Un triunfo cl¨¢sico

El Caja Laboral salt¨® a la cancha amenazante, afilado y con una s¨®lida barrera defensiva que puso el partido dif¨ªcil al Bizkaia desde el mismo pitido inicial, tal y como suele hacer en sus visitas a Bilbao. Los de Dusko Ivanovic se impusieron en la primera semifinal de la Supercopa con serias dificultades al cabo, como tambi¨¦n es habitual, aunque demostraron estar m¨¢s engrasados. La combinaci¨®n de la savia nueva de los fichajes y la experiencia de los veteranos result¨® arm¨®nica y explosiva. As¨ª, Oleson meti¨® dos triples seguidos como carta de presentaci¨®n y la nueva joya de la corona vitoriana, Milko Bjelica, aport¨® excelentes canastas puntuales. Tan perfecta comuni¨®n destilaba el Caja Laboral que Katsikaris pidi¨® enseguida un tiempo muerto para frenar el paseo que se estaba dando el cuadro vitoriano.

Otra pareja para el recuerdo es la de Teletovic y el gran, en sentido literal y figurado, internacional franc¨¦s Seraphin, que maniat¨® a Grimau, uno de los nuevos y desactivados platos fuertes que ayer estrenaba el Bizkaia. Al filo del final del primer cuarto, la ventaja de los visitantes era ya de 14 puntos y amenazaba con crecer con prisa y sin pausa. Un San Emeterio en plenitud demostr¨® que los nuevos, por buenos que sean, que lo son, no pueden hacerle sombra.

Antes del descanso, el Bizkaia supo que deb¨ªa defenderse mucho m¨¢s duro, pero sus esfuerzos fueron vanos. El Caja Laboral estaba muy fino y jugaba con el alma m¨¢s que con el cuerpo. Katsikaris decidi¨® sacar a Mumbr¨² en busca de un reactivo urgente, ya que a mitad de la segunda parte el Bzkaia solo hab¨ªa metido cuatro canastas y algunos tiros libres. El choque evidenci¨® que el equipo alav¨¦s tiene un sentido del juego mucho m¨¢s maduro que el de los bilba¨ªnos.

La segunda parte del encuentro fue la cr¨®nica de una remontada que nunca lleg¨®. Banic le hizo el boca a boca al partido con acierto y el Bizkaia recuper¨® los contragolpes a tiempo. La diferencia en el marcador empez¨® a menguar considerablemente gracias, en parte, a la magia de Jackson, pero una serie de malas decisiones t¨¦cnicas en el eterno ¨²ltimo minuto boicotearon cualquier posibilidad de triunfo local.

Semifinal Supercopa de Baloncesto