El Valencia, a los pies de Soldado

Un poco de Soldado y bastante del orden instaurado por Emery fue suficiente para que el Valencia mantuviese en Gij¨®n su pleno liguero. Lo hizo, adem¨¢s, marcando los tiempos, con la solvencia de los equipos hechos o en el buen camino. Control¨® el partido al principio, marc¨® el gol en su versi¨®n m¨¢s art¨ªstica y despu¨¦s supo aguantar el arre¨®n final del Sporting. Privado de su referente, Diego Castro, es lo poco que le queda al equipo de Preciado: la garra, el orgullo, la resistencia a la derrota. Insuficiente ante rivales como el de ayer, col¨ªder y con un pichichi inspirado, aunque quiz¨¢ no tan guapo y rico como otros.

Con una plantilla como la del Valencia, las rotaciones son relativas. Despojado de estrellas como Villa, Silva o Mata, a Unai Emery tanto le da que le da lo mismo alinear a unos que a otros. Un d¨ªa sale Parejo y otro Canales. Piatti corre la banda con tanta prestancia como Pablo Hern¨¢ndez. Bruno y Miguel se alternan en el lateral derecho sin mayores problemas, igual que Mathieu y Jordi Alba en la izquierda. Tras los primeros escarceos de la temporada se vislumbra que solo para el t¨¢ndem Rami-V¨ªctor Ruiz, o para el enchufad¨ªsimo Soldado, todos los partidos son de obligado cumplimiento.

El Valencia fue madurando el partido de El Molin¨®n con la confianza que da saberse superior al rival. Tard¨® un poco, pas¨® un par de sustos, pero en cuanto se juntaron sus mejores peloteros, sobre la media hora, vencieron la resistencia de un apocado Sporting. Fue una jugada vertiginosa, que cambi¨® el paso del f¨²tbol-control que hab¨ªa impuesto hasta ese momento. Un par de paredes en el centro del campo, la entrada de Pablo Hern¨¢ndez por la izquierda, el pase atr¨¢s para la llegada de Jonas y el remate inicialmente salvado por Juan Pablo que cay¨®, c¨®mo no, a los pies de Soldado.

Jonas pudo sentenciar poco despu¨¦s, tras otra escapada de Pablo Hern¨¢ndez, pero Bot¨ªa logr¨® rechazar el bal¨®n hacia el larguero. En el segundo tiempo, con los cambios, el Sporting se pareci¨® un poco al de su buena ¨¦poca reciente. No jug¨® mucho mejor, pero apret¨®, le meti¨® ritmo al partido y muri¨® en el ¨¢rea de Guaita. El empate estuvo tan cerca como el 0-2, que tuvo Soldado en un mano a mano con Juan Pablo y, con el pichichi ya en el banquillo, Aduriz y Piatti, a un metro de la l¨ªnea de gol. Se salv¨® el Sporting, que busc¨® el gol hasta el final. El Molin¨®n cant¨® uno, tras un remate de Barral que se envenen¨® al golpear en Rami, pero Guaita presumi¨® de reflejos para desviar en el ¨²ltimo suspiro en la misma escuadra.

Sporting 0 - Valencia 1