Roberto, h¨¦roe de pies y manos

Lo tir¨® flojito, alcanzable para Yoel, su hom¨®logo en el Celta, delatando que no estaba en el lado que le corresponde por naturaleza. Roberto Fern¨¢ndez (Chantada, Lugo; 1979) sab¨ªa como nadie lo dif¨ªcil que es parar un penalti. Acababa de encajar cuatro. As¨ª que, aunque no fuera su especialidad, era consciente de que pod¨ªa meterlo. Y lo hizo. El portero del Granada se convirti¨® ayer en el protagonista indiscutible del pase de su equipo a la pelea final por el ascenso a Primera, al marcar la ¨²ltima de las penas m¨¢ximas de su equipo en la decisiva tanda, justo antes de detenerle a Catal¨¢ el que resolvi¨® la eliminatoria. Hoy, humilde, se ha limitado a afirmar que "el f¨²tbol ha sido justo con el Granada".

Roberto fue el protagonista de la noche de los penaltis -se tiraron nada menos que 14-, con permiso de su compa?ero Dani Ben¨ªtez, que fall¨® dos durante el juego y marc¨® cuando se le requiri¨® que tirara el tercero en la tanda final. El portero del Granada lanz¨® el sexto penalti de los suyos en la serie. Los hab¨ªan marcado todos menos uno. Roberto lo tir¨® hacia la derecha y Yoel lleg¨® a tocarlo. Por un momento, pareci¨® que al meta del Celta le hab¨ªa correspondido el honor de ser el h¨¦roe de la noche. Que ¨¦l iba a ser quien gozara de la gloria de ser el primero en parar uno de los muchos lanzamientos de la tanda (ya le hab¨ªa detenido uno a Ben¨ªtez durante el partido). Pero no era su noche; era la de Roberto.

No es la primera huella que deja el gallego en la categor¨ªa de plata. En 2004, logr¨® el r¨¦cord de imbatibilidad del Sporting de Gij¨®n, al permanecer 825 minutos sin conceder un gol. En 2006, todav¨ªa en el cuadro asturiano, fue el meta menos goleado del torneo. Indiscutible toda la campa?a en el Granada, con el que ha jugado todos los partidos de la Liga, nadie podr¨¢ decir que ayer no lo hizo todo por volver a Primera, categor¨ªa en la que ya jug¨® con Osasuna entre 2008 y 2010. Lo mismo par¨® -nueve intervenciones en este aspecto- que marc¨®. Hab¨ªa empezado a ser el hombre del partido antes incluso de saltar al c¨¦sped. Primero, porque se enfrentaba al equipo en el que se form¨® "como jugador y como persona". Fue el guardamenta del filial del Celta durante cinco a?os. En segundo lugar, porque el Granada hab¨ªa utilizado una imagen de su ojo morado, producto de un encontronazo con Iago Aspas en la ida, para la campa?a promocional con la que quiso animar a su afici¨®n de cara a la vuelta. Roberto, todo un h¨¦roe de pies y manos.

Granada 1 - Celta 0