceso de generosidad!"