'El codos' se doctora en Assen

En el paddock le llaman Elbowz (derivado del t¨¦rmino anglosaj¨®n elbows, codos) por su tendencia a pilotar con los brazos despegados de la moto. Un h¨¢bito que Ben Spies (Tennessee, Estados Unidos; 1984), ganador del Gran Premio de Holanda, adopt¨® cuando ni siquiera era un adolescente en el campeonato americano y que hoy en d¨ªa, a marchas forzadas, todav¨ªa trata de corregir en la ¨¦lite del motociclismo, boquiabierta por la facilidad del estadounidense para lograr el triunfo en Assen y rubricar su primera victoria en MotoGP.

T¨ªmido y sobrio alejado del asfalto, su descaro se dispara cuando toma las riendas de una moto. Comenz¨® muy pronto, con solo cinco a?os, y desde entonces su progresi¨®n ha sido mete¨®rica. Con 12, ya pilotaba balas de 125cc; y con 14, consigui¨® despertar el inter¨¦s de Suzuki despu¨¦s de cosechar numerosos triunfos en las carreras estatales. Con la firma japonesa deslumbr¨® en diversas pruebas del campeonato AMA (American Motorcyclist Association) y se coron¨® en el Mundial de Superbikes de 2009 tras un intenso pulso con el japon¨¦s Noriyuki Haga.

No pas¨® desapercibido su talento para Lin Jarvis, responsable de Yamaha, que le alist¨® en el equipo sat¨¦lite el a?o pasado y que qued¨® prendado por la competitividad y el inconformismo del piloto texano. "Estamos encantados con ¨¦l", asegura el director. Y no es para menos. En su primer a?o en la m¨¢xima cilindrada, despu¨¦s de un inicio tibio, Spies se ha destapado con un triunfo en Assen y logr¨® ara?ar puntos en Qatar, Francia y Montmel¨®, donde se encaram¨® al tercer caj¨®n del podio.

"Me alegro por Ben. Lo ha hecho muy bien durante todo el fin de semana", subraya su compa?ero Jorge Lorenzo, con el que mantiene una buen relaci¨®n y con el que a¨²n se parte de risa cuando observa un gracioso v¨ªdeo en el que el americano asocia el trazado de Laguna Seca con un Tiranosaurius Rex o el de Phillip Island con un elefante. De estilo tosco sobre la moto e inseparable de sus padres (se desplazan a todas las carreras del Mundial), en Assen ya ha dejado huella. Y, seg¨²n auguran desde Yamaha, probablemente no sea la ¨²ltima.