Per¨² desmonta a Colombia
La selecci¨®n de Markari¨¢n desnaturaliza al rival con la presi¨®n avanzada y se impone en la pr¨®rroga a la selecci¨®n cafetera, que fall¨® un penalti en las botas de Falcao
Con Per¨² no se juega. Cuando Colombia se despist¨®, confiada porque ya hab¨ªa superado lo peor y porque el rival sacaba la lengua por el desgaste, lleg¨® Lobat¨®n para soltar un zapatazo, para descuajeringar al adversario y firmar el pase para las semifinales. Fue una diana reponedora para Per¨², que jug¨® como un equipo grande a pesar de sus limitaciones, que arrincon¨® con la presi¨®n avanzada a Colombia, m¨¢s timorata y demasiado r¨¢cana con el f¨²tbol, siempre pendiente de su porter¨ªa y poco espl¨¦ndida en la adversaria. Fue el primer gol que encajaba Colombia en el torneo, el que le envi¨® de vuelta a su casa antes de tiempo.
Estudioso del rival, Markari¨¢n plante¨® el duelo con tanto tino como descaro, 20 metros m¨¢s adelantado de lo habitual. Su idea pasaba por despersonalizar a Colombia, por quitarle pronto la pelota, jugarle en campo adverso y, sobre todo, desconectar la media con la delantera. Fue una apuesta bien sugerente porque no solo escondi¨® su defecto de no mezclar en territorio ajeno, sino que tambi¨¦n le evit¨® apuros defensivos. Pero tambi¨¦n fue una propuesta peligrosa porque las l¨ªneas, tan adelantadas y juntas, otorgaban espacios generosos a la espalda de la zaga. Algo de lo que no se aprovech¨® la selecci¨®n cafetera, con los extremos de adorno hasta que Dayro Moreno apareci¨® en escena.
COLOMBIA, 0 - PER?, 2
Colombia: Mart¨ªnez; Z¨²?iga, Perea, Yepes, Armero; Dayro Moreno, Abel Aguilar (Te¨®filo Guti¨¦rrez, m. 112); Carlos S¨¢nchez (Arley, m. 109), Guar¨ªn, Gustavo Ramos (Rodallega, m. 73); y Falcao.
Per¨²: Fern¨¢ndez; Revoredo, Ramos, Rodr¨ªguez, V¨ªlchez; Adv¨ªncula (Lobat¨®n, m. 46), Balb¨ªn, Cruzado (Ball¨®n, m. 115), Vargas; Chiroque (Yotun, m. 95) y Guerrero.
Goles: 0-1. M.101. Lobat¨®n aprovecha un rechazo. 0-2. M. 112. Vargas resuelve tras un pase de Guerrero.
?rbitro: Francisco Chac¨®n (M¨¦xico). Amonest¨® a Adv¨ªncula, Rodr¨ªguez, Carlos S¨¢nchez.
Estadio Mario Alberto Kempes. 25.000 espectadores.
Colombia explic¨® su impotencia en todas las parcelas. Atr¨¢s, Yepes y Perea se descompon¨ªan al no encontrar l¨ªneas de pase, al tirar balones a la nada, hasta el punto de que no fueron pocas esas pelotas que se fueron por l¨ªnea de lateral. En el centro, sin tiempo para recibir, apenas se las ingeniaban para levantar la cabeza, para encontrar al siguiente destinatario. Y arriba, Falcao, s¨ªmbolo del desespero, se revolv¨ªa de lado a lado, siempre m¨¢s lejos de la porter¨ªa de lo deseado, casi siempre de espaldas al marco rival. Solo una vez recibi¨® en condiciones y en el borde del ¨¢rea, nada m¨¢s arrancar el duelo. Un quiebro y un pase a la llegada de Aguilar, que remat¨® desde el punto de penalti pero desviado; un bal¨®n que, despiadado, le cuchiche¨® al poste. Fue un aviso de lo que era Colombia, un espejismo porque Per¨², aplicado en la t¨¢ctica, obstinado en evitar un duelo paciente, ejecut¨® la presi¨®n a las mil maravillas y revent¨® el despliegue contrario.
Las intenciones de Per¨², agresivo e impaciente por desvirtuar la calidad de Colombia, se expresaron de buenas a primeras, con solo 30 segundos de partido y una entrada de Adv¨ªncula a un tobillo rival. Se trataba de romper y negar el juego cafetero, de reducir el tiempo de reflexi¨®n en la construcci¨®n adversaria. Por eso, Markari¨¢n, al contrario que ante Uruguay y M¨¦xico, repiti¨® la idea de los dos delanteros -aline¨® a Chiroque, que se cobr¨® el sitio tras demostrar en la pachanga ante Chile su electricidad y facilidad para el desborde, aunque se lesion¨® en la pr¨®rroga-, siempre pendientes del primer pase del oponente, siempre arropados por el movimiento de cierre del extremo de turno. Una argucia de la pizarra que les sirvi¨® para recuperar muchos balones, pero que tampoco les ayud¨® en exceso en la fase ofensiva porque Colombia, exigida, no se complicaba y utilizaba el balonazo desde atr¨¢s por definici¨®n. Una tacha que se esmeraron en corregir Guerrero y Vargas, con pie para la combinaci¨®n, con la intenci¨®n y el gol en el entrecejo. Guerrero la daba de espaldas y Vargas -bien por el costado izquierdo; bien a pierna cambiada- sacaba centros sin respuesta y dos disparos teledirigidos que no alcanzaron porter¨ªa de chiripa. Pero a Colombia no se le bate con facilidad.
Con una defensa de lo m¨¢s apa?ada, generosa en las coberturas y precisa en el corte y en la anticipaci¨®n, Colombia no ofreci¨® fisura alguna atr¨¢s. Por eso no hab¨ªa concedido un solo gol en el torneo, por eso Per¨² palideci¨® en el remate durante casi todo el encuentro. Ah¨ª apareci¨® Dayro Moreno, un futbolista que se desempe?a con igual soltura de medio centro que de volante, que de extremo y quiz¨¢ hasta de portero. En el estadio Mario Alberto Kempes brill¨® por el costado derecho, un punz¨®n r¨¢pido y habilidoso, de botas afiladas. Primero remat¨® con el pie equivocado una jugada de estrategia, luego solt¨® un latigazo demasiado cruzado y uno ¨²ltimo que hizo tambalear la integridad de la porter¨ªa, sacando chispas al palo. Y, para rematar, provoc¨® un penalti tan ingenuo como infantil de Rodr¨ªguez, que Falcao desaprovech¨®, que envi¨® demasiado a la izquierda. Mazazo para Colombia; alas para Per¨².
Alcanzada la pr¨®rroga, suspiraba la selecci¨®n de Bolillo porque el mal trago, el empuje rival menguaba a pasos agigantados. A Per¨² parec¨ªa no alcanzarle el resuello. Guar¨ªn asust¨® con un disparo al larguero y Armero, un lateral que nunca se cansa, estamp¨® el cuero en los guantes de Fern¨¢ndez. Todo parec¨ªa hecho para la victoria de Colombia, sensacional en la lectura de los partidos por lo general, equivocada en el estadio Mario Alberto Kempes porque Per¨² tiene pilas infatigables. As¨ª, tras un centro lateral, el portero Mart¨ªnez midi¨® mal la salida y dej¨® un bal¨®n muerto en el ¨¢rea, un caramelo para Lobat¨®n, que lleg¨® como un cohete desde atr¨¢s y le peg¨® al bal¨®n con el empeine y con toda su alma para desmontar a Colombia. Todo un hachazo para la selecci¨®n cafetera; la mayor de las alegr¨ªas para Per¨², que redonde¨® la noche con la combinaci¨®n final de Guerrero y Vargas, con otro gol para firmar una victoria madurada y trabajada, un ¨¦xito sensacional porque aguarda rival en semifinales.
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