Argentina se pierde en 'Villa Freud'
Si el problema no es de confianza, ni todos los psic¨®logos del pa¨ªs, que salen a uno por cada 125 habitantes, podr¨¢n ayudar a la selecci¨®n albiceleste
La econom¨ªa y el deporte tienen mucho que ver. No porque se desarrollen al un¨ªsono, sino porque los dos parecen depender mucho de la confianza. Si los mercados se deprimen, si no tienen confianza, todos los ciudadanos sufrimos un ataque de angustia, aumenta el ¨ªndice de suicidios y pol¨ªticos, y expertos se desesperan buscando la f¨®rmula que permita devolver el ¨¢nimo a tan importantes protagonistas. Est¨¢ claro que en el f¨²tbol pasa algo parecido. Desde luego, en Argentina, donde, por un lado, la confianza resquebrajada en el papel de la selecci¨®n en esta Copa Am¨¦rica, y por el otro, el p¨¦simo estado de ¨¢nimo de su mejor jugador, Lionel Messi, certificado por su padre ("Lio esta mal. Es la primera vez que le silban", dijo), ocupan todos los programas de televisi¨®n, todos los las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos y todas las radios. Incluso hoy, que se celebra una importante Fiesta Patria, el aniversario de la Declaraci¨®n de Independencia, y es el d¨ªa de reflexi¨®n (sin alcohol) previo a las importantes elecciones locales que se celebran ma?ana domingo en Buenos Aires Capital Federal.
Es extra?o que en un pa¨ªs como Argentina, en el que resulta casi un t¨®pico hablar de sus estupendos psic¨®logos, nadie encuentre la manera de ayudar al cada d¨ªa m¨¢s triste Batista, a la selecci¨®n en su conjunto y al genial Messi, en particular. La potencia y el papel de los psic¨®logos argentinos no son un t¨®pico, sino una realidad palpable. En pocos lugares del mundo se puede apodar un peque?o grupo de calles como "Villa Freud", por la concentraci¨®n de psicoanalistas. Y Villa Freud existe y prospera, en medio del hermoso barrio de Palermo, lleno de peque?as casas y centro de las mejores tiendas de dise?o y la mejor ropa, de los restaurantes m¨¢s cool y de algunas de las librer¨ªas m¨¢s evocadoras de la ciudad. Tampoco debe haber muchos en los que se practique el psicoan¨¢lisis v¨ªa Internet o Skype (algo que no todos aprueban), pero que en Argentina no es nada extra?o. Y no solo para psicoanalizados en viaje, que necesitan localizar urgentemente a su terapeuta, sino tambi¨¦n para quienes son fan¨¢ticos de las nuevas tecnolog¨ªas y buscan un mecanismo m¨¢s novedoso y, quiz¨¢s, m¨¢s barato.
En fin, basta con ver los datos que mencion¨® el muy pol¨¦mico cr¨ªtico del psicoan¨¢lisis Mario Bunge en un reciente art¨ªculo en La Naci¨®n para comprender de qu¨¦ se trata: en Buenos Ares hay, psic¨®logo arriba, psic¨®logo abajo, unos 800 profesionales por cada cien mil habitantes, o dicho de otro modo, uno por cada 125. Imposible que entre todos ellos no exista el profesional indicado para relanzar a la selecci¨®n argentina, superar este p¨¦simo arranque y poner las pilas a Messi para el resto del torneo, como le gritan desde las gradas. Salvo, claro est¨¢, que el problema no sea de confianza, sino de juego puro y duro, en cuyo caso ni toda Villa Freud podr¨¢ ayudar a la albiceleste.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.