La picard¨ªa de Maverick Vi?ales

Tiene 16 a?itos y acaba de terminar, con buenas notas, cuarto de la ESO. Dice que quiere estudiar Derecho y ser notario. Pero eso ser¨¢ si su enorme talento se lo permite. Maverick Vi?ales no necesita alzar la voz para hablar claro. Tampoco hacer aspavientos para enamorar a los objetivos de las c¨¢maras, pues el protagonismo en la pista se lo gana exprimiendo su inteligencia. T¨ªmido y de discurso pausado, no tiene reparos en reconocer que como le fallaban algunos tramos del dificil¨ªsimo trazado de Assen, cuando se encontr¨® a Johann Zarco por la pista, en plena sesi¨®n de clasificaci¨®n, se enganch¨® a su rueda para que le ense?ara cual era la trazada correcta. P¨ªcaro ¨¦l y confiado el franc¨¦s. Vi?ales se aprendi¨® cada curva del hist¨®rico circuito holand¨¦s y le rob¨® la pole el viernes, la segunda consecutiva. Logro con el cual se apunta otro r¨¦cord, al ser el m¨¢s joven en conseguirlo; antes que ¨¦l lo hizo Dani Pedrosa.

Pero lo que no hizo nadie es conseguir una victoria en su cuarta carrera del mundial, como ocurri¨® en Le Mans. En Holanda, el joven de Roses (Girona), inconformista, suma su segundo triunfo. Y escala una posici¨®n en la general. Es quinto, a 38 puntos de Nico Terol, el gran ausente en este gran premio, operado de la abrasi¨®n en el dedo me?ique de su mano derecha la misma ma?ana de la carrera por el doctor Xavier Mir en Barcelona. Pese a su ausencia, conserva el liderato y una ventaja de 27 puntos respecto del segundo, Jonas Folger.

Se arranc¨® Vi?ales desde la primera posici¨®n de la parrilla de salida, con el cielo blanco, a punto de romperse, el fr¨ªo calando los huesos y una jaur¨ªa de motos dispuesta a no dejarle escapar. Se pusieron gallitos los veteranos de la categor¨ªa, decididos no permitir que un reci¨¦n llegado les diera lecciones de pilotaje. Por all¨ª asomaban V¨¢zquez y Gadea, que en menos que dura un parpadeo le hicieron al ni?o un adelantamiento por el interior y otro por el exterior, para arrebatarle la cabeza del pelot¨®n. No hab¨ªa normas. Ni piloto dispuesto a respetar la trazada ideal. Hab¨ªa ataques, mordiscos, amenazas. Y Vi?ales decidi¨® apartarse a un segundo plano, prefiri¨® protegerse en el grupo de atr¨¢s, m¨¢s pac¨ªfico, cuando Folger rompi¨® la carrera al intentar un golpe de estado.

Guarecido, m¨¢s tranquila la carrera, con Zarco, Cortese y Gadea en fila india, el de Roses inici¨® la remontada cuando se lo pidi¨® el cuerpo. Y en solo dos vueltas caz¨® a aquel primer grupo y super¨® a sus tres rivales. Parec¨ªa estar compinchado con los cielos porque empezaron a caer unas gotas. Los veteranos alzaban los dedos de las manos y reduc¨ªan el ¨ªmpetu con que habitualmente le dan al gas. No Vi?ales. ?l apret¨® todav¨ªa m¨¢s. Y en media vuelta les sac¨® m¨¢s de dos segundos de ventaja. A ocho vueltas del final empez¨® a ondear la bandera de lluvia. Y al giro siguiente se supend¨ªa la carrera. Premio a la valent¨ªa de Vi?ales, que en Assen se doctora tambi¨¦n bajo la lluvia. Sal¨®m y Gadea le acompa?aron en un podio enteramente espa?ol.