La Copa de Am¨¦rica compite con la cr¨®nica negra
Para los argentinos tendr¨ªa mucho m¨¢s tir¨®n la posible resoluci¨®n de dos famosos asesinatos que la Copa Am¨¦rica en Argentina
La relaci¨®n entre los argentinos y la Copa Am¨¦rica sigue fr¨ªa. Es posible que el partido contra Colombia, ma?ana mi¨¦rcoles, en Santa Fe, mejore el clima, pero, de momento, lo ¨²nico que de verdad trae locos a muchos argentinos es la cr¨®nica negra. Claro que no estamos hablando de asesinatos normales y corrientes, sino de dos casos realmente fant¨¢sticos.
El m¨¢s espectacular es el llamado Caso Belsunce, Mar¨ªa Marta Garc¨ªa Belsunce, una mujer, soci¨®loga de profesi¨®n, que muri¨® de cinco tiros en la cabeza pero que, seg¨²n todos sus allegados, marido, cu?ada, masajista e, incluso, el primer m¨¦dico que la atendi¨®, "no se le notaban". As¨ª que certificaron que se hab¨ªa dado un golpe contra un grifo al caerse en la ba?era, en su bonita casa en una urbanizaci¨®n cercana a Buenos Aires, y la enterraron tranquilamente. Eso ocurri¨® en octubre de 2002, una ¨¦poca un poco loca en Argentina. Un par de meses despu¨¦s, una unidad policial dedicada a delitos fiscales empez¨® a revolver y termin¨® pidiendo una autopsia. Aparecieron entonces nada menos que cinco balas, eso s¨ª, del calibre 32; es decir peque?as, que se hab¨ªan quedado alojadas en el cr¨¢neo. Los forenses juran que no es verdad que, como se rumoreaba con mala intenci¨®n, los orificios de entrada se hubieran tapado con La Gotita, el pegamento m¨¢s popular del pa¨ªs. Ahora est¨¢n juzgando al marido y parte de la parentela.
El otro, el Caso Solange, tiene menos fantas¨ªa, pero afecta a dos chicas j¨®venes, guapas y de buena familia, lo que provoca mucho morbo. Una, Solange Grabenheimer, muri¨® asesinada. Y la otra, Lucila Frend, su compa?era de piso, enfrenta la posibilidad de una cadena perpetua si se demuestra que la apu?al¨®. El hecho ocurri¨® en 2007, cuando las dos chicas ten¨ªan 21 a?os, pero hasta ahora ni los polic¨ªas ni los fiscales ni los forenses se hab¨ªan puesto de acuerdo sobre la hora de la muerte, dato decisivo, y Lucila hab¨ªa seguido con su vida normal, viajando por muchos pa¨ªses como productora de un espect¨¢culo de dinosaurios robotizados.
Lo peor que le podr¨ªa suceder a la Copa Am¨¦rica es que a los jueces les d¨¦ por pronunciar sus sentencias dentro de unos pocos d¨ªas, porque entonces es posible que el Argentina-Costa Rica del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, en C¨®rdoba, fuera un desastre de audiencia, arrastrada por el g¨¦nero televisivo delitos de ricos que tanto gusta en Argentina. Los deportistas no tienen nada que hacer frente al delito sofisticado. Ellos mismos, cuando cometen cr¨ªmenes, lo hacen a lo bestia. Carlos Monz¨®n, el gran boxeador argentino, tir¨® a mujer por la ventana. A su colega Oscar Bonavena le pas¨® lo contrario: le mat¨® un vigilante del entonces famoso prost¨ªbulo Mustang Ranch. Y el pobre Lucas Viatri, el jugador del Boca que, por fin, va a sustituir a Mart¨ªn Palermo, tuvo que hacer durante una temporada trabajos comunitarios porque un peluquero de su barrio, que asisti¨® a su debut como jugador en la Bombonera, le identific¨® como uno de los muchachos que le hab¨ªan asaltado pocos d¨ªas antes para robarle unos centenares de pesos y un par de buenas tijeras.
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