Degenkolb, el sprinter que llega

La publicidad de la Dauphin¨¦, carrera organizada, como el Tour, por ASO, proclama que la carrera alpina es "un concentrado de monta?a", algo as¨ª como un fum¨¦ o un caldo corto, que consigue integrar en una semana los mismos ingredientes que el Tour combina en tres: un poco de llano, bastante de contrarreloj (ma?ana, 42,5 kil¨®metros en Grenoble en exactamente el mismo trazado t¨¦cnico y rompepiernas que el Tour recorrer¨¢ el 23 de julio, la v¨ªspera de Par¨ªs) y mucho de monta?a. Y por si fuera poco, para parecerse m¨¢s a¨²n al Tour (cuyos primeros 11 d¨ªas se anuncian terror¨ªficos en el llano), esta tarde la Dauphin¨¦ ha contado con un invitado sorpresa en forma de abanicos que ha convertido una jornada de transici¨®n en d¨ªa de duro trabajo tanto para aquellos sorprendidos -el Sky de Wiggins y Boason Hagen en pleno, el BMC de Evans tambi¨¦n- como para los sorprendentes -los Astana de Vinok¨²rov, el l¨ªder, sobre todo, que en la llegada sum¨® 6s m¨¢s de ventaja sobre Evans, tambi¨¦n el Ag2r-. que durante 15 kil¨®metros mantuvieron un duelo tenso a las orillas del R¨®dano. Como al final hubo reunificaci¨®n, la etapa termin¨® como estaba previsto, con un sprint espectacular labrado en las empinadas curvas de herradura de la subida a la vieja Ly¨®n, pero con un vencedor inesperado, el jovencito alem¨¢n John Degenkolb, de 22 a?os, que, favorecido por su explosiva potencia, manej¨® a la perfecci¨®n los tiempos y las curvas.

"La v¨ªspera estuve viendo la llegada y sab¨ªa que la ¨²ltima curva era clave: si llegaba all¨ª bien colocado, no tendr¨ªa problemas", dijo Degenkolb, nacido en Gera, donde Olaf Ludwig, en la profunda Alemania del Este el a?o de la ca¨ªda del Muro. "Segu¨ª la rueda del Cofidis [Dumoulin, el sprinter de bolsillo, que termin¨® segundo] y remat¨¦". Degenkolb sale del inagotable fondo de armario del HTC, el equipo heredero del Telekom, que prefiere fichar a todo tipo de potenciales j¨®venes ganadores antes que pensarse una estructura cl¨¢sica, con un l¨ªder para el Tour y un pu?ado de gregarios. Es la quinta victoria de Degenkolb (1,80 metros, 77 kilos: un corredor con aires de Zabel, pero menos pelo) en su primer a?o profesional, la m¨¢s importante de un corredor que ya ha hecho sudar a figuras como Farrar y que el a?o pasado, a¨²n medio amateur (es de la generaci¨®n de Sagan y Mathews) deslumbr¨® con dos victorias en el Tour del Porvenir.