M¨¢rquez insiste desde la pole

Cuenta Juli¨¤ M¨¢rquez que en muchas ocasiones recibe llamadas de tel¨¦fono de amigos preocupados por los tiempos de su ni?o, Marc M¨¢rquez, vigente campe¨®n de 125cc y segundo clasificado de la general de Moto2. "Muy mal, Marc, ?no? ?Qu¨¦ le ocurre?", le preguntan. "Ah, ?s¨ª? ?Mal? No s¨¦...", responde ¨¦l, gracioso como pocos, con cierta sorna. Ver a M¨¢rquez lejos de la cabeza un viernes o un s¨¢bado por la ma?ana no es preocupante. No para quienes le conocen. ?l utiliza los entrenamientos para trabajar en la puesta a punto de su moto, para mejorar cada detalle, por peque?o que sea, pues, como dicen sus mec¨¢nicos, el joven tiene "el culo m¨¢s fino" del mundial. Su trasero percibe cada vibraci¨®n por peque?a que sea, y descubre como reducirla a la m¨ªnima expresi¨®n para que su moto sea tan delicada como lo son sus trazadas. Sus explicaciones a su jefe de mec¨¢nicos, Santi Hern¨¢ndez, son precisas y su madurez encima de la moto, en el taller y lejos de los circuitos es la envida del paddock.

Por eso nadie en su equipo ni de su entorno se alarm¨® cuando el piloto rodaba ocho d¨¦cimas m¨¢s lento el viernes o a medio segundo el s¨¢bado por la ma?ana. Ha llegado la sesi¨®n de clasificaci¨®n del s¨¢bado y M¨¢rquez no ha defraudado a los suyos. Se ha puesto las pilas en los ¨²ltimos compases del cronometrado y ha sacado los colores a quienes hab¨ªan dudado de su estado de forma. Y ha logrado su tercera 'pole' este a?o, arrebat¨¢ndosela, de nuevo, al alem¨¢n Stefan Bradl, l¨ªder del Mundial. Aleix Espargar¨®, que pilota tambi¨¦n una Kalex, como el alem¨¢n, y ha copiado la configuraci¨®n y las medidas de la moto de Bradl, completar¨¢ la primera l¨ªnea de la parrilla. Sus tiempos han estado separados por escasas dos d¨¦cimas.

La otra buena noticia de la jornada la ha protagonizado Juli¨¢n Sim¨®n, que regresa este fin de semana a los circuitos tras pasar cerca de mes y medio de baja despu¨¦s de fracturarse la tibia y el peron¨¦ en el GP de Catalu?a. Necesita las muletas para caminar, se le hincha todav¨ªa m¨¢s el tobillo con el m¨ªnimo esfuerzo, se fatiga y maldice cada curva a la derecha, que son pocas en Sachsenring, por suerte, pues las frenadas y los cambios de direcci¨®n son terror¨ªficos para su estado f¨ªsico. Pero son tantas las ganas que ten¨ªa de volver a subirse a su moto, que el piloto de Villaca?as (Toledo) ha dejado alucinado hasta a su propio equipo, que no pensaba que ser¨ªa capaz de firmar tan buenos cronos. Se conforma con terminar la carrera ma?ana. No pide m¨¢s. Ni menos.