Espa?a, entre el cielo y el infierno
La selecci¨®n carece de remate para sellar su buen juego e Inglaterra empata al final
Un Espa?a-Inglaterra jam¨¢s puede ser un partido peque?o, lo jueguen ni?os, muchachos, adultos o viejas glorias. Y en Herning hab¨ªa demasiado talento en el encuentro como para que el buen juego escaseara o racanease el f¨²tbol. La selecci¨®n de Luis Milla es un retrato fiel del f¨²tbol que corre por las venas y las pizarras de muchos clubes espa?oles y de la selecci¨®n absoluta. Utiliza automatismos que son propios del Barcelona, del guardiolismo, en cuanto al juego desde atr¨¢s y el control de la pelota en el centro del campo. Son chicos cultivados en esa idea y disfrutan con ella. Inglaterra, en cambio, no sigue el estilo de Fabio Capello (presente en el campo) con la selecci¨®n absoluta, y su muchachada, sin perder las esencias de choque y velocidad, parece m¨¢s decidida a ganar por estrategia que por bombardeo.
INGLATERRA, 1 - ESPA?A, 1
Inglaterra: Fielding; Walker, Jones, Smalling, Bertrand; Henderson, Mancienne (Rodwell, m. 67), Cleverley, Sturridge; Rose (Lansbury, m. 67) y Welbeck. No utilizados:
Espa?a: De Gea; Montoya, Bot¨ªa, Dom¨ªnguez, Didac; Javi Mart¨ªnez; Ander Herrera, Thiago, Mata; Jeffren (Bojan, m. 80) y Adri¨¢n (Parejo, m. 73). No utilizados: Mari?o; Mi?o, San Jos¨¦, V¨ªctor Ruiz y Azpilicueta.
Goles: 0-1. M. 14. Ander Herrera. 1-1. M. 87. Welbeck.
?rbitro: Str?mbergsson (Suecia). Amonest¨® a Thiago, Ander Hererra y Welbeck.
5.000 espectadores en el Herning Stadion
El culto al bal¨®n hizo que este prefiriese las botas espa?olas. El centro del campo era un cuarto de mando con tres generales. Javi Mart¨ªnez dirig¨ªa las operaciones desde atr¨¢s, Thiago desde el centro geom¨¦trico y Herrera era el mejor estratega sobre el terreno de juego. Este chico tan joven ya parece un entrenador-jugador, con el f¨²tbol metido en la cabeza y la decisi¨®n tomada segundos antes que el rival. Dif¨ªcil que algo le pille por sorpresa o que no sepa qu¨¦ hacer. Dir¨ªase que es lo m¨¢s parecido a Iniesta en sus movimientos por el campo.
Quiz¨¢ por todo ello no fue casualidad que el gol se cociera entre los tres j¨®venes centrocampistas espa?oles: Thiago sac¨® el c¨®rner, Javi lo remat¨® a la inglesa y Herrera lo remach¨® a la espa?ola, es decir, con picard¨ªa. Inglaterra parec¨ªa inalterable en su planteamiento de no salir a buscar a Espa?a demasiado adelante, buscando m¨¢s que fallara alg¨²n pase para disfrutar del contragolpe.
Walker, lateral del Tottenham, se convirti¨® en su principal pesadilla. Un tipo grandull¨®n, poderos¨ªsimo y con una carrera de cuatrocentista . Demasiado para Jefrren en la salida y mucho para Didac cuando lo recib¨ªa en defensa. El resto estaba controlado, incluido el afamado Sturridge, bien taponado primero por Javi Mart¨ªnez y despu¨¦s por los centrales. Pero Walker fue bastante para propiciar la reacci¨®n de Inglaterra. Un tipo grande para un partido grande. Rompi¨® dos veces la banda y en la segunda oblig¨®, tras un remate de puntera de Sturridge, a hacer a De Gea la parada de la noche. Si mide un cent¨ªmetro menos, no llega a aquel bal¨®n que iba llorando de rabia.
Fue la mejor media hora inglesa, mientras Espa?a parec¨ªa tomarse un t¨¦. ?Cansancio?, ?complejo de superioridad?, ?exceso de tranquilidad? Quiz¨¢s las tres cosas. En cualquier caso, tres pecados que jam¨¢s se pueden cometer frente a Inglaterra, que lleg¨® poco, pero lleg¨® a tiempo para cazar un gol en el ¨²nico error defensivo de Espa?a, cuando el encuentro ya agonizaba.
Los partidos grandes tambi¨¦n se deciden por peque?os detalles. El valor del empate se sabr¨¢ despu¨¦s, pero a Inglaterra le supo a gloria. A Espa?a le doli¨® en el est¨®mago porque domin¨® el juego y la pelota de principio a fin, pero se recre¨® demasiado en el espejo y acab¨® pagando su indolencia y cierta falta de picard¨ªa. Eso se aprende con la edad.
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