Una victoria entre v¨®mitos

Quienes vieron la escena se quedaron asustados: Carla Su¨¢rez, de buena ma?ana, vomitando, buscando toallas, incapaz de calentar adecuadamente, desencajada. El reloj de su partido, que luego la convierte en la primera espa?ola en octavos del Abierto de Estados Unidos desde 2000 (Arantxa S¨¢nchez Vicario), cuenta una cosa muy distinta. En cuatro minutos manda 2-0. En 12 minutos, 4-0. En 16 minutos, 5-0. En 27 minutos, 6-0. En 1h11m gana 6-0 y 6-4 a Silvia Soler Espinosa, la tenista de los antebrazos embadurnados en polvos de talco. La rival derrotada sab¨ªa que algo le pasaba a la canaria. Conoc¨ªa los problemas de su est¨®mago. Fue, de las dos, la m¨¢s impresionada.

Su¨¢rez se medir¨¢ a la ganadora del Petkovic-Vinci. Que juegue la segunda semana en Nueva York es una aut¨¦ntica sorpresa. Lleva dos a?os sin casi competir, operada de un tobillo y un codo. Nada hac¨ªa prever que podr¨ªa acercarse a sus dos grandes ¨¦xitos, los cuartos de final de Roland Garros y los del Abierto de Australia. Desde su llegada a la Gran Manzana, sus t¨¦cnicos la rodearon, preocupados por su salud. El m¨¦dico de la federaci¨®n monitoriz¨® su evoluci¨®n. Ella, compiti¨® como si nada.

Bajo la suave brisa de la ma?ana neoyorquina, Carla Su¨¢rez va firmando los puntos con el rev¨¦s, pero los gana con la derecha, que utiliza para hundir a su rival contra la valla. Ante una tenista como Soler Espinosa, que jam¨¢s hab¨ªa ganado un partido en Nueva York, la canaria va imponiendo sus galones por encima de sus circunstancias. Fuera del top-100 durante buena parte de 2011, la victoria le sit¨²a frente a un escenario impensable: el ¨²ltimo grande, donde solo hab¨ªa ganado un encuentro en toda su carrera, le da la oportunidad de recuperar su sitio en la clasificaci¨®n y atacar 2012 con otra cara. Le faltan piernas y le sobran narices.