Rosell: integraci¨®n o contrarreforma
Los cambios de presidente acostumbraban a ser traum¨¢ticos en el Bar?a hasta la llegada de Rosell. La administraci¨®n tuvo que intervenir para que Gaspart dejara el cargo y N¨²?ez dimiti¨® en el momento m¨¢s insospechado. La limitaci¨®n del mandato provoc¨® que Laporta no pudiera presentarse a la reelecci¨®n en una situaci¨®n excelente desde el punto de vista deportivo. La direcci¨®n del club, por el contrario, era tan controvertida que el vencedor de los comicios no fue ninguno de los candidatos vinculados al expresidente, sino su m¨¢ximo enemigo: Rosell. Hoy, un a?o despu¨¦s de su elecci¨®n por una mayor¨ªa hist¨®rica, la situaci¨®n del f¨²tbol y de la mayor¨ªa de las secciones contin¨²a siendo ¨®ptima, mientras que el gobierno de la instituci¨®n discurre por t¨¦rminos opuestos a los de la anterior directiva. Rosell entendi¨®, al fin y al cabo, que los socios le ped¨ªan un cambio radical en la administraci¨®n del club y un mimo especial hacia el equipo de Guardiola.
Aunque traspas¨® a Chigrinski y no pudo fichar a Cesc, el consejo ha procurado no tocar nada de lo que funcionaba y atender las peticiones del entrenador, incluso la salida de Ibrahimovic. El mejor aval ha sido la renovaci¨®n de Guardiola por un a?o y del secretario t¨¦cnico Zubizarreta por dos. Invervencionista, figura clave en la contrataci¨®n de Ronaldinho y Deco cuando era vicepresidente deportivo y alejado de la filosof¨ªa cruyffista, Rosell ha conseguido que no se dude de su laisser faire. Ha guardado siempre una actitud reservada, y la ¨²nica vez que se marc¨® un gui?o solidario, el d¨ªa que pronostic¨® un 5-0 en la final de Copa del Rey, le cayeron chuzos de punta. La contenci¨®n ha sido tanta que a veces ni siquiera ha transmitido confianza y en cambio se ha interpretado que manten¨ªa un temor reverencial hacia el entrenador.
Empe?ado en distanciarse de Laporta, su pol¨ªtica de austeridad ha sido extrema tambi¨¦n en sus gestos. Ha medido mucho sus intervenciones y ha funcionado a menudo como un presidente invisible. El resultado de las elecciones le invitaba ciertamente a viajar en el sentido contrario al de Laporta. El problema es que en ocasiones confundi¨® la institucionalidad con la neutralidad, y no solo por su voto en blanco cuando la asamblea ejerci¨® una acci¨®n de responsabilidad contra Laporta, todav¨ªa pendiente. A cambio de ceder el protagonismo al equipo, Rosell ha dilatado la respuesta de la entidad azulgrana a la guerra sucia del Madrid y constantemente se ha remitido a los juzgados para resolver los asuntos m¨¢s delicados. Laporta se presenta normalmente como m¨¢s rival que Florentino.
A la directiva le cuesta explicarse incluso cuando tiene raz¨®n. No se discute sino que se aplaude su empe?o por reducir la deuda y controlar el gasto, y se sabe imprescindible reducir el presupuesto de las secciones, por m¨¢s que antes se hubiera dicho que se potenciar¨ªan y despu¨¦s se supon¨ªa que el patrocinio de Catar (165 millones en cinco a?os) serv¨ªa precisamente para evitar trances tan dolorosos. La forma en que se ha limitado la competici¨®n de los equipos no profesionales, en cambio, ha sido tan mala que ha desvirtuado la propia medida, por m¨¢s razonable que pudiera ser.
Tampoco se sabe muy bien qu¨¦ pretende el consejo con la articulaci¨®n de la Grada Jove cuando la hinchada parec¨ªa m¨¢s a gusto que nunca en el Camp Nou. Da la sensaci¨®n de que Rosell es esclavo de determinados compromisos o complicidades adquiridos durante la campa?a, algunos sorprendentes, otros previsibles. El paisaje ha sido propicio, por ejemplo, para la reaparici¨®n de N¨²?ez y el alejamiento de Cruyff, representado ahora, en cualquier caso, por la visi¨®n futbol¨ªstica de Guardiola.
Aspirar a la integraci¨®n de los distintos sectores del barcelonismo es un reto estimable en un momento de ¨¦xito deportivo. La inc¨®gnita est¨¢ en si la obra de gobierno de Rosell tendr¨¢ la grandeza e imaginaci¨®n suficientes para dar un salto de calidad o, por una discreci¨®n mal entendida, ser¨¢ una contrarreforma: Catar frente a Unicef. Puestos a optimizar recursos, ning¨²n ejemplo mejor para el club que el de su equipo.
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