Algo pasa en Irlanda del Norte

En 1947, Fred Daly ganaba el Open Brit¨¢nico, su primer y ¨²nico grande. Era la mayor gloria en este deporte para Irlanda del Norte. Desde entonces y hasta hace un a?o, ning¨²n golfista norirland¨¦s hab¨ªa cosechado una gran victoria. Pero desde junio de 2010, algo est¨¢ pasando en la peque?a regi¨®n del Ulster, sobre todo porque sus golfistas ganan. Y ganan con sorprendente facilidad.

"Es el primer norirland¨¦s en ganar un major desde hace unas cuatro semanas", bromeaba Graeme McDowell tras la victoria de Darren Clarke en el Open. Es cierto, los brit¨¢nicos han ganado tres de los ¨²ltimos seis grandes: dos Abiertos de Estados Unidos (McDowell en 2010 y McIlroy en 2011) y un British, el del propio Clarke. Una colecci¨®n sensacional que pone en entredicho la aplastante superioridad habitual de Estados Unidos, que mantiene una preocupante sequ¨ªa desde que ganara McDowell el a?o pasado en Pebble Beach, a pesar de tener una impresionante lista de representantes all¨¢ por donde va (cinco de los siete primeros de esta semana son norteamericanos).

Hab¨ªa indicios que hac¨ªan presagiar esta eclosi¨®n. Rory McIlroy, de 22 a?os, llevaba varios grandes limando la victoria hasta que gan¨® el mes pasado el Abierto de Estados Unidos. Pero su golf era un tema de conversaci¨®n desde hac¨ªa varios a?os. En concreto, desde 2009, cuando consigui¨® su primera victoria como profesional (Dubai Dessert Classic), tan solo un a?o y medio despu¨¦s de hacerse profesional. Pero si el primer major de McIlroy, n¨²mero cuatro del mundo, era esperado, el de McDowell, el del comienzo de la dinast¨ªa, fue m¨¢s casual. Part¨ªa como tapado porque en escena estaban Tiger Woods, Dustin Johnson, Phil Mickelson y dem¨¢s, dispuestos a llevarse su torneo. Pero nadie pudo con McDowell.

Clarke, de 42 a?os, ha cogido la estela de sus compatriotas. Lleva dos d¨¦cadas jugando y cosechando ¨¦xitos a nivel mundial, incluidas victorias de mucho prestigio, como el Mundial Match-Play de 2000, cuando gan¨® a Tiger. Pero el grande se le resist¨ªa. A lo largo de su carrera las oportunidades le han ido llegando con goteo al talentoso veterano, que en 1997 y en 2001 perdi¨® dos British por su terrible temperamento. Su victoria en este Open Brit¨¢nico, sin embargo, ha sido impecable, sobre todo porque lo ha ganado de principio a fin y solamente en contadas ocasiones alguien ha podido mojarle la oreja. Pero no ha sido suficiente. Igual que a McDowell y McIlroy, que en 13 meses le han dado la vuelta al golf mundial. Irlanda del Norte est¨¢ de moda.